Más que las que he usado, en realidad quiero hablar de la que nunca he utilizado, y que es, desde lejos, la que más querría probar porque literalmente la tengo en la habitación de al lado.
Mi abuelo materno era ingeniero ferroviario y de joven trabajó en vías ferroviarias en medio de la nada dirigiendo cuadrillas de truhanes y holgazanes que debían continuar con el armado de vías donde nadie más querría trabajar, a veces con una sola ración de comida al día, lidiando con enfermedades lejos de toda esperanza de ayuda, con pocos suministros, y sin más representantes de la empresa ferroviaria que mi abuelo.
Con el tiempo heredó una hacienda con ganado y eventualmente ganó la alcaldía de un pequeño pueblecillo ganadero, y desde luego que en la hacienda tenía varias armas, algunas de ellas antiguas de los años 40 y 50 que heredó de mi bisabuelo, pero todas ellas se las quedaron de forma legal mis tíos maternos. Todas excepto una.
Cuando mi abuelo murió hace ya varios años, mi progenitora heredó de él una pequeña casita de campo, y dentro de esa encontró una pequeña caja de seguridad con combinación que sólo ella conocía. Contenía un poco de dinero en libras esterlinas, y un viejo revólver Colt .22 que hoy en día debe valer muy buen dinero por ser una pieza de colección. Es del .22 con casquillos cortos, creo que la misma munición que utilizan algunos rifles de caza del mismo calibre y longitud.
Como uno puede imaginarse, ese revólver estaba registrado a nombre de mi abuelo, pero desde que él falleció hasta que mi progenitora descubrió el revólver ya habían pasado algunos años, y entre la flojera y el desconocimiento de su parte sobre cómo proceder para quedarse legalmente con el revólver, pasaron más años, hasta que se lo contó a mi padre y él decidió que entre multas y explicaciones, no valía la pena registrarlo legalmente, además de que es un revólver viejo (de los años 60s) y que no se ha disparado ni recibido mantenimiento en más de 10 años.
Tal vez más adelante se haga el papeleo para registrarlo legalmente, pero por ahora está en casa de mis padres en la caja fuerte (con combinación) donde mi progenitora guarda sus joyas y otras pertenencias valiosas. En caso de extrema necesidad tal vez podría usarse, pero hay que darle mantenimiento y probarla de forma segura, y ni mi padre ni yo nos decidimos a hacerlo. Tampoco confiamos en las balas que mi progenitora encontró con el revólver, creo recordar que son de los años 90s o así.
Pues bien, espero que la historia no haya resultado aburrida, pero respondiendo al hilo aunque no con exactitud, ése es el arma que más me gustaría disparar, y la más interesante que está en posición de mi familia directa.