El burbujista de pro como persona que es y con el agravante de ser español y del pp además, tiene tantas ansias o más de tener un piso en propiedad que el pepito común.
Ahora bien, señor mister troll, hay un matiz diferenciador entre ambas especies, el pepito sucumbe bajo las proposiciones que recibe por parte de la visillera, que le incita a hipotecarse de por vida mediante proposiciones obscenas para acceder al dichoso piso en propiedad, ya sea un piso de 60 metros o uno de 180 sin tener en cuenta factores como la situación, año de construcción, estado del mismo, etc... mientras eso sucede el burbujista entra en un estado especial, una especie de hibernación, durante ese tiempo ahorra utilizando técnicas centenarias como el lonchafinismo. Se nutre tan solo de productos marca Hacendado y rehuye cualquier evento social que implique un gasto no optimizado de los recursos de los que dispone. Aprovecha el tiempo para recopilar todo tipo de información relacionada con el mercado de bienes inmuebles, mientras aguarda cual monje benedictino el momento propicio para lanzar la orden de compra que le permitirá lograr acceder al piso que el pepito compró tiempo atrás con una rebaja del 80%. El burbujista es un ser rudo que no aceptará negociaciones de ningún tipo, sabe lo que quiere, un piso y a que precio lo quiere, mil euros el metro como mucho, todo lo demás es accesorio para él.
La guerra entre ambas especies ha comenzado, solo puede quedar uno.