¿Un agónico mercado bursátil en el que es imposible perder? - VALOR AÑADIDO - Cotizalia.com
Pese a la confusión en la que habitualmente caemos los que nos dedicamos a seguir los mercados financieros, un dato no hace tendencia. Se trata de un error en el que incurrimos recurrentemente y cuya omisión es clave para relativizar determinados acontecimientos. Sin embargo, me van a permitir que recabe su atención sobre una cifra que me ha resultado especialmente chocante:
la actividad bursátil se ha reducido en lo que va de septiembre un 8% respecto a agosto, mes cuyo volumen de negociación fue, a su vez, el mínimo en tres años. Un fenómeno de importantes implicaciones toda vez que la formación eficiente de los precios requiere de liquidez y profundidad a partes iguales. Sin ellas, la capacidad de manipulación crece exponencialmente y, de su mano, el alejamiento de los principales actores de las bolsas. Cuestión de confianza.
Son varias las causas que se encuentran detrás de este fenómeno.
1. Por una parte, la incertidumbre sobre su futuro de los inversores particulares que ha provocado que, en Estados Unidos, los fondos de renta variable local hayan vivido reembolsos de los partícipes privados durante 20 semanas consecutivas, una secuencia récord.
2. Por otro lado, la caída sistemática de la volatilidad que limita las posibilidades de compra/venta de acciones a corto plazo de aquellos que se dedican a esta actividad.
3. En tercer lugar, un tema del que ya hemos hablado: el aumento de la correlación entre los valores que integran un índice y el propio indicador, lo que se traduce en un aumento de las apuestas por el global en vez de por las partes a través de instrumentos como los ETFs.
4. Cuarto, la limitación al HFT (High Frequency Trading) a raíz del flash crash del pasado 6 de mayo; una actividad direccional que nueve extraordinarios volúmenes a muy corto plazo (un punto en el que discrepa Zero Hedge).
5. Quinto, las políticas contrarias a la existencia de cortos en el mercado y el cierre, ante la nueva regulación bancaria USA, de las mesas de proprietary trading de algunos bancos de inversión.
6. Sexto y último, la ausencia de OPVs en el mercado como gancho para atraer el interés de los compradores. Enumeración no extensiva a la que seguro ustedes podrán añadir sus propias aportaciones.
¿Un proceso temporal? Si nos atenemos a lo comentado ayer mismo por los estrategas de Morgan Stanley, parece que no. Y es que en Japón la aversión a los títulos cotizados lleva décadas existiendo de forma paralela, paradójicamente, a la caída en rentabilidad de la renta fija soberana. ¿La razón? Factores demográficos y de índole económica que, extrapolados a otras naciones de la OCDE, llevan a muchos a cuestionarse si la “gloria de las acciones” ha llegado a ellas para quedarse.
Sirva como prueba la subasta del dos años ayer en Estados Unidos con rentabilidad en mínimos históricos y demanda en máximos plurianuales. ¿Qué opinan?
En cualquier caso concluyo con dos reflexiones finales de carácter más inmediato.
1. Hay quienes hacen de la necesidad virtud y propugnan que esta “japonización” de la política monetaria y de la actividad bursátil sólo puede traer alegrías a los inversores en equities. Respecto a la primera los abanderados son David Tepper, que acertadamente predijo el suelo de las financieras en 2009, y los analistas de Credit Suisse. Su argumento se centra en la mejora en los costes de financiación que lleva aparejada la contención de los tipos de interés de mercado, por una parte, y en el efecto positivo que en términos de valoración de activos financieros o reales tal hecho supone. No han tardado en alzarse voces en contra de dicha aseveración con base en, precisamente, el escaso impacto sobre la economía real que hasta ahora han tenido las excepcionales iniciativas adoptadas por la FED que no han incidido ni sobre la circulación del crédito ni sobre la demanda agregada final. Interesante este debate sobre el particular, de muy recomendable lectura.
Por lo que respecta a la negociación, Jeff Saut de Raymond James ya ha dictado su veredicto: "¿a quién le importa el volumen? Cuanto menos haya, más subirán las bolsas". :rolleye:
2. Por el contrario,
el propio Morgan Stanley nos recuerda, en la página cinco de la presentación que acompaña el siguiente post de Business Insider, cómo el flujo de fondos a las bolsas ha actuado como indicador adelantado de buena parte de sus grandes movimientos en la última década. Desde ese punto de vista, y aunque la lectura no es ni mucho menos extrema, tocaría corrección. Como nos recuerda el siempre incrédulo Pragmatic Capitalist, es cuando se baja la guardia cuando se producen los mayores sobresaltos. No hace falta irse muy lejos. Basta con acordarse de mayo. Personalmente, me quedo más con esta visión. El panorama es incierto: el inmobiliario sigue tocado, los balances privados tensionados, el desempleo alto, las materias primas al alza, el oro por las nubes, los resultados buenos por ajustes operativos, repunta el proteccionismo and so on and so forth. Manténgase, por tanto, alerta.
No en vano los insiders en US están vendiendo en una proporción de... ¡1.400 a 1! :8: