También se dice de ella que su vida giraba entorno a una fiesta perpetua,qué se acostaba a las 5 de la mañana y se levantaba a las 3 de la tarde.Este modo de vida levantaba fuertes críticas en la sociedad española.
Sobre sus aficiones corrieron ríos de tinta es de suponer que muchas cosas serán exageraciones y otras burdas mentiras para desprestigiarla.
Intelectualmente no era brillante siendo descrita por el conde de Romanones del siguiente modo:
“A los diez años Isabel resultaba atrasada, apenas si sabía leer con rapidez, la forma de su letra era la propia de las mujeres del pueblo, de la aritmética apenas sólo sabía sumar siempre que los sumandos fueran sencillos, su ortografía pésima. Odiaba la lectura, sus únicos entretenimientos eran lo juguetes y los perritos. Por haber estado exclusivamente en manos de los camaristas ignoraba las reglas del buen comer, su comportamiento en la mesa era deplorable, y todas esas características, de algún modo, la acompañaron toda su vida”.
Sus escasas cualidades intelectuales se pueden comprobar en las Cartas que se conservan de la Reina en la Academia de la Historia de Madrid.