Para mí sigue siendo una locura vender como excelencia la "innovación" del tal Dabiz. Esas raspas y otras cosas a precio de oro no están justificadas. Sus elaboraciones son tan complejas o menos como lo puedan ser el de otros manjares como el jamón ese que subí al mismo precio de las raspas. Esa paleta ha estado 3 años superando un proceso artesanal antes de ser comercializada. Los salazones, preparación de carnes "valientes" y de caza, las salsas y cremas de maja, ect... la cocina española es milenaria, heredera de numerosas civilizaciones, como para querer vender esas pilinguis raspas como plato Michelín.
Y el precio es desorbitado, cuando vivimos en un país en el que la agradable sorpresa salta en cualquier callejuela por lo rico y elaborado de nuestra gastronomía.
Sin ir más lejos, en ese hotel de Úbeda (imponente ciudad, uno de los pueblos más bellos del país) se ubica un restaurante citado en la guía Repsol y con dos tenedores. El restaurante El Marqués.
El menú de dicho restaurante es de
25 euros (teniendo carta libre), compuesto el mes de marzo pasado por estos platos:
A mí pagar 25 euros por una Tostá de bacalao y gulas de primero o entrante, una caldereta de cordero segureño a la andaluza de plato fuerte, y unas milhojas del Marqués exquisitas (la repostería es el fuerte de la gastronomía de la zona, con permiso de la caza mayor en temporada), todo regado por un muy buen Rioja me parece un regalo comparado con la cosa de las raspas, por mucho que quieran pintarlo como un snobismo sobrenatural del que carecemos los garrulos.
La estancia en dicho hotel, de 3 estrellas que bien pudieran ser 4 (lo he conocido con 4) si no fuese por su difícil acceso en pleno casco antiguo, es también un regalo. Pudiéndose pillar una habitación con cama de matrimonio por 40 pavels.
HOTEL MARIA DE MOLINA 36,0
Además, la comida te la sirven en una representación teatral renacentista. Los camareros te atienden a la perfección ataviados con ropajes del siglo XVI (el hotel se levanta sobre el palacio de María de Molina, una favorita del Rey Sol francés que consiguió del frances la custodia de un tesoro de la Iglesia para su pueblo) y hablando en castellano antiguo. Los platos, los lienzos, los vasos, la iluminación... todo del siglo XVI.
Habitación + comida de 2 comensales = 90 €.
De todas formas, sigo insistiendo en recomendar ese restaurante para dar cuenta de la caza mayor jiennense en otoño. El corzo, venado, ect de la sierra lo preparan de escándalo... y para los menos valientes una paletilla de cordero entera (25 euros con primer plato + postre incluido a elegir) es siempre una opción acertada.
Andalucía tiene rincones mágicos como ese a espuertas. Conozco gran parte del país y su rica gastronomía y no es difícil de encontrar verdaderos templos culinarios en pueblos como Churra (Murcia), El Saler (valencia), Antequera (Málaga), Ayllón (Segovia), Arévalo (Ávila), ect, guiado simplemente por el olor de sus cocinas. Saliéndote mucho más barato, gasoil incluido, que comer esas raspas tan mega-maravillosas que los garrulos como yo tenemos la desgracia de no comprender.