¿Por qué los catalanes de 1714 ya no son bajitos, morenos y perezosos?

Sois vosotros los que lo hundís.

La tesis (falsa) del articulo es la siguiente:

- Los catalanes "puros" eran bajitos, morenitos y vagos. De hecho el artículo se construye sobre un hecho inicial innegable "los exiliados aragoneses era biologicamente superiores".
- Vinieron pagapensiones no catalanes, mas altos, mas rubios y mas industriosos y nos sustituyeron.

Lo que destila el artículo es:

- Un autoodio palpable.
- Un enorme complejo de inferioridad (Castilla nos oprime).
- Un deseo de ser algo que no se es (la Dinamarca del Sur).

A mi este artículo me recuerda a las tesis de Junqueras que decía que los catalanes etnicamente estaban mas cercanos a un suizo de Uri que a un castellano roto2

La realidad es que el catalanismo es un nacionalismo degradado y decadente por eso, porque adolece de cualquier orgullo de raza. Un nacionalismo solo tiene derecho a existir si se preocupa por lo mas importante, no por trivialidades.

En un siglo habré un artículo similar (no en catalán, en árabe) que dirá algo así como "por que los catalanes ya no son blancos, europeos y alicaídos".
Pero si es lo que estoy diciendo yo, jorobar.
Pero ese discurso pro immigración viene del catalanismo político regionalista que inventó esa narrativa para que los catalanes tragasej con la inmi gración masiva española.
Es lo mismo que la Yolanda Díaz diciendo que España es un "melting pot", que tenemos que aceptar la gente que traen, que vienen los mejores, etc.... Pero llevándolo al pasado.
El autodio es "normal" en las naciones colonizadas porque viene que el dominio de los colonizadores tiene sobre los colonizados. Lo puedes comprobar en cualquier parte del mundo.
 
Vamos lo que está pasando ahora mismo pero el que se ama a las catalanas es Mohamed
Tienes un hilo al respecto de dos catalanas y lo que piensan a un jovenlandésmierda.
No entiendes que las última oleada va a vivir en los barrios de la anterior. Por lo que serían generalmente catalanas de orígen español las que según tú se "aman" a la última gente que viene de fuera.
 
Según este artículo, porque en el siglo XVI Cataluña recibió una oleada migratoria de mañacos franceses con lefota ultrafértil muy preñadora que llegaron a ser el 25% de los maridos y padres de las nuevas generaciones en los alrededores de Barcelona:

¿Por qué los catalanes de 1714 ya no son bajitos, morenos y perezosos?

La inmi gración occitana, procedente mayoritariamente de Aquitania, es la que explica el cambio de fisonomía del país

Marc Pons
Barcelona. Sábado, 22 de julio de 2023.
Tiempo de lectura: 5 min.

Barcelona, finales de 1713. Hace 310 años. Última fase de la guerra de Sucesión hispánica (1705-1714/15). La ciudad está asediada por tierra y bloqueada por mar por las fuerzas franco-castellanas de Felipe V, el primer Borbón hispánico. Y en el interior del cercado amurallado, los vecinos de la ciudad conviven con miles de refugiados austriacistas, procedentes de las llanuras occidentales del país, de Aragón y de Valencia. Precisamente, algunos de esos aragoneses nos dejaron algunas anotaciones escritas que son el resultado de la dramática experiencia del exilio. Y en algunos casos se detalla, aunque de forma bastante resumida, la apariencia física de aquellos catalanes y catalanas de 1713 y 1714 que resistían tras las murallas.

Mapa de Aquitania, parte occidental de Occitania (1685). Fuente Cartoteca de Catalunya

Mapa de Aquitania, parte occidental de Occitania (1685) / Fuente: Cartoteca de Catalunya

Los "gigantes" aragoneses
Los aragoneses que, huyendo de la ocupación borbónica de Aragón y de la terrible represión desatada por el régimen de Felipe V, se refugiaron en Barcelona —la última gran plaza austriacista—, representaban un curioso colectivo que, según aquellas anotaciones (las propias y las locales), destacaba por su talla física. Son notablemente altos, en relación con el conjunto de la población de la ciudad, y llaman la atención. Pero dicho detalle no debería resultar extraño. En un reportaje anterior, titulado "¿Por qué los catalanes de 1500 eran bajitos, morenos, perezosos y violentos"?, contábamos que el diplomático toscano Francesco Guicciardini, en un viaje a través del Principado catalán, había observado que, en contraste, los catalanes de principios del siglo XVI eran de muy baja estatura.

Los hijos de los ricos
Pero tras*curridos dos siglos, los extranjeros que visitan Barcelona (neerlandeses, ingleses, napolitanos) no se fijan en la observación de Guicciaridini, lo que nos lleva a pensar que los catalanes habían ganado talla física. No obstante, lo que realmente explica la diferencia de altura entre aquellos exiliados aragoneses y los vecinos de la ciudad era el hecho de que aquellos forasteros eran, casi exclusivamente, una extracción de las élites socioeconómicas de sus respectivas comunidades locales. Lisa y llanamente, los hijos de los ricos. Y, por lo tanto, eran claramente el resultado de un proceso de selección natural, probablemente sostenido durante varias generaciones y marcado por aspectos tan decisivos como la calidad y la regularidad de la alimentación o la capacidad de respuesta a las enfermedades.

Mapa de Francia (1681). Fuente Cartoteca de Catalunya

Mapa de Francia (1681) / Fuente: Cartoteca de Catalunya

El tsunami occitano
Después de la Revolució Remença (1462-1472) y hasta la Revolució dels Segadors (1640-1641), se había producido un fenómeno que cambiaría para siempre la fisonomía de Catalunya. La social, la cultural, y la económica. Hablamos de la inmi gración occitana, que, durante el periodo de máxima intensidad (1550-1620), contribuyó decisivamente a duplicar la población y a cuadruplicar la producción del país. Los estudiosos de este fenómeno, como la profesora Núria Sales (fallecida recientemente), nos hablan de una verdadera ola migratoria, formada por miles de jornaleros agrarios que cruzaban los Pirineos a través de pasos no vigilados (a razón de cuatrocientas personas al día durante los meses de primavera del periodo 1585-1610), y que arraigarían por todo el país.

Cataluña, país de viudas
La Cataluña del siglo XVI es un país de viudas. El triunfo de la Revolución Remensa, que consagra la cita "la tierra para el que la trabaja", impulsa una fiebre de recuperación de masías abandonadas y de conreo por contrato de rabassa morta de nuevas tierras, que se traduce paradójicamente en una brutal oleada de siniestralidad laboral. Las fuentes documentales revelan la fin de centenares, quizás miles, de pequeños campesinos, debido a heridas gangrenadas. En este punto es muy importante destacar que, en aquel contexto social, económico e ideológico, una viuda no tenía ninguna posibilidad de continuar. Y muchas viudas catalanas, para evitar la ruina o un matrimonio impuesto por el rector parroquial, se casaban con el mozo occitano. Aquella inmi gración fue un factor de renovación biológica colosal.

¿De dónde venían los occitanos?
Los Libros Parroquiales catalanes de los siglos XVI y XVII, sobre todo a partir del Concilio de Trento (1545-1563), que impone al rector la obligación de confeccionar el Libro de Comulgados (un verdadero censo de la comunidad), identifican a estos pagapensiones como "franceses" o como procedentes "del reino de Francia". Y, en la mayoría de los casos, detallan su origen territorial: "diócesis de Sant Flor", "diócesis de Tarba", "diócesis de Tula", "diócesis de Perigús", por citar algunos ejemplos. Y los mapas elaborados por los estudiosos del fenómeno revelan que la inmi gración occitana que llegó y arraigó en Catalunya procedía, en gran medida, del antiguo ducado de Aquitania: Auvernia, Périgord y Bearn. Es decir, los Altos de Aquitania y los valles de los ríos Dordoña, Garona y Ador.

¿Cómo eran estos occitanos?
No hay muchos datos que nos permitan crear un perfil físico de esta emigración. No sabemos si eran rubios o morenos, o y si eran altos o bajos. Los Libros Parroquiales no los describen, y las escasas anotaciones, en diarios personales, sobre ellos no son muy amables con este colectivo. Pero sí que contamos con descripciones coetáneas de muchas personas, de origen relevante o de extracción humilde, de los lugares de origen de este movimiento. Y esos datos nos hablan de una población con unas características físicas compartidas con las sociedades de la Europa central y atlántica. Por lo tanto, a partir de dichos datos, y manteniendo las observaciones de Guicciardini, podemos decir que, en general, eran más altos y menos morenos que los catalanes nativos.

¿Cómo podían influir estas personas en el aspecto de los barceloneses?
Los Libros Parroquiales, de nuevo, nos aportan un extraordinario retrato de aquel fenómeno migratorio. Gracias a esta documentación sabemos, por ejemplo, que la inmi gración occitana se asentó, en gran medida, en torno a Barcelona. A finales del siglo XVI, el porcentaje de maridos "franceses" en las parroquias de la Ribera de Barcelona es de un 25%, dedicados, en gran medida, al negocio de la fabricación de cuerda (muy rentable económicamente, pero, curiosamente, muy estigmatizado socialmente). También en algunas parroquias de la Cataluña Central o en el Camp de Tarragona, o en las llanuras occidentales del país. Estos porcentajes oscilan entre un 15% y un 20%, dedicados, principalmente, a la actividad agraria.

¿Y en el de los catalanes?
Estos mismos libros nos revelan una segunda fase que empieza a partir de 1592: una inmi gración que, a diferencia de la primera, está formada por familias enteras, que arraigan, principalmente, en poblaciones con un aparato económico próspero. En aquel momento, la economía catalana vive un momento pletórico: los agricultores catalanes desbrozan páramos para cultivar plantas destinadas a la producción industrial (uva y lino) y se exportan aguardientes y productos textiles a Inglaterra y a los Países Bajos. Los Libros Parroquiales nos revelan que los occitanos (básicamente aquitanos) son mayoría en Mataró, Sant Boi y l'Hospitalet de Llobregat, y que constituyen colectivos numéricamente importantes (una cuarta parte de la población) en Vic, Lleida, Reus, Cervera, Girona, Perpinyà y Puigcerdà.

Cartografía de la costa catalana y el traspaís (finales del siglo XVII). Fuente Cartoteca de Catalunya

Cartografía de la costa catalana y el traspaís (finales del siglo XVII)

La altura y la cultura de trabajo
Es prácticamente seguro que esta inmi gración occitana es la causa que explicaría que los catalanes y las catalanas de 1714 ganaran en altura y perdieran en tonalidad respecto a los de 1500. Pero hay otro detalle, de grandísima importancia, resultante de ese fenómeno. Una parte de esa inmi gración (no sabemos el porcentaje) era de confesión calvinista. El reformismo no arraigó en Catalunya por varias causas que son largas de explicar. Pero sí que arraigó y proliferó una cultura de trabajo y de empresa de raíz protestante que explica la sociedad mercantil catalana de los siglos XVII y XVIII y la Revolución Industrial del siglo XIX. Aquellos antepasados procedentes de Occitania (de Aquitania) serían los arquitectos del nuevo dibujo de Cataluña.


El apellido, de origen francés, Soley de Pujol viene de ahí.
 
El apellido, de origen francés, Soley de Pujol viene de ahí.
Viene de "soleil"? Me hace gracia porque una frase de esta canción resume bien el delirio catanazi ("et l'enfant aux cheveux blondes que nous n'avons pas") . Lo dicho: espejos, espejos!
Y menos Doctor Robert y otros delirios de blancura inexistente.

 
Última edición:
Viene de "soleil"? Me hace gracia porque una frase de esta canción resume bien el delirio catanazi ("et l'enfant aux cheveux blondes que nous n'aurons pas". Lo dicho, espejos, espejos!
Y menos Doctor Robert y otros delirios de blancura inexistente.



 
Cataluña siempre fue un secarral y barcelona un pueblucho cualquiera, por entonces, no fue hasta principios del siglo xx, que el gobierno central de madrid, decidió despertar en ellos, algunos delirios y fantasias
 
No se aporta ninguna explicación de porqué los separatas catalanes muestran sin excepción ese tono aceitunado en el rostro y ese perfil indudablemente semítico, que todo apunta a que se acentuará porcentualmente en las próximas generaciones.
 
Son alubio*sarionegroides, con toques vikingomorocastellanos y todo lo que quieras inventar
 
Cataluña siempre fue un secarral y barcelona un pueblucho cualquiera, por entonces, no fue hasta principios del siglo xx, que el gobierno central de madrid, decidió despertar en ellos, algunos delirios y fantasias
XD
Si tú lo dices...
Atrevida es la ignorancia.
 
XD
Si tú lo dices...
Atrevida es la ignorancia.
Hasta principios del siglo xx, barcelona no se empezó a industrializar y pasar a ser lo que es hoy en dia, para mal eso si....en el siglo xvi, xvii , xviii ...no era absolutamente nada, mientras ciudades como Sevilla o toledo eran el centro y eje del imperio
 
Hasta principios del siglo xx, barcelona no se empezó a industrializar y pasar a ser lo que es hoy en dia, para mal eso si....en el siglo xvi, xvii , xviii ...no era absolutamente nada, mientras ciudades como Sevilla o toledo eran el centro y eje del imperio
El proceso de industrialización empezó a finales del siglo XVIII...

Me importa un pito si Toledo o Sevilla eran el centro de un imperio.
 
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