AmericanSamoa
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Estoy bueno. Soy moreno, delgado, ojos oscuros y una barbita recortada que dibujan una cara bonita y atractiva. La genética me dio un pedazo de ojo ciego, mejores piernas, llenas de pelo, mis sobacos huelen a macho, mi pelo desprende un olor muy sensual y mi aspecto es una interesante mezcla de twink con macho. Además, tengo una bonita sonrisa y una voz que pone cachondos a féminas y varones.
Hace unos minutos viví una desagradable situación de un señor de mediana edad que me empezó a hablar y a mirar de una manera hostil, como si yo fuese el amor de su vida y se fuese a morir mañana. Estuvo clavando su mirada en mí, por tiempo prolongado, de una forma que causaba estrés, además de quedarse en silencio mirándome por segundos, delante de todo el mundo, poniéndome en evidencia.
Traté de ignorarlo pero ahí seguía, el muy me gusta la fruta. Con el lugar lleno de testigos, y en voz alta, me dijo que me invitaba a su casa a pasar una temporada, oferta que decliné con un "gracias" esbozado en una sonrisa de terror, mientras, para mis adentros, me imaginaba en una motocicleta llevando su cadáver por piezas dentro de una bolsa en una carretera de mala fin del sureste de Asia.
Esta situación y otras similares las viví siempre. Y entendí perfectamente a El Descuartizador de Tailandia porque recordé y entendí lo desesperado, baboso, gilimemo y hostil que puede llegar a ser un hombre de mediana edad, especialmente poco agraciado, cuando cree que puede poseer a macho joven y atractivo, llegan a perder su dignidad, incluso, en público. Es tan patético que merece morir.
¿Me estaré volviendo feminista radical? ¿Machote al machete? ¿Estoy a un par de líneas de pintarme las berzas y redoblar tambores gritando "el forzador eres tú"?
Hace unos minutos viví una desagradable situación de un señor de mediana edad que me empezó a hablar y a mirar de una manera hostil, como si yo fuese el amor de su vida y se fuese a morir mañana. Estuvo clavando su mirada en mí, por tiempo prolongado, de una forma que causaba estrés, además de quedarse en silencio mirándome por segundos, delante de todo el mundo, poniéndome en evidencia.
Traté de ignorarlo pero ahí seguía, el muy me gusta la fruta. Con el lugar lleno de testigos, y en voz alta, me dijo que me invitaba a su casa a pasar una temporada, oferta que decliné con un "gracias" esbozado en una sonrisa de terror, mientras, para mis adentros, me imaginaba en una motocicleta llevando su cadáver por piezas dentro de una bolsa en una carretera de mala fin del sureste de Asia.
Esta situación y otras similares las viví siempre. Y entendí perfectamente a El Descuartizador de Tailandia porque recordé y entendí lo desesperado, baboso, gilimemo y hostil que puede llegar a ser un hombre de mediana edad, especialmente poco agraciado, cuando cree que puede poseer a macho joven y atractivo, llegan a perder su dignidad, incluso, en público. Es tan patético que merece morir.
¿Me estaré volviendo feminista radical? ¿Machote al machete? ¿Estoy a un par de líneas de pintarme las berzas y redoblar tambores gritando "el forzador eres tú"?
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