La Noche de los Peces Espada . La Batalla de Tarento (III):
En las últimas horas del 11 de Noviembre de 1940, 42 hombres de la AAF se dirigieron a sus aparatos dispuestos a escribir una página completamente nueva en la Historia de la Guerra en el mar. Pilotarían 21
Swordfish, separados en dos oleadas de 12 y 9 aparatos. En vez de un tercer pasajero –artillero- los
Swordfish llevarían depósitos de combustible supletorios para el largo viaje de regreso al portaviones.
La primera oleada estaba formada por los siguientes aparatos – en orden, número de identificación, escuadrón, piloto, copiloto y armamento-:
L4A (815) Capitan de Corbeta Williams (comandante) y teniente Scarlett. ( 1 torpedo).
L4C (815) Subteniente Sparke y subteniente Neale. (1 torpedo).
L4R (815) Subteniente Macaulay y subteniente Wray (1 torpedo)
L4K (815) Teniente Kemp y subteniente Bailey (1 torpedo)
L4M (815) Teniente Swayne y subteniente Buscall (1 torpedo)
E4F (813) Teniente Maund y subteniente Bull (1 torpedo)
L4P (815) Teniente Kiggell y teniente Janvrin (16 bengalas y 4 bombas de 250 libras)
L5B (819) Teniente Lamb y teniente Grieve(16 bengalas y 4 bombas de 250 libras)
E5A (824) Capitan Patch y teniente Goodwin ( 6 bombas de 250 libras)
L4L (815) Subteniente Sarra y subteniente Bowker (6 bombas de 250 libras)
L4H (815) Subteniente y subteniente Mardel (6 bombas de 250 libras)
E5Q (824) Teniente Murray y subteniente Paine (6 bombas de 250 libras)
La segunda oleada estaba compuesta por solo 9 aparatos:
L5A (819) Capitan de Corbeta Hale (Comandante) y teniente Carline (1 torpedo)
E4H (813) Teniente Bayly y teniente Slaughter (1 torpedo)
L5H (819) Teniente Lee y subteniente Jones (1 torpedo)
L5K (819) Teniente Torrens-Spence y subteniente Sutton (1 torpedo)
E5H (824) Teniente Wellham y subteniente Humphreys (1 torpedo)
L5B (819) Teniente Hamilton y Subteniente Weeks (16 bengalas y 4 bombas de 250 libras)
L4F (815) Teniente Skelton y subteniente Perkins (16 bengalas y 4 bombas de 250 libras)
L5F (819) Teniente Clifford y Teniente Going (6 bombas de 250 libras)
L5Q (819) Teniente Morford y subteniente Green (6 bombas de 250 libras)
Los primeros 12 Swordfish comandados por Williamson dejaron el
HMS Illustrious a las 20:35 horas y ascendieron a 1.400 metros antes de internarse en un banco de nubes. La misión empezó con mal pie, ya que cuatro aparatos se extraviaron por esta causa - los
L4M, L4L, L4H, E5Q . Aun asÍ ,un flemático Williamson prosiguió el viaje. Ya no había forma de dar marcha atrás.
59 minutos después, a las 21:34 horas, había otros 8 aparatos en el aire. El
L5F (Clifford, Going) habÍa chocado accidentalmente con el
L5Q y tras una serie de reparaciones de urgencia no despegaría hasta las 21:58 horas. A las 22:05, como si el Destino solo quisiera que partieran ocho, el
L5Q (Morford, Green) perdió el depósito supletorio de combustible y a punto estuvo de hacerse añicos contra el mar . El piloto consiguió evitar el desastre y puso rumbo de vuelta al portaviones, pero cometió el error de no avisar de su vuelta. Detectado por el radar del buque, recibió como bienvenida una cortina de fuego antiaéreo, pero aterrizó milagrosamente idemne en la pista. El
L5Q no participaría en la segunda oleada.
No eran los únicos aviones con destino a Tarento aquella noche. Un solitario avión de reconocimiento procedente de Malta entró en el espacio aéreo del puerto a las 22:50. La primera oleada vio el cielo a su llegada surcado por violentas ráfagas de artillería mientras las dotaciones de guardia intentaban abatir al intruso. A pesar de la prevención, ese día parte de la guarnición se encontraba festejando la victoria en la I GM , lo cual iba a jugar a favor de los británicos.
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Doble cañon de A/A italiana de 37 mm
Era el momento. A las 22:56 horas Williamson y sus hombres estaban listos para atacar. Los 4 aparatos extraviados habian llegado a Tarento casi a la vez que el resto, por lo que Williamson tenia a toda su fuerza felizmente al completo . Encendió su semáforo de señalización dando la orden de ataque. Los Swordfish
LP4 y
L5B se adelantaron. Volaron sobre el Cabo de San Vito, bordearon la costa sur del Mar Grande y justo donde los muelles de Trento tocan tierra lanzaron una descarga de bengalas -9 por aparato-. La noche se iluminó de pronto, y las siluetas de los buques de guerra italianos aparecieron en todo su esplendor, asi como de cientos de marineros, soldados y oficiales que alzaban la vista al cielo paralizados por la sorpresa. Los dos
Swordfish zizaguearon para atraer a las primeras andanadas de fuego defensivo . Bombardearon un depósito de combustible al Este de Tarento antes de adentrase en el mar y desaparecer.
Todo Tarento estalló en un torrente de actividad, entre el ulular de las sirenas y los gritos de los oficiales. Rápidamente, como aves de caza despiadadas, los torpederos se lanzaron al ataque. Subdivididos en dos grupos, entraron sobrevolando a 1.200 metros de altura la isla de San Pedro para adentrarse en el Mar Grande buscando a la presa más codiciada: los seis acorazados.
Estos ya estaban dirigiendo sus armas hacia el firmamento nocturno, pero los focos de la base permanecían a oscuras y las dotaciones dispararían a ciegas. Junto a ellos habia anclados decenas de buques más pequeños en los que la sorpresa habia dado paso a la resolución. Cientos de armas antiaéreas comenzaron a barrer el cielo entre ráfagas trazadoras y feroces explosiones. El
L4K atacó primero. Descendió a solo 10 metros del agua esquivando una lluvia de proyectiles y enfiló al
Littorio. Su torpedo le impactó en el costado derecho con un gran estruendo, lanzando una llamarada de fuego que iluminó aún más la rada.
Menos de un minuto después atacó el líder. El
L4A descendió, seguido del
L4R y el
L4C. Encararon al
Conte di Cavour mientras recibían una tormenta de fuego antiaéreo desde este y desde el
Giulio Cesare . Este último alcanzó al
Swordfish de Williamson cuando estaba a 500 m de su objetivo, derribándolo, pero el
L4A consiguió lanzar su torpedo. Una brutal explosión sacudió al Conte de Cavour , abriéndole una brecha tremenda bajo el pañol de municiones por la que entraron toneladas de agua salada al instante. Mientras el gran buque comenzaba a hundirse, el
L4A se estrellaba contra el mar, aunque sus tripulantes sobrevivieron y fueron hechos prisioneros.
Viendo la enorme llamarada brotar del
Conte di Cavour, los pilotos del
L4R y del
L4C cambiaron bruscamente de objetivo y lanzaron sus torpedos contra el
Andrea Doria, pero estos explotaron antes de alcanzar al acorazado, previsiblemente al chocar contra el fondo marino.
En el Littorio, la tripulación apenas se había recuperado del ataque cuando le sobrevino un nuevo peligro. El
L4M habia entrado desde la isla
San Pedro y girado bruscamente 180 º al sur de
Seca de la Sirena para lanzarse directamente contra él, cogiéndole por el otro lado. A 300 metros soltó su torpedo, que impactó en la popa, en el costado izquierdo del acorazado.
El ultimo torpedero, el
L4F, volando a cinco metros del agua para evitar a las defensas italianas, lanzó su torpedo sobre el
Vittorio Veneto, pero este explotó cuando faltaban 50 metros para su destino.
Mientras, los bombarderos en picado centraban su atención en el Mar Pequeño. El
E5A, L4L, L4H y E5Q arrojaron su carga de bombas contra la línea de cruceros y destructores amarrados y las instalaciones portuarias. Provocaron una hilera de explosiones , alcanzando varios edificio y destruyendo un hangar, pero de los buques solo dañaron a los destructores
Libeccio y Passagni, aunque no de gravedad.
Con el infierno desatándose en Tarento a su espalda, los 11
Swordfish supervivientes se adentraron en el mar y desaparecieron en la noche. Eran las 23:20 horas y las baterías antiaéreas comenzaron a enmudecer una a una, hasta detener todo disparo a las 23:35 horas.
Sin embargo, si los italianos creían que todo habia acabado, la segunda oleada del Capitan Hale iba a sacarles de su error muy pronto...
A las 23:55 horas, con otra descarga de bengalas, dio comienzo el segundo asalto.
El
L5B y el
L4F atacaron primero. Tras lanzar las bengalas emularon a sus predecesores y se lanzaron contra una serie de depósitos de combustible, que bombardearon sin causar grandes daños. Las baterías antiaéreas comenzaron de nuevo a disparar, a la par de las dotaciones artilleras de los buques. Detrás de los lanzabengalas aparecieron los torpederos. Por delante de todos descendió el
L5H, acercándose desde
Punta Rodinella . Bajó a 10 metros y le colocó un torpedo en la proa al
Caio Duilio, sufriendo este un tremendo impacto que le rajó el casco e inundó los pañoles de las torres . El
L5A, el
L5K y el E5H siguieron a su hermano al ataque desde la misma ruta. El líder
L5A y el
L5K apuntaron al
Littorio y dispararon contra él a la vez. Uno de los dos torpedos hizo blanco en el gran acorazado, sacudiéndolo y provocando que no pudiera aguantar el daño acumulado y comenzara a hundirse. Pero el otro torpedo se clavó en el lodo, y el acorazado acabó posándose sobre él , milagrosamente sin detonarlo.
Por su parte, el E5H apuntó contra el
Vittorio Venetto. Para entonces el fuego antiaéreo había crecido en peligrosidad. Las llamas y las explosiones descubrían momentáneamente a los
Swordfish que planeaban sobre las agitadas aguas del
Mar Grande del Tarento. Frenéticas, las dotaciones de los barcos disparaban sin miramiento, alcanzando a otros buques con ráfagas ligeras o provocando daños en la ciudad y el propio puerto con andanadas de calibre mayor.
El
E5H falló. Por el contrario, el fuego de respuesta desde el
Vittorio le causó graves daños, los cuales estuvieron a punto de evitar que aterrizase con éxito en la cubierta del
Illustrious, anticipando lo que vendría inmediatamente después.
Mientras iniciaba la aproximación contra el
Gorizia, el
E4H se topó con una barrera de fuego antiaéreo concentrado que no le dio ninguna oportunidad. Alcanzado repetidas veces, fue literalmente destrozado y cayó al agua reducido a jirones desgarrados. Aunque logró soltar el torpedo, este se perdió en el fondo marino. Bayly y Slaughter fueron los dos únicos muertos británicos en el ataque a Tarento. El cuerpo del teniente Bayly fue encontrado y enterrado con honores, no asi el del teniente Slaughter, que desapareció en el mar.
Eran las 00:03 horas, y solo faltaba un avión por atacar. El
L5F. El Swordfish que habia salido tarde del Illustrous consiguió acudir a la histórica cita a pesar del retraso. Entró al puerto desde el Este a las 00:28 horas y se dirigió al
Mar Pequeño, contra la agrupación de destructores y cruceros anclados en él. Arrojó sus 6 bombas de 250 libras en una línea que iba de Este a Oeste alcanzando a los cruceros
Miraglia y
Trento. El primero sufrió daños leves, pero al segundo una bomba semiperforante, le atravesó todas las cubiertas y se hundió en el lodo del fondo sin hacer explosión. Esta destrozó los depósitos de petróleo del crucero que empezaron a verter su contenido al mar.
La fotografía tomada por un avión de reconocimiento británico nos muestra el petróleo escapando de los tanques del Conte di Cavour, en la esquina inferior izquierda vemos el indemne Andrea Doria. El recuadro nos muestra el semihundido Littorio.
El ataque habia concluido. Tras un tiempo de nerviosismo en la castigada base naval, todas las alarmas cesaron a la 1:22 horas. Inmediatamente se iniciaron los trabajos de limpieza.
18
Swordfish regresaron al
Illustrious, los 11 de la primera oleada a las 01:55 horas , y los otros 7 lo hicieron a las 02:50 horas del 12 de Noviembre.
En Tarento quedaban gravemente dañados tres acorazados –
Conte di Cavour, Littorio y Caio Duilio- asi como los destructores
Libeccio y Pasaggna y el crucero pesado
Trento, aunque estos tenían daños de menor entidad. Varias instalaciones quedaron destruidas, hubo daños en depósitos de combustible y agua severos y murieron varios civiles. Las muertes militares ascendieron a 17 marineros del
Conte di Cavour, 32 del Littorio y 3 del
Caio Duilio. Por el contrario los británicos lamentaron la pérdida de solo 2 aviones y 2 únicos pilotos.
Puerto del Mar Pequeño tras el ataque
Tras el ataque, las naves alcanzadas fueron encalladas para evitar su hundimiento. El
Conte di Cavour, completamente anegado de agua, descanso sobre el fondo. El
Littorio, tenia a proa un agujero de 15x10 m y otro de 12x9 m, mientras a popa tenia otro de 7x1,5 m, y tuvo que estar en el dique seco hasta marzo de 1941. El
Duilio, con una vía de agua de 11x7 m, no volvería a estar operativo hasta mayo. El
Conte di Cavour, con un impacto de 12x8 m, sería remolcado a
Trieste y no volvería a navegar.
RMI Caio Duilio durante sus reparaciones tras el ataque.
No sería el único motivo de lamento para Italia ese día, porque otra tragedia se había desarrollado en el Estrecho de Otranto. A la 1:00 horas de la noche del 12 de Noviembre de 1940, la fuerza británica del Mar Adriático que escoltaba a la flota rumbo a Tarento detectó a los mercantes italianos
Antonio Locatelli, Premuda, Vado y Catalani. Sin dudarlo los cruceros
Orion, Sidney y Ajax, junto a los destructores
Nubian y Mohawk, pusieron rumbo hacia sus enemigos.
Lanzando bengalas, el área marítima quedó a la vista y los italianos descubiertos. El torpedero
Fabrizi acudió en ayuda de los mercantes, pero no asi el crucero auxiliar Ramb III , el cual huyó sin luchar. Con 74 cañones disparando los británicos destrozaron y hundieron al valiente destructor italiano provocándole 11 muertos y 17 heridos, entre ellos el capitán Giovani Barbini. A continuación cañonearon uno a uno los mercantes y los hundieron, muriendo 25 marineros y siendo heridos otros 25. El capitán del
RAMB III sería sometido por su vergonzosa huida a un consejo de guerra en Italia poco después.
Gran Bretaña no tuvo una sola baja. La noche del 11 al 12 de Noviembre de 1940 fue verdaderamente funesta para Italia.
El Conte di Cavour semihundido
Cunningham se vanaglorió de que
"Este golpe- la batalla de Tarento-
reduce, si no anula del todo, la amenaza de la flota enemiga. Con un total de seis horas y media de vuelo entre ida y vuelta, veinte aviones ingleses han infligido a la escuadra italiana más daño que los causados a la flota alemana en la Batalla de Jutlandia. Tal operación constituye, pues, un ejemplo inigualado de economía de fuerza".
En Londres, Churchill y el pueblo británico acogieron con comprensible júbilo la noticia, celebrándola como una gran victoria.
Por el contrario, en Italia, la decepción popular fue grande. En Roma, se levantaron muchas criticas hacia el Mando Supremo . Ciano, preocupado, se entrevistó con el Duce para tratar lo sucedido. Este saldría de su charla con Mussolini con la impresión de que este no había comprendido la verdadera gravedad del ataque.
Por el lado que les tocaba, en la Regia Marina, lo que más deseaban sus miembros era tomarse la revancha cuanto antes.
Mientras, muy lejos de Tarento, en el Extremo Oriente, los altos mandos militares del Imperio Japonés estudiaron concienzudamente el ataque y tomaron buena nota para el futuro. Sería una buena fuente de enseñanzas para los tiempos venideros.
El Littorio hundido, reposa sobre el lodo de Tarento
Fuentes:
RMI Littorio
Operation Judgement – The Taranto Raid by Philip E West | Ltd Edition Military Art
BLITZKRIEG!!: mayo 2012
1939-1945 - La Segunda Guerra Mundial
Operation Judgement - The Raid on Taranto (11 November 1940) - World Naval Ships Forums
Taranto's Night
Ataque a Tarento | Eurasia1945
La Noche de Tarento (Operación Judgement)
Continuará…