Llevo leyendo por aquí y por otros sitios que cervezas como Estrella Galicia es la leche, o la misma Alhambra o incluso Mahou. Que Cruzcampo son meaos y bla, bla, bla..
Cuando se conoce algo de marketing se sabe que las guerras cuando hay renta están en la mente del consumidor y las marcas se están gastando ingentes cantidades de dinero en posicionarse y desacreditar a las marcas competidoras en las redes. Su presencia es más que notable, cosa que Cruzcampo parece que no se toma en serio y le puede dar un gran disgusto.
Después de leer tantas maravillas sobre Cervezas como Estrella Galicia y creer que es la quinta esencia de la miel sobre hojuelas y porque al bar donde fui no tenía otra marca, la probé. Tuve el mismo efecto que cuando tomé por primera y única vez una cerveza Alhambra a las 9 de la mañana en la cera del Darro en la mismísima capital nazarí: NUNCA MÁS.
Agua con algo pensé. Dónde está aquí el fresquito, el amargor, la acidez, las burbujitas que refrescan a 43 grados?. Esto, para mi, es agua con algo y poco más. Eso era para mi, la gloriosa y mencionada Estrella de Galicia. De la Alhambra aún estando resacoso de toda una noche sin dormir, sí me acuerdo del sabor: NADA. Nunca la volví a probar.
RESULTADO Y TERMINO: Llegué a casa, cogí una Cruzcampo muy fresquita y me la bebí prácticamente de un trago y me dije en ese momento: "shishi, ahora sí que estoy bebiendo cerveza". Hay otra cerveza que fabrica heyneken que se llama "amstel" que para mi está muy buena también. Tal vez siendo objetivos las cervezas son buenas dependiendo de la zona. La temperatura influye mucho en el tipo de cerveza que le va bien a esa zona, la gente, sus costumbres, etc.. Pero esa objetividad se pierde cuando se empieza a meter pasta en las redes para cargarse a marcas competidoras.
Sé que a lo mejor mi paladar no es el mismo que el de los grandes gurús que aparecen en todos los lados loando glorias de unas marcas y otras, pero me temo que esos gurús no dejan de ser empresas de marketing muy bien pagadas y que hoy pueden estar apagando fuegos y generando posicionamiento y creencias en cualquier momento que el nombre de la marca que le paga aparece en internet. Y la gente cree lo que alguien le dice que tiene que creer. Al fin y al cabo las religiones se han basado en eso y parece que hay nuevas religiones con sus clérigos, sus púlpitos (internet), y sus creencias en el siglo XXI y una de ellas es la religión de la cerveza.