Este es mi desayuno de hoy y estoy muy satisfecha con el resultado. El sabor realmente no tiene nada que ver con los yogures griegos envasados. Está delicioso y creo que se va a convertir pronto en amigo íntimo de mi nevera.
Llevo ya años haciendo mi yogur casero natural en casa. Al principio lo hacía sin yogurtera y ahora por comodidad lo hago con. El resultado no es tan consistente como un yogur comprado pero el sabor y la posibilidad de elegir los ingredientes me compensa de sobra.
De momento he renunciado a hacer yogures de fruta o de sabores porque los resultados no me han acabado de convencer. Compré en Francia un libro de yaourts maison donde aparecen unos yogures espectaculares pero creo que el mérito del libro lo tiene el fotógrafo porque es uno de esos libros donde las recetas no salen (por desgracia hay muchos libros así).
Con lo que sí me decidí finalmente es con el yogur griego. Obtener la receta no ha sido fácil. Si cliquéais yogur griego en Google os saldrán centenares de recetas pero la mayoría son simplemente recetas de yogur casero, no griego. Y sólo unas pocas mencionan el secreto real, el filtrado del yogur.
Al final, de todo lo que leí, hice mi propia receta y esta es la que voy a compartir con vosotros.
Para empezar vamos a tener que hacer un yogur casero. Lo podéis hacer con yogurtera o sin. Para el yogur griego os aconsejo hacerlo sin. Yo lo hice con yogurtera y me arrepiento porque una vez tengáis el yogur casero lo vais a tener que sacar de los vasos. También porque tenéis que tener en cuenta que para 3 yogures griegos vais a necesitar el doble de leche que usaríais para obtener 3 yogures naturales.
La receta que os propongo es para obtener 3 yogures griegos de unos 100 ml cada uno.
Ingredientes para el yogur casero natural:
800 ml de leche entera (yo la utilizo biológica)
200 ml de nata líquida*
1 yogur natural
(*) No es necesario añadirle nata, le añadí para aumentar el nivel de grasa. Si no le añadís la nata simplemente utilizad 1 litro de leche y un yogur.
Si os decidís a hacerlo con yogurtera simplemente tenéis que mezclar bien todo, verterlo en los vasos y dejarlo al menos 10 horas. Yo acostumbro a dejarlos 12 horas.
Elaboración sin yogurtera para el yogur casero natural:
Vertemos el yogur en pequeños frascos o en un bol grande que se pueda tapar.
Ponemos la leche a fuego lento hasta que llegue a 85º, removiendo de vez en cuando. Esto son unos 10 minutos más o menos. Si no tenéis termómetro, apagad el fuego cuando la leche empiece a humear y subir ligeramente.
Apartamos y removemos la leche de vez en cuando hasta que baje a 45º. Tarda más o menos una media hora. Si baja de 45º, volveremos a encender el fuego hasta que alcance esta temperatura. Si no tenéis termómetro, mete el dedo meñique en la leche. Estará a punto cuando todavía te quemes pero puedas aguantar el dedo dentro.
Vertemos la leche en los botes o bol y removemos bien con una cuchara para que la mezcla quede bien homogénea.
Tapamos los botes o el bol y los guardamos de manera que conserven el calor. Envueltos con papel de diario y metidos en una caja, envueltos con una mata, etc. En mi caso los introduzco dentro del microndas (sin encender) y pongo encima un taper grande de esos de ensaladera. Es un truco que utilicé muchas veces para fermentar la masa del pan en mi piso interior que era una auténtica nevera en invierno.
Dejamos el yogur sin mover para nada al menos 6 horas (mejor toda la noche).
Sacamos los botes y esperamos unos 10 minutos para que pierdan la tibieza.
Este yogur se empieza a espesar en la nevera a partir de las 4 horas y sigue espesando durante los dos primeros días. Sin abrir se conserva unos 8 días.
Pero nosotros no llegaremos a este punto porque con el yogur obtenido pasaremos a hacer el yogur griego.
Elaboración del yogur griego casero:
Cogemos un bol y colocamos dentro un colador (yo utilicé un colador chino). Dentro del colador tendremos que poner una tela. La mejor es la que se utiliza para hacer quesos pero yo lo hice con la tela de una vieja sábana bien limpia. También podéis utilizar un filtro de café.
Vertemos el yogur dentro del colador (con la tela) y lo dejamos en la nevera tal cual (bol y colador incluido) durante 4/5 horas. Si lo dejáis más simplemente será más denso.
Lo sacamos de la nevera y veréis que el suero lácteo queda en el bol y que el yogur se ha convertido en un magnífico yogur griego. Yo lo dejé más tiempo y parece prácticamente un "fromage blanc".
Consejo: no tiréis el suero. Se puede hacer un magnífico pan de leche con él.
Sacar el yogur griego del filtro que hayáis utilizado y ponerlo en un bol. Batid e introducirlo en frascos pequeños de barro o cristal.
Ya tenéis vuestro yogur griego listo para comer.