Pues más a favor del superior espíritu combativo de los japoneses, con cuatro gatos fueron capaces de tomar Singapur y de llegar hasta Birmania.
y más en contra de los británicos, ¿qué hicieron? pues retroceder de derrota en derrota hasta que los refuerzos de su primo de zumosol llegaron para salvarles el ojo ciego.
El título del hilo nunca estuvo tan justificado.
Lo de que Reino Unido estaba siendo machacado por los nazis lo obviamos ¿no?.Eso si,lo de Singapur fue una gran victoria japonesa y un baño de realidas que hizo a los arrogantes ingleses poner los pies en la tierra.Antes de eso los británicos consideraban a los japoneses como un pueblo inferior y militarmente incapaz de infligir una derrota al imperio británico.
El racismo antijapones imperante en las décadas anteriores a la SGM es un tema curioso.Voy a coger el libro
"el holocausto asiático" de Laurence Rees y tras*cribir un fragmento que me parece ilustrativo.
"Descubrimos que los japoneses estaban haciendo cosas en el mundo que no nos parecían correctas" - cuenta Gene La Roque,a la sazón estudiante de la Universidad de Illinois (en los años 30).
"Los japoneses estaban cometiendo violaciones en Nankín,y la pantalla cinematográfica proyectaba todo aquello con dramatismo"
Todo aquello no hizo sino confirmar los prejuicios que,sobre los japoneses tenían norteamericanos como La Roque:
"Los japoneses nos parecían casi como monos.No eran una gente ni muy amable,ni muy inteligente.En Illinois,donde me crié, en el medio oeste de Estados Unidos,la gente miraba con desdén a los japoneses.En primer lugar,porque su estatura era menor.No eran tan altos como nosotros y,en las caricaturas,parecían muy muy graciosos.Antes de Pearl Harbor,veíamos a los japoneses como un pueblo débil y algo atrasado.Nos parecían de otro planeta.No en vano,se suponía que el jefe de Estado descendía de Dios y a nosotros aquello nos parecía algo muy primitivo...Éramos racistas,por supuesto que eramos racistas,pero eso se debe también a que ellos se negaban en redondo a formar parte de nuestra comunidad.Prácticamente nos parecían unos extraños;no entendíamos su cultura y nos resultaba imposible descifrar su lengua.Eran inescrutables"
A menudo,resulta difícil para la gente que nació mucho después de la guerra comprender la raigambre de este tipo de ideas racistas en el mundo Occidental.Sin embargo,en los años treinta,todavía había hombres y mujeres en Estados Unidos que habían participado en las brutales guerras que prácticamente habían aniquilado la población nativoamericana.Menos de sesenta años antes,en 1879,la constitución del estado de California había retirado el derecho a voto a "todos los nacidos en China,petulantes y locos" y el racismo contra los afroamericanos seguía siendo un mal endémico.El racismo no era solamente el prejuicio de gente sin estudios,sino una actitud oficial.
Los británicos llevaron sus postulados raciales un paso más allá,y muchos no solo creían que los japoneses eran inferiores a ellos,sino que ellos mismos eran inherentemente mejores que cualquier otro habitante del mundo
."El sentimiento de superioridad en los británicos era algo innato" - afirma Anthony Hewitt,un oficial británico destacado en Hong Kong en los años treinta.
"Daba igual de donde vinieras,o si eras un basurero o un Lord; : seguías convencido de ser superior a cualquier otra nación.Y eso explica en gran medida la fuerza y el poder del imperio británico y por qué nos considerábamos superiores a gente como los japoneses y los chinos."
A pesar de que la colonia británica de Hong Kong estaba a un tiro de piedra de los japoneses en China,para muchos soldados británicos el Ejército Imperial no era una amenaza.
"Los británicos eramos superiores a cualquiera y era ridículo afirmar que los japoneses eran buenísimos;era imposible que un país tan pequeño como Japón fuera mejor" - comenta Anthony Hewitt recordando la sensación reinante en aquellos años.
"Cuando nos decían que los cazas japoneses eran un avión mucho mejor que el Spitfire,la gente se echaba a reir.Decían : ¡Oh,no! Eso no puede ser verdad.Creo que pensaban que (a los japoneses) les encantaban las flores y que les gustaban las geishas vestidas con unos trajes preciosos y pavoneándose a su alrededor. En cierto sentido,eran como una raza frágil"
La creencia de que los japoneses eran "diferentes" e "inferiores" parece haber estado muy extendida entre los británicos a la sazón. En 1935,el agregado naval británico en Tokio redactó un informe en el que aseguraba que,gracias a sus pesquisas, había descubierto que los japoneses tenían
"un cerebro especialmente lento",de resultas de la
"tensión a la que se ve sometido el cerebro de un niño al aprender unos 6.000 caracteres chinos antes de que comienza su verdadera educación"
El comandante en jefe de las fuerzas británicas en el Lejano Oriente,el mariscal del ejército del aire Sir Robert Brooke - Popham,también albergaba esos mismos prejuicios.
"Pude ver de cerca,a través de la alambrada" - escribió en una carta al Jefe del Estado Mayor de la Defensa Imperial en 1940 -
"a varios espécimenes infrahumanos ataviados con unos sucios uniformes grises;eran,según me informaron,soldados japoneses.Si estos son el paradigma de soldado del ejército japonés, los problemas de comida y alojamiento tendrían fácil solución, pero me resulta imposible creer que puedan conformar un cuerpo militar inteligente."