Joer, que guay.
A mi me encantan las tormentas, aunque he visto muy poquitas en mi vida.
En Canarias logicamente casi no hay, hace un par de años hubo una en Telde bestial, de noche, duro horas con rayos y truenos a lo grande.
Nunca había visto nada así en Canarias, me lo pase pipa asomado a la ventana.
Cuando fui a Paris también caían cada dos por tres buenas tormentas, me encantaba verlas y más en ese entorno.
Recuerdo una que me pillo justo en Notre Damne, joer era perfecto ver una tormenta de la leche mirando el sena y esa catedral.