Una noche que habíamos quedado unos cuantos acabamos a las 7 de la mañana en el hotel donde yo me alojaba en Madrid. Subimos a mi habitación House, Charliness, Wlodeck, Albertini y yo, pusimos los dibujos de bo-bo-bo, o algo así, y nos tiramos en la cama todos menos Albertini, que empezó a sospechar que aquello acabaría en orgía o arecido (no acabó, ya lo adelanto) y no las tenía todas consigo respecto al papel que le tocaría jugar. Salió literalmente por patas, acojonado perdido mientras wlodeck, que se había encerrado en el armario salía de allí con la típica broma de "acabo de salir del armario" (que quizás es lo que acojonó a Albertini). Entre el medio-pedo que llevábamos, la espantada de Albertini y los dibujos de bo-bo-bo (no recuerdo bien si se llamaban así) se nos aflojaron todas las tuercas de la risa sencilla que nos dio tirados en la cama durante 20 minutos por lo menos.
Es muy peculiar, Albertini.