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Madmaxista
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1.- La tarifa regulada acaba siendo más barata
Este es el punto clave. Para saber si usted está dentro de esta tarifa regulada, denominada PVPC, o por el contrario se encuentra usted en mercado libre, debe mirar en la esquina izquierda superior de su factura (ver foto). Ese es el lugar en el que se indica quién es su suministrador. Si pone "comercializador de referencia", significa que usted está en la tarifa PVPC. Si por el contrario en esta esquina izquierda superior de su factura pone el nombre de una compañía eléctrica, significa que está usted en mercado libre.
Puede que usted nunca haya solicitado el cambio. Miles de usuarios denuncian que en algún momento se les ha pasado a mercado libre sin su conocimiento ni su consentimiento. Las eléctricas se las ingenian y buscan estrategias comerciales que, en algunos casos, incluso se salen de la legalidad con este fin. ¿Por qué lo hacen? Porque en mercado libre, como su propio nombre indica, son libres para fijarle el precio, al contrario de lo que ocurre con la tarifa regulada. Además, en mercado libre las compañías pueden ofrecerle otros servicios (mantenimiento, reparaciones, etc.) que no pueden ofertar dentro del mercado que dictamina el BOE.
"Mi compañía me dice que su precio es más competitivo que el PVPC", señalan algunos usuarios.
El precio regulado, a medio plazo, siempre es más barato. Muchas comercializadoras ofrecen descuentos, pero casi siempre sobre precios de euros por kilovatio/hora más altos. Expertos del sector consultados por este diario explican que el ahorro suele ser del 20 o 25%, pero muchos consiguen un ahorro del 40% y en algunos casos la bajada en la factura puede llegar hasta el 80%. Estas mismas fuentes expertas apelan a los datos del INE de 2016. El PVPC, en el que están alrededor del 45% de los usuarios en España, fue un 15% más barato en 2016 que en 2015, mientras que los usuarios de libre mercado (en torno al 55% del total) pagaron un 3,5% más de un año a otro. Hasta el actual ministro de Energía, Álvaro Nadal, señaló en sede parlamentaria que la tarifa regulada PVPC acaba siendo más barata que las que están en mercado libre.
El truco de estas últimas suele ser hacer una oferta agresiva al principio para después subir los precios. No obstante, la aseveracion del ministro es algo también apuntado en diversas ocasiones por la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) y organizaciones de consumidores.
"Yo ya tengo precio fijo", comentan varios consumidores. Ojo con esto. Muchas compañías dicen que le ofrecen un precio fijo, lo que no es lo mismo que la tarifa regulada, que depende de las fluctuaciones del mercado mayorista. Las compañías intentarán disuadirle con diversos argumentos para que no regrese al PVPC.
2.- Pasar a discriminación horaria (DHA)
Expertos y organizaciones de consumidores coinciden en señalar que lo más barato en la gran mayoría de los casos es solicitar la discriminación horaria. Esta tarifa establece dos franjas, con precios diferenciados. La franja más barata va de las 10 de la noche a las 12 de la mañana del día siguiente en invierno. En verano, este horario comienza a las 11 de la noche. Si se acumulan los consumos mayores en este periodo (lavadoras, horno, etc.), se consigue también que la factura disminuya. Incluso con elementos que consumen durante todo el día, como el frigorífico, la discriminación horaria permite ahorrar.
Punto importante para saber qué tipo de tarifa tenemos
Para saber en qué situación se encuentra usted, tiene que ir al lugar de su factura donde pone "Tarifa de acceso". Ahí le indicará o bien 2.0A (lo que quiere decir que no tiene tarifa con discriminación horaria) o por el contrario 2.0DHA, que quiere decir que usted ya dispone de la discriminación horaria.
Cuando realice la llamada para cambiar sus condiciones de factura, además de solicitar el PVPC, debe pedir discriminación horaria, DHA.
3.- Bajar la potencia contratada (si es posible)
La potencia contratada es la capacidad eléctrica que tiene en su casa para poder activar diferentes dispositivos al mismo tiempo. En función de su consumo instantáneo, necesitará usted una u otra potencia. Excepto en casos muy puntuales (viviendas donde residen muchas personas, donde hay elementos de gran consumo y prolongados en el tiempo, como el aire acondicionado, la calefacción eléctrica, una depuradora de piscina, el horno o la placa de cocinar), la mayoría de los hogares necesitan menos potencia de la que tienen contratada. Cuanto menor sea esta potencia, menor gasto, pero tampoco se puede reducir drásticamente, ya que cualquier pico de consumo implicaría que salten los plomos y no se puedan tener varios dispositivos eléctricos a la vez. Sea como fuere, casi nunca una vivienda necesita más de 10 kW. Es importante destacar que para poder tener el PVPC, es necesario que la potencia contratada esté por debajo de 10kW.
Es importante destacar que para poder tener el PVPC se requiere que la potencia contratada esté por debajo de 10kW, aunque es raro necesitar más
Para identificar su potencia contratada, debe ir a la parte de la factura donde se identifica este término con dicho nombre, "Potencia contratada". Siempre y cuando no baje de 3,3, que los expertos creen que es el límite mínimo para poder disponer de la suficiente capacidad, lo normal es que pueda bajar un escalón su potencia contratada. Este cambio, de nuevo, le proporcionará un ahorro en la factura. Si en su casa nunca le saltan los plomos o muy rara vez, cabe pensar que tiene más potencia contratada de la que necesita.
Algunas compañías cobran un coste por este cambio de potencia contratada. En teoría, no deberían cobrarle nada, ya que a la compañía no le supone ningún coste adicional.
Paciencia con su comercializadora
Debe tener paciencia y ser insistente tras la llamada de teléfono para solicitar estos tres cambios. Su compañía distribuidora se resistirá a perderle como cliente. Por ley, si pasa a PVPC, su comercializadora será la misma que la comercializadora de referencia que haya en su zona, que no siempre es la misma a la que tiene en tarifa de libre mercado. Por ello, tras solicitar los cambios pertinentes, le darán un número de expediente de su solicitud. Este número le servirá para insistir y que no se demoren con su cambio de tarifa, una estrategia habitual para disuadir al cliente de sus intenciones.
Existen algunos otros pequeños detalles que también sirven a la hora de optimizar o gastar lo menos posible en la luz. Las neveras programables pueden aumentar un grado la temperatura respecto a la que se tiene por la noche y esto consigue una mejora del rendimiento. Las bombas de calor no suelen ofrecer un gran rendimiento y aparatos como los pequeños calentadores de aire generan elevados consumos de electricidad.
La factura conjunta no ahorra
Por otro lado, una triquiñuela que utilizan las compañías es ofrecer la factura de gas y electricidad de manera conjunta con la promesa de que eso supondrá un ahorro, algo similar a lo que sucede con los servicios de telecomunicaciones domésticos. Sin embargo, los expertos consultados por El Confidencial no consideran que la factura de gas y luz conjunta suponga un ahorro.
Este es el punto clave. Para saber si usted está dentro de esta tarifa regulada, denominada PVPC, o por el contrario se encuentra usted en mercado libre, debe mirar en la esquina izquierda superior de su factura (ver foto). Ese es el lugar en el que se indica quién es su suministrador. Si pone "comercializador de referencia", significa que usted está en la tarifa PVPC. Si por el contrario en esta esquina izquierda superior de su factura pone el nombre de una compañía eléctrica, significa que está usted en mercado libre.
Puede que usted nunca haya solicitado el cambio. Miles de usuarios denuncian que en algún momento se les ha pasado a mercado libre sin su conocimiento ni su consentimiento. Las eléctricas se las ingenian y buscan estrategias comerciales que, en algunos casos, incluso se salen de la legalidad con este fin. ¿Por qué lo hacen? Porque en mercado libre, como su propio nombre indica, son libres para fijarle el precio, al contrario de lo que ocurre con la tarifa regulada. Además, en mercado libre las compañías pueden ofrecerle otros servicios (mantenimiento, reparaciones, etc.) que no pueden ofertar dentro del mercado que dictamina el BOE.
"Mi compañía me dice que su precio es más competitivo que el PVPC", señalan algunos usuarios.
El precio regulado, a medio plazo, siempre es más barato. Muchas comercializadoras ofrecen descuentos, pero casi siempre sobre precios de euros por kilovatio/hora más altos. Expertos del sector consultados por este diario explican que el ahorro suele ser del 20 o 25%, pero muchos consiguen un ahorro del 40% y en algunos casos la bajada en la factura puede llegar hasta el 80%. Estas mismas fuentes expertas apelan a los datos del INE de 2016. El PVPC, en el que están alrededor del 45% de los usuarios en España, fue un 15% más barato en 2016 que en 2015, mientras que los usuarios de libre mercado (en torno al 55% del total) pagaron un 3,5% más de un año a otro. Hasta el actual ministro de Energía, Álvaro Nadal, señaló en sede parlamentaria que la tarifa regulada PVPC acaba siendo más barata que las que están en mercado libre.
El truco de estas últimas suele ser hacer una oferta agresiva al principio para después subir los precios. No obstante, la aseveracion del ministro es algo también apuntado en diversas ocasiones por la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) y organizaciones de consumidores.
"Yo ya tengo precio fijo", comentan varios consumidores. Ojo con esto. Muchas compañías dicen que le ofrecen un precio fijo, lo que no es lo mismo que la tarifa regulada, que depende de las fluctuaciones del mercado mayorista. Las compañías intentarán disuadirle con diversos argumentos para que no regrese al PVPC.
2.- Pasar a discriminación horaria (DHA)
Expertos y organizaciones de consumidores coinciden en señalar que lo más barato en la gran mayoría de los casos es solicitar la discriminación horaria. Esta tarifa establece dos franjas, con precios diferenciados. La franja más barata va de las 10 de la noche a las 12 de la mañana del día siguiente en invierno. En verano, este horario comienza a las 11 de la noche. Si se acumulan los consumos mayores en este periodo (lavadoras, horno, etc.), se consigue también que la factura disminuya. Incluso con elementos que consumen durante todo el día, como el frigorífico, la discriminación horaria permite ahorrar.
Punto importante para saber qué tipo de tarifa tenemos
Para saber en qué situación se encuentra usted, tiene que ir al lugar de su factura donde pone "Tarifa de acceso". Ahí le indicará o bien 2.0A (lo que quiere decir que no tiene tarifa con discriminación horaria) o por el contrario 2.0DHA, que quiere decir que usted ya dispone de la discriminación horaria.
Cuando realice la llamada para cambiar sus condiciones de factura, además de solicitar el PVPC, debe pedir discriminación horaria, DHA.
3.- Bajar la potencia contratada (si es posible)
La potencia contratada es la capacidad eléctrica que tiene en su casa para poder activar diferentes dispositivos al mismo tiempo. En función de su consumo instantáneo, necesitará usted una u otra potencia. Excepto en casos muy puntuales (viviendas donde residen muchas personas, donde hay elementos de gran consumo y prolongados en el tiempo, como el aire acondicionado, la calefacción eléctrica, una depuradora de piscina, el horno o la placa de cocinar), la mayoría de los hogares necesitan menos potencia de la que tienen contratada. Cuanto menor sea esta potencia, menor gasto, pero tampoco se puede reducir drásticamente, ya que cualquier pico de consumo implicaría que salten los plomos y no se puedan tener varios dispositivos eléctricos a la vez. Sea como fuere, casi nunca una vivienda necesita más de 10 kW. Es importante destacar que para poder tener el PVPC, es necesario que la potencia contratada esté por debajo de 10kW.
Es importante destacar que para poder tener el PVPC se requiere que la potencia contratada esté por debajo de 10kW, aunque es raro necesitar más
Para identificar su potencia contratada, debe ir a la parte de la factura donde se identifica este término con dicho nombre, "Potencia contratada". Siempre y cuando no baje de 3,3, que los expertos creen que es el límite mínimo para poder disponer de la suficiente capacidad, lo normal es que pueda bajar un escalón su potencia contratada. Este cambio, de nuevo, le proporcionará un ahorro en la factura. Si en su casa nunca le saltan los plomos o muy rara vez, cabe pensar que tiene más potencia contratada de la que necesita.
Algunas compañías cobran un coste por este cambio de potencia contratada. En teoría, no deberían cobrarle nada, ya que a la compañía no le supone ningún coste adicional.
Paciencia con su comercializadora
Debe tener paciencia y ser insistente tras la llamada de teléfono para solicitar estos tres cambios. Su compañía distribuidora se resistirá a perderle como cliente. Por ley, si pasa a PVPC, su comercializadora será la misma que la comercializadora de referencia que haya en su zona, que no siempre es la misma a la que tiene en tarifa de libre mercado. Por ello, tras solicitar los cambios pertinentes, le darán un número de expediente de su solicitud. Este número le servirá para insistir y que no se demoren con su cambio de tarifa, una estrategia habitual para disuadir al cliente de sus intenciones.
Existen algunos otros pequeños detalles que también sirven a la hora de optimizar o gastar lo menos posible en la luz. Las neveras programables pueden aumentar un grado la temperatura respecto a la que se tiene por la noche y esto consigue una mejora del rendimiento. Las bombas de calor no suelen ofrecer un gran rendimiento y aparatos como los pequeños calentadores de aire generan elevados consumos de electricidad.
La factura conjunta no ahorra
Por otro lado, una triquiñuela que utilizan las compañías es ofrecer la factura de gas y electricidad de manera conjunta con la promesa de que eso supondrá un ahorro, algo similar a lo que sucede con los servicios de telecomunicaciones domésticos. Sin embargo, los expertos consultados por El Confidencial no consideran que la factura de gas y luz conjunta suponga un ahorro.
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