Amraslazar
Príncipe del Tabernáculo
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El liberalismo inglés (valga la redundancia) bebe de la Revolución Gloriosa de 1688, no de la Revolución Francesa, a la que aborreció y combatió desde el minuto 1 hasta su extinción.
Las ideologías que buscan "laminar todos los esquemas sociales que existían hasta la fecha", son las ideologías revolucionarias. El fascismo y el nacional-socialismo entre ellas. El liberalismo inglés siempre ha ido en la línea de la proverbial flema británica. Todavía conservan la monarquía, la cámara de los Lords, y lo de sudar de redactar una Constitución porque con la Ley Tradicional les basta.
Y es que el Liberalismo inglés hace su revolución contra la Monarquía Absoluta y en defensa de las libertades feudales tradicionales. Mientras que los revolucionarios franceses hicieron la suya para terminar de cargarse el feudalismo por la vía rápida porque el Despotismo Ilustrado no lo estaba haciendo lo bastante rápido.
Por eso, en el siglo XIX, los liberales radicales se hicieron fans de la Revolución Francesa y, consecuentemente, en cuanto Marx escribió su Manifiesto pasaron a alistarse en masa en las filas del Socialismo, la nueva ideología revolucionaria de moda. Y muchos de esos socialistas, ya en los años 20, se pasaron a las filas de la nueva ideología revolucionaria de moda, el fascismo. También los que añoraban el Despotismo Ilustrado acabaron haciendo el mismo viaje, véase el carlismo español y su fascinante y consecuente viaje del absolutismo monárquico al socialismo autogestionario.
En los años 30 no quedaban conservadores en Europa, solo dos grupos de ideologías revolucionarias que se aliaron para laminar todos los esquemas sociales que existían en Europa y luego darse de palos entre ellos. (Franco, que a diferencia del Adolfo y de Benito si que era un tradicionalista conservador y no un progresista revolucionario, prefirió con buen criterio mantener a España al margen de ese negocio). Y luego, lo que nos quedó en Europa fue el consenso entre la derecha conversa a la democracia cristiana y la izquierda disfrazada de socialdemocracia. Paguitas y subsidios para compensar a los improductivos y penalizar a los remeros.
Y ahora, unos andan con las patochadas de la revolución multicultural feminista de la diversidad y suputamadre, y otros andan apuntándose a idas de olla satanistas como el pilinguinismo duginista que va a salvar la civilización cristiana occidental aliándose con amarillos, neցros, cagaplayas, y demás fauna antieuropea de los BRICS. Pero bueno, seguro que en el Siglo V también había gente que pretendía salvar la civilización grecorromana aliándose con Atila.
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