Los romanos pasaron de la cota de malla (invento celta,por cierto) a la lorica y luego cuando se quedaron sin pasta regresaron a las cota de malla.
Lo hicieron, pero la lorica es un sistema muy deficiente, útil contra los enemigos romanos, pero no para lo que vino después. Además de extremadamente difícil de mantener en buenas condiciones.
De hecho, la lorica, por diseño, tiene un problema enorme (que la malla soluciona): deja las axilas al descubierto, lo que es un error terrible. Y contra movimientos ascendentes tampoco, especialmente por los hombros. Además, solía ser de hierro en vez de acero (a diferencia de las anillas), lo que, contra arcos más potentes, no sirve de mucho.
Contra los enemigos típicos, que portaban armas de corte puro, protege más que cota, contra punzantes, mucho menos. La combinación de cota doble de acero y gambeson protege por ejemplo, contra una lanza (una pica no), la lorica no resistía el impacto.
Yo diría que los catafractos, las picas si no se usan en falanges no detienen a una formación flexible como la cohorte. Hubo un par de carnicerías famosas entre falanges y legiones, Pidna creo recordar fue una, así que ni la falange. La pica es un arma contra caballería, en los Tercios se rotaban según las necesidades, en fin.
Las picas funcionan si tienen armas a distancia detrás (como los Tercios). El escudo romano es tan grande que, si congelamos la línea, hay que romper la formación para avanzar, y ahí la segunda y tercera línea de piqueros te masacra.
De todos modos, a la infantería pesada se le gana siempre del mismo modo: rodeándola y machacándola con caballos, para romper la formación.