Un apunte.
En el momento en que no se tiene dinero ya eso del amor y tal queda en un segundo plano porque la pirámide de Maslow demuestra que es necesario tener unas necesidades básicas cubiertas como un techo y comida.
Entonces ya entra en juego el dinero, y además lo hace en una posición extremadamente importante, puesto que ya viene la pregunta de : ¿Dónde está el límite de cantidad de dinero que quiero?
Por qué conformarte con ir al Burger King con tu familia cuando puedes optar a ir al mejor restaurante de la ciudad. Cuando sabes que puedes optar a cosas mejores te das cuenta que lo único que te separa de ello es la cantidad de dinero que tienes.
Ante esta situación no se puede negar que la gente que te rodea te va a querer más o menos en función de la cantidad de dinero que tienes, porque dependiendo de esa cantidad de dinero que tienes, los que te rodean vivirán mejores o peores experiencias.
Y ante todo esto, el dinero no es sólo el medio sino también el fin, porque tu puedes conformarte con ir al Burger pero si llega un momento en el que no tienes para ir a ese sitio. ¿Los que te rodean van a quererte igual?
Ahí está el punto, el dinero te permite estancarte en una determinada cifra pero te obliga a no retroceder, por lo que esto hace que el dinero sea el medio pero también el fin de todo el tinglado que hay aquí montado.