Fácil: se obliga por ley a que haya que contratar porcentajes de varios grupos de edad y se audita. Se da la opción de justificar el por qué se ha de dar preferencia a uno o más grupos de edad y se puede hasta ser razonables. Se les da plazos amplios para que puedan adaptarse con lo cual se puede incluso esperar a las jubilaciones de los trabajadores actuales.
Está claro que si a los mercados (que no digo empresarios) no se les fuerza, van a jorobar al ciudadano como están haciendo en la actualidad. Al empresario honesto que crea empleo y que realmente produce, esto no le supondrá problema si es que obran de buena fe, y por supuesto pueden justificar su caso particular.
Este modelo funciona en otros países de seres de luz (de facto o no).
¿Se quiere forzar a los inversores a hacer lo que no quieren?
¿O se pretende atraer a los inversores para que creen riqueza y empleo?
Hay que ser realista y obrar de manera racional; eso si se quiere progresar, claro está. Si se prefiere sucumbir a las emociones y los sueños, el fracaso es seguro.