Una vez subí al pico del Teide en teleférico, un mes de agosto al medio día, en pleno verano. Fui confiado porque hacía sol, calor, buen tiempo y no llevaba ni abrigo.
En la base, a 2200 msnm hacía calor, 28 grados. En el pico, sobre los 3.700, estábamos a 9 grados y soplaba un viento muy desagradable. Cuando llegas a la parada del teleférico en la cima todavía tienes que salvar casi 100 metros mas de altitud para llegar al pico. Pensé que moriría por el camino. Algunos lo llevaban mas o menos bien, a otros los veías jadeando y para cuando llevaba media hora allí arriba comencé a sentir un horrible dolor de cabeza que no cesó hasta que me subí en el teleférico y volví a la base de la montaña con la cara empezando a quemárseme por la radiación solar.
Hasta los 2500 msnm prácticamente nadie siente nada raro mas allá de percibir que el aire es un poco mas ligero. Es la presión atomsférica a la que estamos cualquiera de nosotros en la cabina de un avión y jamás vi que a nadie le diera mal de altura en un avión de línea. Ni mayores, ni niños ni enfermos ni a nadie.
A partir de los 3000-3500 la cosa cambia y mucho y la falta de oxígeno se puede hacer extremadamente desagradable y ya para algunos, peligrosa. Para empezar es difícil hasta pensar con claridad. Y esa gente estaba a màs de 4000 msnm.
