Si ha leído a santo de qué venía mi comentario, verá que el origen del asunto estaba en que D. Pato analizaba los motivos por los cuales hay más suicidios masculinos que femeninos, en contra de la opinión de una conforera (como no), argumentaba que los hombres padecen tantas o más depresiones que las mujeres, pero esto no aparece en las estadísticas porque los hombres no acuden a tratarse.
De paso dejaba caer que las mujeres acuden al médico cuando se encuentran mal porque tienen un caracter débil, parece que no puede este hombre reconocer una virtud a sus compañeras de mundo, puesto que él de eso no tiene, y al enemigo ni agua.
La reticencia de los hombres a reconocerse enfermos o a mostrar debilidad se debía, segun D. Cuack, a una confabulación feminista que lucha desde principio de siglo (creo que pasado) para erradicar la masculina semilla del planeta tierra y aún del universo.
Mi aportación se limitaba a señalar que son los hombres los que perpetuan entre ellos la obligación de mostrarse hieráticos e insensibles en todo momento, simplemente, por resumir: los hechos, de ser ciertos, esta vez no pueden achacarsenos (tampoco), señoría.
D. Kozak, poco despues, explicaba los motivos que han llevado al hombre a adoptar ese comportamiento, las razones que daba eran a grandes rasgos las mismas que ud.
Así ha sido la cosa.
Ahora...
No sé quien es la feminista radical de su argumentación, pero aclarelo, dado que hoy no estoy de humor.
Como insinue que soy yo, ya se está disculpando.
O le mando a mis padrinos.
No bromeo.