Bart Ehrman ha cambiado de opinión y rectificado en otras ocasiones. Si ha cedido otras veces, no veo por qué no hacerlo ahora.
Muchos especulan que Ehrman sorprenderá al mundo con una caída del caballo. Sin embargo, tras la publicación de su último libro, se ha convertido en la "darling" del historicismo -pues encima, puede presumir de ser agnóstico y haber contribuido grandemente a desacreditar las fuentes canónicas como merecedoras de ninguna credibilidad (paradójicamente)-.
Ahora tiene importantes y sustanciosos contratos para enfrentarse a Price en debates sobre el tema. Dudo que desperdicie esa posición para pasarse a un bando que no lo recibiría con cariño, traicionando al bando que ahora lo encumbra como "autoridad suprema".
- En 1 Corintios se refiere a los apóstoles y a los hermanos del Señor como dos grupos cuyos miembros están casados. En ese contexto, se refiere claramente a un grupo específico.
De eso no hay dudas. Una cosa son los apóstoles (Pedro, Pablo, Apollo, Bernabé, etc), y otra, Cephas y los 12, y aún otra, Jacobo y los hermanos del Señor.
Para empezar, la hipótesis de Farrer no se opone a que Mateo o Lucas usasen otras fuentes.
Eso abre la puerta a Q. Pero yo te diré de donde sacan sus ideas no marquianas Lucas y Mateo. De una cosa que se llama "imaginación".
En segundo lugar, parece que Marcos utilizó fuentes para escribir su libro.
De las fuentes de Marcos no hay dudas: Isaías y todo el AT. Él mismo se encarga de demostrarlo, haciendo verbatim, o mencionando directamente a "los profetas" en los que basa su "pesher". No es Marcos quien pretende engañar a nadie. Son los historicistas quienes pretenden asumir un texto midrásico como una crónica, engañando al mundo en la tradición de Eusebio de Cesarea.
Te pongo unas citas que he encontrado en inglés. En Contra Celso escribe:
Tengo las citas en inglés, pero no las encuentro en español.
A este respecto, la explicación más sencilla es que, del mismo modo en que Orígenes "lee" en el texto que esta fin tiene que ver con la destrucciòn del Templo (ocurrida ocho años más tarde y sin relación alguna) -sin que eso esté explícito en el texto de Josefo-, del mismo modo asume que el Jacobo al que se refiere es "el justo" -lo que no está en el texto- y añade lo que cree haber "descubierto": que éste es el hermano de Jesús "llamado el Cristo".
Más tarde, Eusebio corregirá el texto de Josefo para que diga lo que dice Orígenes que dice, en un esfuerzo de conciliación. O bien, se trata de una interpolación piadosa anterior -presente en el texto que maneja Orígenes-.
Por cierto, una lectura objetiva del texto de Josefo NO DICE que se ejecutase a Jacobo, sino que se "los condenó a ser apedreados". Una condena NO ES una ejecución. La matanza no llega a producirse ya que Albino es avisado de la acción e interviene. La "ius gladii" impedía a los Sumos Sacerdotes ejecutar a nadie sin la aquiescencia del gobernador romano. Prueba de esto es que, ante Albino, Anás no es acusado del asesinato, sino de "haber convocado al Sanedrín sin su consentimiento".
Por su parte, Eusebio da otra versión de esta fin (probablemente, antes de decidirse a interpolar el texto de Josefo, o no se explica):
"En realidad hubo dos Apóstoles llamados Santiago: uno, el Justo, fue arrojado desde el pináculo del templo y golpeado hasta la fin con un batán; el otro fue decapitado "(HEC II 1,5).
Evidentemente, nada que ver con lo que describe Josefo... ¿A quién hacemos caso?
No es solo eso. La existencia de Jesús cumple con la Navaja de Occam, pues explica de forma sencilla el origen del Cristianismo. Las hipótesis mitistas obligan a reconstrucciones muy complicadas. También hay otros argumentos.
En absoluto es así, y por mucho que lo repitas no se convierte en verdad. La consagración de un humano como un Dios, con una teología que lo coloca en la cúspide y el centro del culto, no ha ocurrido jamás, ni antes ni después en la historia, por lo que no sólo no es una hipótesis sencilla, sino que es absolutamente excepcional y compleja de admitir. Y para sostenerla, todo lo que podeis alegar a favor es un ambiguo epíteto de Pablo, en una sola de sus cartas -además de esta interpolación obvia en Josefo-.
Por el contrario, los documentos de Qumram ilustran sobre el antecedente de un Mesías midrásico creado a partir de la escrituras, y toda la literatura cristiana del S. I apunta claramente a ese mismo origen. Negar esto es negar la evidencia textual -toda ella- para admitir una hipótesis altamente improbable, -por no decir imposible-, basada en una sola frase de Pablo y que tiene que recurrir a mil ad hoc para poder creerse:
a) No contabilizar un 95% de los textos existentes por ser inverosímiles con la hipótesis.
b) Argumentar que los apóstoles alucinaron colectivamente para convertir a un oscuro rabino poco original, en un dios, de la noche a la mañana.
c) Argumentar contra toda lógica que estos alucinados pescadores convencieron a personas cultas de su época para creer sus disparates de segunda mano; y admitir que, con esa base ridícula, pudieran convencer a miles de personas a formar comunidades y renunciar a su antigua fe judía, etc, etc. etc.
¿Eso lo encuentras tú sencillo? Pues anda... Vete predicando por ahí que tu bisabuelo ha resucitado de entre los muertos, a ver si fundas una nueva religión universal -siendo tan fácil de hacer, como dices-. Si fuera tan sencillo, habría ocurrido muchas veces en la historia, pues son muy abundantes los casos donde se ha alegado que alguien ha resucitado -empezando por Apollonio de Tiana hasta el último de ellos, Sai Baba-. Lo normal y lógico, es que estos alegatos sean tomados por lo que son: disparates. En ningún caso justifican el fenómeno del surgimiento -no ya de un culto- sino de toda una religión.
Por contra, la hipótesis midrásica es muy sencilla y se expresa en una sola frase:
Jesús es el Siervo Sufriente de Isaías, cuyas hazañas estan narradas en el Salmo 53 al que los apóstoles se refieren de modo obsesivo, -y al que se refieren cientos de profecías paralelas, como la de Daniel que lo señala como Hijo del Hombre-. En definitiva, que Jesús es el mismo Mesías (Brote de David, Brazo de Dios, Príncipe de la Luz, Hijo del Altísimo), ya predicado por los esenios en sus escritos desde 100 años antes, y que la secta nazarena es sólo una escisión tardía de este culto mesiánico, que gracias a Pablo y Apollo se extiende entre los gentiles. Teoría simple y apoyada por miles de pruebas textuales y precedentes históricos.
Hay consenso en que esa carta es posterior al año 70. Y, aun suponiendo que fuese de fecha temprana, el nombre de Santiago era muy frecuente. Puede que fuese pseudónima -como varias cartas que llevan el nombre de Pablo pero fueron escritas tras su fin- o puede que lo escribiese un señor llamado Jacobo.
Ah, "un señor llamado Jacobo".... No lo había pensado... Un señor que pasaba por allí, y decidió escribirla, y "por casualidad" se convierte en canon... Ya está todo explicado, gracias.
Esta parece que es más tardía todavía y, si es así, no podría haber sido escrita por alguien contemporáneo de Jesús.
¿Y? Lo importante no es quién la escribió ni cuándo, sino que alguien la adjudica a Judas, hermano de Jacobo, lo que demuestra que era conocido que uno era hermano del otro. En ese caso -y conforme a tu credo- Judas sería "hermano carnal del Señor" también... Y, siendo así, ¿no se hubiera presentado como tal para darse importancia? ¿Es que consideraba más importante ser "hermano de Jacobo" que serlo de su Señor Jesucristo? ¿Cómo se explica esto, salvo que asumamos que, o bien la frase Paulina es una interpolación, o bien que "hermano del Señor" no es una mención a una relación carnal -como es altamente probable por el contexto sectario-?