Los americanos estaban locos por terminar la guerra. Antes de Pearl Harbour, la mayor parte del electorado estaba en contra de meterse en ella, y después, hubo una campaña de propaganda bestial para seducirlos, campaña que a poco que se hubiera alargado el conflicto, se hubieran incrementado las cifras de muertos, y el nivel del vida del pueblo llano se hubiera resentido más, se hubiera venido abajo y hubieran empezado a llegar las críticas. Hiroshima y Nagasaki ocurrieron, entre otras cosas, porque los americanos tenían prisa.
Recordemos que mientras Gran Bretaña estuvo en guerra durante seis años, los americanos sólo estuvieron tres años y medio. Y, desde luego, si se hubiera liado, los rusos se hubieran plantado en los Pirineos en seis meses. Ponte a planificar otro día D, y esta vez sin superioridad numérica ni segundo frente. La guerra hubiera podido durar décadas, y se hubiera parecido un poco a la de la novela 1984.