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Madmaxista
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A tenor de lo publicado en varios hilos donde se cuestiona la presencia de nevera en casa, sólo decir que se puede ahorrar sin necesidad de eliminarla.
Hay varias recetas simples de ahorrar mucha energía con este electrodoméstico, el cual para la mayoría ha de estar siempre e irremediablemente conectado. Las cuento (a mí me funcionan) y desde que las aplico, he notado un descenso en la factura de la luz.
1º) Colocar la nevera lo más lejos posible de fuentes de calor tales como hornos, microondas, hornillos, sandwicheras, fogones... incluso de la ventana para que el sol no pueda alcanzarla. Si puede moverla a un sitio fresco y lo más aislado del calor posible, tal como una despensa, aún mejor.
2º) Dependiendo del tipo de nevera, la potencia, las frigorías, y el clima de donde vivamos, se debe poner la nevera al mínimo posible para que mantenga los alimentos fríos pero sin que se estropeen. Si no sabe dicho límite, haga la prueba gradualmente (en mi casa la tengo siempre al mínimo, y funciona perfectamente, no se estropea ningún alimento). Lo mismo con el congelador: si puedes regularlo, no necesita estar a -24º. Con estar a -14º es más que suficiente. El gasto se dispara por cada grado negativo más que queramos congelar, sobre todo en verano y en los meses de calor.
3º) A algunos modelos de frigoríficos, el introducir un plato con agua en una de las bandejas les ayuda conservar el frío del habitáculo.
4º) A la hora de descongelar algún alimento del congelador, se puede ahorrar energía sacándolo fuera del congelador y dejándolo en la nevera uno o dos días antes. Esto ayudara a varias cosas:
- Ahorrar energía: al estar congelado, ayudará a enfriar la propia nevera.
- Ahorrar energía al no descongelar el alimento rápidamente (por ejemplo, en el microondas o en el horno).
- El alimento al descongelarse lentamente tendrá un mejor sabor y conservará mejor sus propiedades alimenticias.
5º) Dejad huecos y espacios internos, y no llenarla de golpe: esto último consumiría más energía al aumentar su temperatura interna y no circular bien el aire.
6º) Si su nevera es vieja o ya tiene bastantes años, considere la compra de un nuevo aparato. El gasto energético de estos aparatos aumenta mucho, llegando a dispararse con el tiempo, y los nuevos modelos llegan a ofrecer hasta un rendimiento energético de A+++. Depende del uso que le de a este aparato, suele ser una buena idea reemplazar su viejo refrigerador.
7º) Si su nevera no tiene un sistema "no frost", descongélela cada poco: cuanto más hielo haya en el congelador o en el fondo del refrigerador, peor es el rendimiento energético que ofrece, menor es el espacio del que dispone y mayor es el gasto de electricidad.
8º) Si se va de vacaciones en verano y suele dejar la nevera con poca cosa, lo mejor es que la desconecte. El gasto energético que producirá durante ese tiempo suele ser siempre mayor que el valor de los alimentos que conserve dentro. Si no es "no frost", aproveche además para que se vaya el hielo.
Hay varias recetas simples de ahorrar mucha energía con este electrodoméstico, el cual para la mayoría ha de estar siempre e irremediablemente conectado. Las cuento (a mí me funcionan) y desde que las aplico, he notado un descenso en la factura de la luz.
1º) Colocar la nevera lo más lejos posible de fuentes de calor tales como hornos, microondas, hornillos, sandwicheras, fogones... incluso de la ventana para que el sol no pueda alcanzarla. Si puede moverla a un sitio fresco y lo más aislado del calor posible, tal como una despensa, aún mejor.
2º) Dependiendo del tipo de nevera, la potencia, las frigorías, y el clima de donde vivamos, se debe poner la nevera al mínimo posible para que mantenga los alimentos fríos pero sin que se estropeen. Si no sabe dicho límite, haga la prueba gradualmente (en mi casa la tengo siempre al mínimo, y funciona perfectamente, no se estropea ningún alimento). Lo mismo con el congelador: si puedes regularlo, no necesita estar a -24º. Con estar a -14º es más que suficiente. El gasto se dispara por cada grado negativo más que queramos congelar, sobre todo en verano y en los meses de calor.
3º) A algunos modelos de frigoríficos, el introducir un plato con agua en una de las bandejas les ayuda conservar el frío del habitáculo.
4º) A la hora de descongelar algún alimento del congelador, se puede ahorrar energía sacándolo fuera del congelador y dejándolo en la nevera uno o dos días antes. Esto ayudara a varias cosas:
- Ahorrar energía: al estar congelado, ayudará a enfriar la propia nevera.
- Ahorrar energía al no descongelar el alimento rápidamente (por ejemplo, en el microondas o en el horno).
- El alimento al descongelarse lentamente tendrá un mejor sabor y conservará mejor sus propiedades alimenticias.
5º) Dejad huecos y espacios internos, y no llenarla de golpe: esto último consumiría más energía al aumentar su temperatura interna y no circular bien el aire.
6º) Si su nevera es vieja o ya tiene bastantes años, considere la compra de un nuevo aparato. El gasto energético de estos aparatos aumenta mucho, llegando a dispararse con el tiempo, y los nuevos modelos llegan a ofrecer hasta un rendimiento energético de A+++. Depende del uso que le de a este aparato, suele ser una buena idea reemplazar su viejo refrigerador.
7º) Si su nevera no tiene un sistema "no frost", descongélela cada poco: cuanto más hielo haya en el congelador o en el fondo del refrigerador, peor es el rendimiento energético que ofrece, menor es el espacio del que dispone y mayor es el gasto de electricidad.
8º) Si se va de vacaciones en verano y suele dejar la nevera con poca cosa, lo mejor es que la desconecte. El gasto energético que producirá durante ese tiempo suele ser siempre mayor que el valor de los alimentos que conserve dentro. Si no es "no frost", aproveche además para que se vaya el hielo.
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