Lo llamativo de este hilo es que han acudido a él suficientes simpatizantes del nacionalsocialismo que concuerdan en que es un movimiento últimamente no cristiano que los simpatizantes del nacionalsocialismo que defienden que sí lo es deberían enfrentarse con ellos y no con los que no simpatizamos con el nazismo. Pelea de nazis. Fight!
Existe un nazismo histórico, sobre el que se puede debatir si era así o asá basándose en los documentos, y habría mucho espacio para debatir con cierta objetividad y desapasionamiento. Pero para muchos foreros el nazismo no es un fenómeno histórico: es un mito.
Desde luego existe el mito del nazismo como el Mal por antonomasia y tal y tal y Hitler comía niños con patatas y tal. De ese mito en general creo que casi todos los foreros de Historia, favorables o desfavorables al nazismo, estamos medicados. Pero está el otro mito del nazismo. El de una oportunidad primigenia de Salvación que la Humanidad desaprovechó.
Una especie de expulsión del Edén que ocurrió en 1945 y tras la cual el hombre (es decir, el europeo occidental, porque no existe otro) amasará su pan con el sudor de los pies de un millón de neցros pagapensiones y la mujer parirá con dolor gatos y benzodiacepinas porque ha sido expulsada de su función natural de ama de casa, coneja multípara y consuelito sensual a cambio de nada en beneficio de foreros con menos dotes para tras*mitir atractivo sensual que un hámster muerto. Y de ese mito sí hay mucha gente infectada.
Un mito que como suele pasar en el fondo es una fuente de consuelo ante el aparente caos de la vida moderna. Una referencia utópica a la que sentir, íntimamente, que se pertenece. A mí me pasaba lo mismo hasta cierto punto con el Señor de los Anillos, la novela, ojo, y con algunos otros buenos paisajes inventados de ciencia ficción. Hombre, nunca llegué a dejar de pensar que fueran ficciones, pero entiendo lo que se siente. Todavía me pasa un poco. Y no me siento ni un ápice más listo hoy de lo que era hace treinta años cuando este tipo de cosas me emocionaban. Es un fenómeno parecido a cuando ya no te saben tan bien las patatas fritas. No es que te hayas vuelto un
gourmet con los años. Es que envejecer es una cosa.
La coyuntura de cristianismo y nazismo que se propone en este hilo, por casualidad o por sutileza del OP (y si es por lo segundo le felicito) explora un área particularmente sensible de ese tipo de forero. A todos nos gusta `pensar que pertenecemos a un Paraíso, pero a muchos les gusta aún más pertenecer a muchos. Y su dependencia emocional de esas pertenencias hace que se muestren particularmente sensibles. No quieren que los expulsen de ninguno de los dos. Si insistes en la difícil coincidencia de sus dos mitologías estallan, como un niño al que le quieren informar de que papá y mamá se divorcian.
El nacional-socialismo histórico, como movimiento que tenía que ganarse el apoyo de las masas, tenía que permitirse cierta flexibilidad en el discurso para poder apelar a la base social de todas las corrientes ideológicas:
- Tenía que ganarse a los tradicionalistas, a pesar de que Hitler era revolucionario.
- Tenía que ganarse a los conservadores, a pesar de que Hitler era progresista.
- Tenía que ganarse a los socialistas de clase, a pesar de que Hitler abominaba del socialismo de clase.
- Tenía que ganarse a los capitalistas, a pesar de que Hitler quería destruir el capitalismo.
- Tenía que ganarse a los militares, a pesar de que Hitler quería sustituir al ejército alemán por las Waffen SS.
Y, por supuesto, tenía que ganarse a católicos, protestantes y demás cristianos, a pesar de que Hitler no era cristiano.
Las contradicciones inherentes a tener que llevar a la práctica una ideología llegan hasta tal punto en el caso del nacional-socialismo, que Hitler hasta llegó a apelar, en ciertas ocasiones, a las mismas democracias liberales occidentales a las que consideraba la otra columna que soportaba el dintel de la gran conspiración del judaísmo internacional. Aunque esto es poca cosa, considerando que llegó a aliarse en cierto momento con el mismísimo comunismo bolchevique, creando tales quebraderos de cabeza para sus simpatizantes que, en España, alguien llegó a publicar un sesudo artículo argumentando que Rusia ya no era Comunista.
En este Foro, los simpatizantes del cabo austríaco gustan mucho de reproducir sus discursos y sacar conclusiones a partir de ellos, sin comprender que los discursos de Hitler eran propaganda, y él mismo lo reconocía abiertamente como tal. Las consecuencias de no saber leer mas allá de la propaganda llegan hasta tal punto que vemos a foreros que consideran (en coherencia con la ideología de Hitler) que liberalismo y comunismo son lo mismo, dar crédito a Hitler por haber supuestamente salvado a media Europa del Comunismo, implicando que consideran un "
premio de consolación" que el nacionalsocialismo lograra (supuestamente) que al menos media Europa permaneciera liberal. El Führer se estaría revolviendo en su tumba, si la tuviera.
Decía el fundador del Cristianismo que "
por sus obras los conoceréis". El nacional-socialismo, como proyecto social en construcción, no se identifica por sus palabras, si no por la dirección hacia la que se encaminaban sus hechos: La construcción de una nación alemana basada en el socialismo racial, en la que no cabían las instituciones tradicionales de Alemania ni, por supuesto, el Dios de los cristianos. Mucho menos la Iglesia de los católicos, con su pretensión de obedecer en lo jovenlandesal a una jerarquía cuya cabeza escapaba al control del Estado Racial Alemán.
Pero, como el proyecto nacional-socialista alemán fracasó y fue destruído, nunca llegamos a ver el postre terminado. Gracias a ello, los amantes de los dulces pueden permitirse el lujo de creer que Hitler estaba cocinando su postre favorito. Si les gusta el flan, Hitler quería hacer un flan. Si les gusta el yogur helado, Hitler estaba preparando un yogur helado. Si les gusta el arroz con leche, Hitler estaba listo para servir arroz con leche. A pesar de que los ingredientes de la receta impliquen claramente que Hitler estaba cocinando un bizcocho.
Respondiendo a la pregunta con la que
@Supremacía abre el hilo... ¿es compatible ser católico con tener simpatía por el nacional-socialismo? Hombre, si solo se trata de simpatía, claro, por qué no. Aquí todos simpatizamos con el Imperio Romano, pero la mayoría no queremos restaurar la esclavitud ni reimplantar el Latín. La cuestión es que el proyecto nacional-socialista funcionaba en coordenadas completamente distintas al proyecto católico, y el fundador del cristianismo ya nos enseñó que "
nadie puede servir a dos señores". O sirves a Dios, o sirves a Mammón.
Por lo demás, amigo
@Taliván Hortográfico, hay chicas que tienen parafilias sensuales con hámsteres muertos. No muchas, pero las hay. Así que no les quites a esos foreros la esperanza.