Conciliar ateísmo o agnosticismo con hispanismo.

Hispanidad

Digo Hispanidad y no Españolidad para atenerme al viejo concepto histórico-geográfico de Hispania, que abarca toda la Península Ibérica, la Iberia occidental –porque hubo otra, la oriental– el extremo Occidente, y que acaso por ello, pues los extremos se tocan, tocó al extremo Oriente. Recuérdese que los portugueses, los extremos occidentales de nuestro extremo Occidente, los que no han visto sino ponerse al sol sobre su mar nativo, se fueron, mar tenebroso adelante, a ver salir el sol sobre él, a crear un Imperio del Sol Naciente. Y tras ellos Colón, el judío, al servicio de Castilla, la de tierra adentro, se fue por el poniente a buscar la tierra del sol naciente. Y dio con las Indias Occidentales. ¿Occidentales?

Digo Hispanidad y no Españolidad para incluir a todos los linajes, a todas las razas espirituales, a las que ha hecho el alma terrena –terrosa sería acaso mejor– y a la vez celeste de Hispania, de Hesperia, de la Península del Sol Poniente, entre ellos a nuestros orientales hispánicos, a los levantinos, a los de lengua catalana, a los que fueron cara al sol que nace, a la conquista del Ducado de Atenas.

Y quiero decir con Hispanidad una categoría histórica, por lo tanto espiritual, que ha hecho, en unidad, el alma de un territorio con sus contrastes y contradicciones interiores. Porque no hay unidad viva si no encierra contraposiciones íntimas, luchas intestinas. Y la única guerra fecunda es la guerra civil, la de Caín y Abel, la de Esaú y Jacob, la guerra no ya hermanal sino mellizal.

Un territorio tiene un alma, un alma que se hizo por los hombres que dio a luz del cielo. Y cuando un territorio como es el de Hispania está fraguado de íntimas contraposiciones, obra de Dios, sus hijos son hijos de contraposición. Tienen el alma de Job. (...)

Y bien, a fin de cuentas, ¿qué es la Hispanidad? Ah, sí yo la supiera… Aunque no, mejor es que no la sepa, sino que la anhele, y la añore, y la busque, y la presienta, porque es el modo de hacerla en mí. Y aquí, en este rincón de mi terruño nativo, sentado sobre la yerba que me da del Pirineo «la ceniza verde», frente a la mar materna, bajo el cielo del Carro, busco en el hondón de mi raza, en mi corazón milenario, al Dios hispánico que me ha de responder de mi destino.

Miguel de Unamuno.
Hendaya, 18 de agosto de 1927
Miguel de Unamuno, Hispanidad / 1927
 
Claro, es como si alguien nos dice que los pulmones ya no tienen sentido porque en esta sala se acaba el oxígeno... Ni al que asó la manteca.

Saludos.

Pero es que esa es tu perspectiva atea, de que no existe Dios, de que la religión solo debe 'servir' a otras causas.

Los católicos no lo somos porque si, lo somos porque creemos en Dios, que está por encima de todo.

Y si el catolicismo ya no 'sirve', es porque nuestra sociedad le ha dado la espalda a Dios y está sembrando lo que merece.
 
Pero es que esa es tu perspectiva atea, de que no existe Dios, de que la religión solo debe 'servir' a otras causas.
No católico => ateo. Entiendo ...:roto2: Yo no hablo de lo que debe ser la religión, sino de lo que es a la luz del estudio de la historia de las religiones. Las religiones que pierden la capacidad de dotar de cohesión interna a los pueblos terminan por extinguirse. Pasó con los romanos, los griegos, etc. Este hecho es incontrovertible e independiente de que seamos creyentes o no.
Los católicos no lo somos porque si, lo somos porque creemos en Dios, que está por encima de todo.
Vale, pero también está por encima del catolicismo y del Papa. Si los católicos anteponéis a vuestro sentimiento español la obediencia a una religión sumamente jerarquizada y cuyo sumo pontífice es un jefe de Estado de un país extranjero que bajo la excusa de ser representante del Dios católico tiene su propia agenda política, actualmente a favor de la multiculturalidad y el ecumenismo, entenderás que los que no somos católicos sospechemos de la españolidad de los que os consideráis católicos practicantes y obedientes de Roma.
Y si el catolicismo ya no 'sirve', es porque nuestra sociedad le ha dado la espalda a Dios y está sembrando lo que merece.

Rusia también le "dio la espalda" a Dios, a su dios ortodoxo y sin embargo no se derrumbó su sistema de valores. En la Rusia postcomunista no existe el sinvergonzonerío y antipatriotismo que hay en España. Yo creo que existen razones seculares independientes de la religión para explicar la falta de valores de la sociedad española, aunque ciertamente el sustrato católico siempre está ahí. Por tanto habría que concluir que España tiene lo que se merece por haber alimentado durante demasiado tiempo un catolicismo ultramontano y más basado en la de derechasda y la coerción que en la verdadera elección personal. Y por haber supeditado sus intereses nacionales a los del Papa.
 
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Estoy de acuerdo con Bernaldo en que Hispanidad y lo que se sabe y espera de ella, sin catolicismo, es como un bocadillo de pan... Solo pan.

No es fácil de aceptar desde el punto de vista de aquellos que están en la idea de que "Dios ya no es necesario, gracias a dios...". Pero ello tiene consecuencias que trasienden absolutamente a la comprensión de ese fenómeno desde el punto de vista utilitarista: poner "lo que haga falta" para dar sentido a las cosas.

El caso es que las cosas ya tienen sentido y es más "fácil" encontrarlo desde un punto de vista capaz de escapar a la "gravedad" de la realidad material. Un sistema no puede entenderse completamente siendo parte del sistema. Son los sucesivos "¿y si?" los que facilitan una percepción de las cosas menos encorsetada en las consecuencias de esas cosas.

Por tanto, el sustrato católico de la hispanidad, es la hispanidad misma, porque le dota de un carácter que está más allá de los anhelos mundanos y de sus consecuencias. Quien teme a Dios (y le ama), sabe (y acepta) que al Gran Árbitro es imposible engañarlo; que por más que se retuerzan las leyes y las costumbres, el "ojo que todo lo ve" sabe de las maniobras de su alma.

Hoy gracias a la tecnología, somos conscientes de que no "uno" sino miles de ojos mecánicos y electrónicos pueden observar cada acción cotidiana. Solo necesitan un motivo o una prevención...

Pero ¿Quién vigila al vigilante? Sin Dios y con la absoluta certeza de que no existe la Verdad ¿cómo podemos estar seguros de que el concepto "justicia" no mude al son de los tiempos? Y si lo que ahora damos por "permanente", mañana cambiara sin que podamos evitarlo ¿seguirá operando esa tecnología bajo la estricta vigilancia de lo que es justo y legal tal como hoy se entiende?

¿Se imaginan a un poderoso actual, que se sabe inmune a las leyes de los hombres, actuar sobre los hombres sin otro árbitro que su deseo? Pues es eso lo que ha cambiado radicalmente las espectativas del hombre para con el hombre. Y no me vale que en un clima empapado por Dios, algunos hombres operasen hipócritamente: una sociedad que en general asume Su presencia, tiene de su parte una autoridad jovenlandesal que está por encima del rey. ¿Qué autoridad equivalente disfrutamos ahora?. Pues aquella que nació de la cosmovisión cristiana y que vive de una inercia que no es difícil entender que se está agotando. ¿Tal vez sea ese el destino del "nuevo" hombre y de la "nueva sociedad"? ¿Aquello que pone fin a la influencia -incluso jovenlandesal- del viejo orden?.

Comparando el resultado de lo que fue y lo empieza a ser sin una idea de Dios como árbitro de TODO, lo vamos viendo y sufriendo poco a poco. Millones de vidas cada vez más vacías y unos miles de egos inflados y bolsillos a rebosar. ¿Alguien se imagina que ningún país pueda repetir la epopeya española a partir de una cosmovisión incapaz de abstraerse de la gravedad de la materia?

No se trata solo de comparar a aquellos hombres y mujeres con los actuales, como si fueran de especie distinta... El eslabón perdido se llama Dios, que además de una idea, actúa sobre el creyente. Y eso lo dice quién buscó autoconvencerse -y por momentos lo consiguió- que existen múltiples vías para una vida espiritual plena sin necesidad de Dios; que bastaba con buscar dentro de uno mismo para encontrar la Verdad... ¿Cómo llegar a conocerse uno mismo si se excluye el contraste con los demás y con el mundo sensorial e intuitivo que nos rodea?.

Una base filosófica capaz de advertir al hombre de su pequeñez absoluta respecto al Gran Árbitro, tiene la capacidad de domeñar los impulsos que resultan de nuestra imperfección. Sin esa idea gravitando sobre la conciencia humana (de gobernantes y gobernados) ¿quién y bajo qué "ley" osará desalojar de sus tronos a esos humanos que, como nosotros, son tan sublimes como perversoss pero con la potestad de cambiar a conveniencia la posición y naturaleza del eje sobre el que se articula toda la sociedad?.

Es tan brillante la acción española que aun con las oscuridades derivadas de la acción del hombre imperfecto, ofusca y mueve a la incredulidad. Tal vez sea su enorme tamaño y la inspirada luz que lo inundó todo, que hoy, con nuestros ojitos rígidos de vanidad, no somo capaces de mirar sin que nos ciegue.

No solo es enemistad de "nuestros enemigos" la que opera en el tras*fondo. Es también incredulidad e incapacidad para sumir que unos pocos hicieran tanto durante tanto tiempo. Y si su "leyenda de color" perdura, no es solo porque la máquina de la propaganda siga trabajando a pleno rendimiento a pesar de la verdad que tímidamente emerge para no volver a sumergirse: es la incapacidad del hombre "moderno" de entender las cosas desde una perspectiva que se niega racionalmente (?) a aceptar que el universo no gira a "su" alrededor...
 
... Es complicado encontrar una sociedad separada del hecho religioso, porque en el momento que introduces en la legislación elementos ****o cristianos, o directamente católicos, estás imbricando la religión con el marco legal, que debería estar al margen.

Pongo un ejemplo: el arrepentimiento.

Es una figura judía, que luego adopta el cristianismo. Es el dolor por haber hecho algo malo y el firme propósito de no hacerlo, por ser jovenlandesalmente deleznable. Viene del hebreo: volver a Dios.

En las leyes españolas actuales es una atenuante, como la confesión espontánea. Tú matas a tu padre y te arrepientes y entonces ¿qué pasa? ¿tu padre se levanta con todo el hachazo en la frente y te dice: bah, no pasa nada, no me lo vuelvas a hacer y pelillos a la mar?

Hay hasta etarras arrepentidos, imagínate.

La influencia del bagaje religioso en el orden legal, social y cultural del país es más importante de lo que a veces nos parece. Lo tenemos tan aceptado que ni siquiera lo notamos.

Cualquier marco legal responde al concepto de justicia, algo que va intrínsecamente unido al hecho religioso. No se puede separar el concepto de justicia con el de religión como no se puede separar el hidrógeno del oxígeno, si quieres que el agua siga siendo agua.

Otra cosa será analizar la influencia de cada credo tenga en los distintos marcos legales, pero como tal son conceptos inseparables.

A mí la ciencia me dice por qué una estrella es acondroplásica blanca, estrella de neutrones o brilla de una manera u otra y además me dice que estoy hecho de elementos y cómo se formaron. Por más que lea la Biblia solo me enteraré de que las cosas existen, que algo las habrá hecho aparecer y que ese algo es inteligente y se llama Alah, uy, perdón Ganapati, oh, no pasa nada, fue Osiris, o quizás, sí, ese, el que siguen mis cercanos (Qué gozosa casualidad!!), el Dios Católico Único. :

Yo no lo entiendo así, más bien creo que la ciencia te puede explicar cómo se forma y evoluciona una estrella acondroplásica blanca, o cómo influye en los elementos vecinales, pero no porqué se ha formado, ya que todo porqué alude a alguna causa o razón, que fisicamente siempre es consecuencia de otra hasta que finalmente llegas a la causa metafísica, esa que no puede explicar la ciencia.

En el cristianismo, el propio nombre de Dios revela dicha afirmación: «yo soy el soy», aludiendo así al concepto existencial puesto que nada puede ser si no existe. La causa primera, la existencia, no puede eludirse por la relación de las consecuentes causas derivadas de esta sino que inevitablemente te conduce a ella. La ciencia está condenada a encontrarse con Dios.

Un saludo

---------- Post added 29-oct-2016 at 13:36 ----------

Como contestación al tema de este hilo, creo que de igual forma que no se puede separar la justicia de la religión por tener la misma raíz, no no se puede separar el hispanismo de la catolicidad pues lo primero es consecuencia de lo segundo. Amarás a Dios -causa original- sobre todas las cosas, y al projimo -consecuencia de la causa- como a tí mismo. Dios es la causa y lo hispano su consecuencia.

No es el hispanismo quien tiene que reconcialiarse con el ateismo o el agnosticismo, sino estos con Dios para que el hispanismo se reconcilie en ellos.

---------- Post added 29-oct-2016 at 13:57 ----------

¿es posible un Hispanismo moderno que abrace los valores jovenlandesales hispanocristianos y que al mismo tiempo vaya acorde a los tiempos sin caer en absurdeces ni paletismos?

No se puede abrazar la jovenlandesal cristiana, hispánica o de cualquier otra cultura, si no se abraza igualmente a Dios, pues en el propio concepto de jovenlandesal está el discernimiento entre lo que es bueno y lo que es malo, y como jovenlandesal cristiana que es, Dios es origen de todo bien y su negación la causa de todo mal.

Lo que Ud propone es otro tipo de cultura que nada tiene que ver con el hispanismo tal y como podemos entenderlo, porque su valor primordial ha sido la fe, una fe concreta y fundamental de dicha cultura tal y como puede serlo el hombre o la lengua. Si eliminamos la fe católica de la ecuación hispana, esta pierde todo su sentido y significado. Es como si Ud tratase de eliminar la Energía de la ecuación de la relatividad de Einstein y pretendiese que la materia o la velocidad de la luz siguiesen teniendo algún significado en la misma.
 
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Tus ejemplos son absurdeces.

Argumento ad lapidem.


Los sentimientos no tienen por qué explicar a Dios.


Santo Tomas de Aquino en su primera via argumenta en favor de la existencia de Dios sin apelar a los sentimientos. Escolasticismo puro y duro. Ese argumento, conjuntamente con "El argumento de Usted" que puedes encontrar en mi hilo homonimo son dos argumentos en favor de la existencia de Dios.

La ciencia ha desplazado mamarrachadas como que la Luna es de queso o que el Sol está vivo, al igual que lo hizo con muchas de las anécdotas que se cuentan en el A.T.

1) Argumento ad lapidem: no explica ni cita como la ciencia a desplazado "mamarrachadas", en que consisten dichas "mamarrachadas".
2) Falacia del atun rojo: habla de la "luna de queso" cuando el A.T en ningun momento dice tal cosa. Dice que el A.T. enuncia que el Sol esta vivo, cuando los textos religiosos cristianos JAMAS afirman tal cosa.
3) Argumento ad lapidem: no cita las "anecdotas"del A.T. ni expone como la ciencia las ha refutado.
4) Non sequitur: la existencia de Dios no se demuestra a partir del A.T. sino a partir de la Filosofia. Luego, abordar el A.T. bajo ninguna circunstancia niega la existencia de Dios tal cual es demostrada por Santo Tomas de Aquino en su primera via.

La existencia o no de Dios es un tema demasiado complejo y desconocido como para ir afirmando algo.

Si ese es el caso, entonces predica con el ejemplo y callate la boca, en vez de andar soltando falacias.
 
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¿Cual es otro de lso problemas del "hispanismo"?

Que le encanta tachar a cualquier postura que no le gusta de "germanofila,francofila,anglofila, etc"

Pero luego no tiene ningun inconveniente en ser vaticanófilo, cuando en el estado papal está uno de los grandes enemigos o traidores a nuestra civilización, el boludo de la fortaleza.
 
Aquí veo una línea de "hispanistas ultraortodoxos" que tenéis un discurso interesante, que sirve un poco como Guardián de la Tradición y tal, pero el OP creo que tiende un puente hacia un hispanismo llamémoslo heterodoxo que tampoco tiene por qué ir mal y puede ser hasta más vendible.

Cuesta entender la ortodoxia sobre todo si no se es consciente de qué es lo que trata de proteger y de quién. Las ortodoxia no constituye solamente un modo conservador de contemplar las cosas que funcionan. En el mundo católico, se han dado pruebas suficientes de que la inquietud intelectual, siendo un privilegio, conlleva peligros y los aborda desde el conocimiento profundo del hombre y sus circunstancias.

Si un niño pide algo, el padre, que por experiencia sabe de las consecuencias que puede acarrear darle lo que pide, puede o no aceptar la petición. Si el padre es una persona preparada y con suficiente experiencia, puede matizar los porqués de su decisión. Muchas veces, sin ser capaces de llegar tan lejos, se guía de lo que aprendió y que a su juicio de adulto, simplemente funciona.

Hay ortodoxías de adhesión y las hay de convencimiento.

Desde estas últimas y con la boca pequeña, pues ni soy un experto ni es mi voluntad convencer sin argumentos a nadie, le digo que esa manera de heterodoxia a la que usted concede una posibilidad, me parece desacertada y me explico.

Si lo llamamos Hispanidad, debe ser según el espíritu concreto y religioso de la Hispanidad. De otro modo, será cualquier otra cosa. De esas otras cosas, existen por ejemplo La Comunidad Francófona o la Commonwealth. Ambas tienen que ver con el hecho histórico y la cultura impuesta por sus metrópolis. Y sobretodo, porque dichas metrópolis tienen en el mundo una fuerza suficiente como para que sus enemigos naturales se lo piensen antes de descalabrar el invento.

Cosa que no ocurre ni con la metrópoli española ni con ninguno de los países del espacio hispano.

La fuerza necesaria no la tenemos a ninguno de los lados del mar y por contra, la debilidad se manifiesta en su esplendor en la forma en que cualquiera de esos países parece estar dispuesto a pelear entre sí y mirando a España con una desconfianza pertinaz... en el mejor de los casos.

Teniendo, como tenemos, un espacio cultural compartido que haría difícil entender porqué no se sustancia en unas relaciones bilaterales privilegiadas que nos enriquecerían a todos de muchos modos, la explicación de que no sea así abría que buscarla en las voluntades internas (tal vez la masonería podría decirnos algo al respecto) y las externas, en las cuales estoy convencido, influye el recuerdo de una época pasada y sus peligros de igual modo que su deseo de conservar su actual hegemonía...

Dicho de otro modo, lo tenemos "clarinete".

Y esto me da pié a reafirmarme en mis posiciones actuales a las que no he llegado de repente ni de manera fácil: solo la fuerza del espíritu es capaz de torcer este destino "manifiesto" al que estamos condenados. Si las poblaciones hispanas comprendiera primero el verdadero legado de lo hispano y en segundo lugar, el motivo de su fortaleza, pues en vez de ser unos pocos los convencidos, seríamos muchos más. Y para ello es necesaria no solo una catarsis colectiva, sino ante todo personal.

Difícil, por no decir imposible a la luz de mundo real. Pero no sería la primera vez que como actitud ante agudas y crónicas crisis, la gente buscara respuestas en vez de propaganda.

Saludos.
 
En la medida que la cultura hispana ha ido abandonando la fe catolica, ha ido perdiendo su fuerza e influencia en el mundo. Esa es una ecuación que puede comprobarse consultando la historia. Si la ortodoxia es mantener esa fe y la heterodoxia considerarla como un elemento secundario, entonces quizá sea la heterodoxia hispana la que deba reconciliarse con la fe para el bien de la hispanidad.

La fe católica o la cultura bispana no son conceptos que puedan venderse ni comprarse. La primera es un don que Dios concede y la segunda una propuesta que el hombre hace, pero ambas se sostienen en la gratuidad y la libertad como elementos esenciales del alma hispana.

Otras creencias y propuestas pueden ser a día de hoy más atractivas, pero eso no las hace más autenticas ni perdurables en el tiempo.
 
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¿Cual es otro de lso problemas del "hispanismo"?

Que le encanta tachar a cualquier postura que no le gusta de "germanofila,francofila,anglofila, etc"

Pero luego no tiene ningun inconveniente en ser vaticanófilo, cuando en el estado papal está uno de los grandes enemigos o traidores a nuestra civilización, el boludo de la fortaleza.

No es que "nos" encante. Es que es así. Es el enfrentamiento entre dos cosmovisiones, la del espíritu y la de la materia. Es Dios primero contra la étinia o la tribu. Es Dios primero contra la exclusiva satisfacción de interese privados. Es Dios primero frente al determinismo y por fín, es una idea de España, que sin renunciar a sus orígenes, alcanza su explendor en la forma original y católica de entender al hombre.

El Vaticano es y ha sido mucho más que un Estado con intereses o un árbitro en los viejos equilibrios de poder, en los que por cierto, ahora apenas nada tiene que decir si no es llamando al corazón de la gente y no al del los estados.
 
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No es que "nos" encante. Es que es así. Es el enfrentamiento entre dos cosmovisiones, la del espíritu y la de la materia. Es Dios primero contra la étinia o la tribu. Es Dios primero contra la exclusiva satisfacción de interese privados. Es Dios primero frente al determinismo y por fín, es una idea de España, que sin renunciar a sus orígenes, alcanza su explendor en la forma original y católica de entender al hombre.

El Vaticano es y ha sido mucho más que un Estado con intereses o un árbitro en los viejos equilibrios de poder, en los que por cierto, ahora apenas nada tiene que decir si no es llamando al corazón de la gente y no al del los estados.

Con el espíritu sólo no haces nada. Para ganar las guerras con las que defender un imperio además de estar motivado por el espíritu santo y la aparición mariana de turno se necesitan víveres, armamento, recursos financieros, etc.
Estados Unidos fue fundado por próceres nacionales profundamente religiosos, seguramente más que Hernán Cortés o Pizarro que simplemente querían pegar un buen pelotazo que les estaba vedado en su terruño. George Washington en cambio procedía de una familia noble inglesa que no tenía problemas económicos ni ambiciones que colmar, pero que sentían que sus creencias, mucho más profundas que las de cualquier católico español en tanto que eran libremente elegidas, no se respetaban. Los santos del Myflower antepusieron Dios al dinero. Pero tuvieron la sabiduría de separar la religión de lo secular para construir un país donde todos tuvieran cabida.
 
Argumento ad lapidem.





Santo Tomas de Aquino en su primera via argumenta en favor de la existencia de Dios sin apelar a los sentimientos. Escolasticismo puro y duro. Ese argumento, conjuntamente con "El argumento de Usted" que puedes encontrar en mi hilo homonimo son dos argumentos en favor de la existencia de Dios.



1) Argumento ad lapidem: no explica ni cita como la ciencia a desplazado "mamarrachadas", en que consisten dichas "mamarrachadas".
2) Falacia del atun rojo: habla de la "luna de queso" cuando el A.T en ningun momento dice tal cosa. Dice que el A.T. enuncia que el Sol esta vivo, cuando los textos religiosos cristianos JAMAS afirman tal cosa.
3) Argumento ad lapidem: no cita las "anecdotas"del A.T. ni expone como la ciencia las ha refutado.
4) Non sequitur: la existencia de Dios no se demuestra a partir del A.T. sino a partir de la Filosofia. Luego, abordar el A.T. bajo ninguna circunstancia niega la existencia de Dios tal cual es demostrada por Santo Tomas de Aquino en su primera via.



Si ese es el caso, entonces predica con el ejemplo y callate la boca, en vez de andar soltando falacias.

Tus ejemplos son insensateces porque te basas en un argumento falaz. Las emociones de los bomberos del 11 S no demuestran que Dios exista. Ni que a tí la Divina Comedia te parezca una obra "divina". Supongo que un yonqui con sus dosis de heroína también estará convencidísimo de que ve a Dios entre chute y chute.

Es el problema con los fanáticos, que apelan a los sentimientos para intentar justificarse y hacerse los listillos y cuando los rebaten se vuelven locos insultando.

Y no, ya sé que en A.T. no dice que la Luna es de queso, pero sí que menciona la creación del mundo en 7 días... aaaah, que no es en sentido literal, que hay que "interpretarlo", eso sí, siempre de forma que encaje con la teoría científica en el año que toque justificar ese relato de cabreros del desierto.


Todos estos hispanistas ultraortodoxos hablan de una versión distorsionada de lo que fue el Imperio Español. Los españoles fueron "hispanistas", no "vaticanistas", empezando por el propio Felipe II que fue excomulgado por ir en contra de los intereses del papa. Y con eso no niego su sacrificado carácter católico.
 
Digo que sí.

El hecho religioso tiene dos partes, relacionadas pero diferentes. Una es la personal (lo que se dice espiritualidad) lo íntimo, lo que sinceramente se cree o no. Otra es la colectiva: liturgia, celebraciones, cultura y...un sistema de valores que supuestamente se basa en la creencia. Pero no tiene porqué. Ahí está el fenómeno de los "ateos católicos"

Personalmente soy creyente, y se me hace imposible conciliar jovenlandesal con ateísmo (con el agnosticismo sí) pero en fin, si hay gente más inteligente que yo, que asevera haberlo hecho pues...concederé que para otras personas sí lo es.

Filántropo, te considero sin problemas mi camarada en esta lucha por recuperar España. Y ya que no eres creyente, si te vienen mal dadas, yo rezaré por los dos.

Te doy toda la razón.

Analizándolo fríamente la religión no es si no una capa "cultural" importantísima en una sociedad o civilización, la más llamativa junto al idioma, o la raza en algunos casos. Sin embargo, como tú dices la religión se puede dividir en dos partes: la parte exterior y social, como una procesión del pueblo o el desfile de un Cristo por una unidad del ejército y la parte interior, que es la creencia personal en cuanto a lo que la religión manifiesta y no sólo el "amor por las costumbres".

Me hace mucha gracia ver a gente en este hilo retirándome el carnet de Hispanista por creer que el agnosticismo es compatible con el Hispanismo. ¿Retiramos el carnet de hispanista a Isabel la Católica por no solicitar deliberadamente la bula papal que le permitía casarse con Fernando? ¿A Felipe II por ser excomulgado por el papa por luchar en contra de sus intereses en San Quintín?

Muchas veces las respuestas a problemas presentes están en los libros de Historia. Los monarcas españoles no dudaron en luchar por su Fe, pero no vendieron a su pueblo ni relegaron los intereses de su Imperio por la Santa y Burocrática sede. Porque por encima de todo usaban la cabeza.
 
Con el espíritu sólo no haces nada. Para ganar las guerras con las que defender un imperio además de estar motivado por el espíritu santo y la aparición mariana de turno se necesitan víveres, armamento, recursos financieros, etc.
Estados Unidos fue fundado por próceres nacionales profundamente religiosos, seguramente más que Hernán Cortés o Pizarro que simplemente querían pegar un buen pelotazo que les estaba vedado en su terruño. George Washington en cambio procedía de una familia noble inglesa que no tenía problemas económicos ni ambiciones que colmar, pero que sentían que sus creencias, mucho más profundas que las de cualquier católico español en tanto que eran libremente elegidas, no se respetaban. Los santos del Myflower antepusieron Dios al dinero. Pero tuvieron la sabiduría de separar la religión de lo secular para construir un país donde todos tuvieran cabida.

Los "santos" del Myflower serán santos para usted y que los próceres usanos fueran más fervientes cristianos que los oportunistas católicos desherados de su propia tierra, ya no le digo a que me suena...

Por otra parte, me parece que a estas alturas reclamar el lugar que le corresponde al espíritu humano en tanto que somos humanos en carne y espíritu, me parece que no necesita de ninguna apostilla adicional para dejar claro que no me olvido de la integridad de las necesidades humanas.

Ora et labora.
 
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