Gerión
Madmaxista
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Varios apuntes rápidos.
La papolatría es un episodio del catolicismo bastante reciente, y es natural y compartido con prácticamente todas las estructuras decadentes o en crisis, en las que aparece siempre una cerrazón en torno al líder. El catolicismo pleno exige la demolición de la infalibilidad papal, aunque suene paradójico.
La película de que la religión es algo que debe quedar entre bambalinas (porque nos confunde el mundo por lo complejo que es, por los muchos Estados que se han dicho católicos, por las muchas culturas que lo habitan, o por los 52 géneros) es ocultismo masónico, liberal y europeo; la receta para la esterilidad y el inmovilismo mientras se implantan políticamente otras religiones (hoy, el satanismo pogre). El proceso está más que estudiado: tras el destierro de una religión de la arena pública (política, ritual, social) llega la mentalización de lo religioso (es inmediato) y de ahí su desaparición. Así que me temo que no, que hay que defender la acción política católica, y que la esencia de eso es la misma esencia de España.
Tengo un sesgo bastante negativo con el colectivo de historiadores y me decepciona tener que confirmarlo una y otra vez. Problemas recurrentísimos:
1. Contaminación por ideologías y autores europeos.
2. Pretensión falsaria de ciencia (anulación y desactivación del sujeto).
Receta para salir del hoyo (el negativo de lo anterior):
1. Recuperación del pensamiento español (que existe, y es el que mejor vamos a entender y va a explicar lo que tenemos a nuestro alrededor).
2. Reconexión y participación en la acción histórica (en la que estamos obligados a participar).
Esto parece que joroba porque da trabajo. Y se reacciona en contra, claro, como para no hacerlo, después de sentirse timado por las toneladas de papel europeo que uno ha estudiado, tragado y vomitado... Es triste, pero cada carrera que un español estudia son cuatro o cinco años de propaganda que debe reducir y exorcizar.
La papolatría es un episodio del catolicismo bastante reciente, y es natural y compartido con prácticamente todas las estructuras decadentes o en crisis, en las que aparece siempre una cerrazón en torno al líder. El catolicismo pleno exige la demolición de la infalibilidad papal, aunque suene paradójico.
La película de que la religión es algo que debe quedar entre bambalinas (porque nos confunde el mundo por lo complejo que es, por los muchos Estados que se han dicho católicos, por las muchas culturas que lo habitan, o por los 52 géneros) es ocultismo masónico, liberal y europeo; la receta para la esterilidad y el inmovilismo mientras se implantan políticamente otras religiones (hoy, el satanismo pogre). El proceso está más que estudiado: tras el destierro de una religión de la arena pública (política, ritual, social) llega la mentalización de lo religioso (es inmediato) y de ahí su desaparición. Así que me temo que no, que hay que defender la acción política católica, y que la esencia de eso es la misma esencia de España.
Tengo un sesgo bastante negativo con el colectivo de historiadores y me decepciona tener que confirmarlo una y otra vez. Problemas recurrentísimos:
1. Contaminación por ideologías y autores europeos.
2. Pretensión falsaria de ciencia (anulación y desactivación del sujeto).
Receta para salir del hoyo (el negativo de lo anterior):
1. Recuperación del pensamiento español (que existe, y es el que mejor vamos a entender y va a explicar lo que tenemos a nuestro alrededor).
2. Reconexión y participación en la acción histórica (en la que estamos obligados a participar).
Esto parece que joroba porque da trabajo. Y se reacciona en contra, claro, como para no hacerlo, después de sentirse timado por las toneladas de papel europeo que uno ha estudiado, tragado y vomitado... Es triste, pero cada carrera que un español estudia son cuatro o cinco años de propaganda que debe reducir y exorcizar.