El responsable último de todas las decisiones era siempre Adolf Hitler.
Por ejemplo, este era el casco alemán, modelo 1935, que luego derivaría en el modelo 1942, que empeoraba las prestaciones del mismo, ya que se había hecho para fabricarlo en masa, y no para proteger la cabeza de los soldados.
No, la protección es la misma, lo que pasa es que en el modelo 42 se cambió algo el procedimiento de fabricación para facilitar la producción. Y aún así al final de la guerra debido a la demanda de acero y a los bombardeos había escasez de cascos para todos.
El casco alemán es una versión aligerada del diseño de la Primera Guerra Mundial. En una revista Historia y Vida contaban el origen de los modernos cascos de acero, que se convirtieron en una necesidad porque la lucha en las trincheras causaba una gran cantidad de heridas en la cabeza, que era la parte del cuerpo más expuesta. La historia es muy ilustrativa del carácter de cada pueblo. Los franceses cogieron un casco de bomberos que era heredero directo de los cascos de dragones y coraceros del imperio napoleónico, a lo histórico y artístico. Los alemanes encargaron la tarea a un cirujano que hizo un sesudo estudio anatómico de la forma del cráneo y de la frecuencia estadística de las heridas para hacer un casco que tiene la forma perfecta, tanto que su forma básica sigue siendo usada en los modernos cascos de kevlar. Como prueba de que no hay nada nuevo bajo el sol, el casco se parece mucho a la celada (sallet) tardo medieval.
Y los ingleses, a lo práctico, un simple "sombrero de hojalata", un casquete hemisférico con ala redonda. En otro ejemplo de reinventar la rueda, también recuerda a un diseño popular en la Edad Media entre los soldados de a pie.
Por lo que se refiere a la parafernalia y al diseño alemán... sí, los fascismos se lo trabajaron mucho porque le daban mucha importancia a la estética, pero generalmente recurriendo a la rica tradición militar alemana. El fascismo era incapaz de crear nada nuevo y se limitaba a copiar de todas partes, en las artes, y en el diseño. Por poner el ejemplo más llamativo, el uniforme neցro de las SS y sus calaveras de plata no son más que una imitación del uniforme de los Húsares de la fin de Federico el Grande.
Por otra parte, hay que tener en cuenta el contexto. Los ejércitos europeos arrastraban todavía las modas de la Primera Guerra Mundial, y los alemanes que se vieron limitados a un ejército de 100.000 hombres después de la PGM, con el ascenso de los nazis al poder pudieron empezar prácticamente de cero, entre otras cosas por el vestuario y demás parafernalia. En la URSS, aunque ya se había iniciado el rearme años antes que en Alemania, a los jerarcas comunistas de la URSS en cambio, les daba alergia la posibilidad de que surgiera el bonapartismo en las filas del ejército, y por tanto rechazaba los signos militares externos de prestigio. Entre otras cosas, las hombreras zaristas, distintivo de los oficiales, no fueron restauradas hata 1942, durante la Gran Guerra Patriótica, junto con las medallas y otros distintivos, para reforzar la autoridad de los oficiales y elevar la jovenlandesal. Por eso el uniforme soviético, aunque superficialmente parecido al alemán (botas de caña alta, pantalones de montar) era en realidad una adaptación de la vestimenta campesina tradicional rusa.
Pero como en muchas otras cosas, los alemanes se pusieron al día en los años 30, y en los 40 algunas cosas ya se estaban quedando desfasadas, entre ellas los uniformes, que quedan muy bonitos para desfilar, pero son poco prácticos. Los franceses y británicos ya estaban adoptando ropa más práctica, como los pantalones de esquiar, "noruegos" o bombachos, como quieras llamarlo, que los llevan hoy todos los ejércitos, y las botas de cordones. Las botas de caña alta consumen mucho cuero y no son nada prácticas, excepto en Rusia, razón por las que los soviéticos las siguieron usando, porque eran más prácticas que cubrirse las piernas con polainas de tela como en la Primera Guerra Mundial y porque ellos podían permitirselas y los alemanes no.
De hecho, hacia el final de la guerra los alemanes prácticamente copiaron el práctico uniforme de combate británico, con sus pantalones bombachos, chaquetilla ajustada, y sus botas de cordones de caña baja con polainas que se abrochaban con hebillas. Era más cómodo, práctico, y de más fácil fabricación.
Personalmente, por lo que se refiere a la estética opino que el ejército soviético se puso a la altura cuando no superó a veces a los alemanes, y para muestra mi avatar
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Caso aparte es la estética de las armas, que ahí es la función la que dicta la forma. Ahí para gustos los colores.
Por ejemplo, casi todos los aviones de todos los países son bonitos, independientemente de las prestaciones, porque todos se ven limitados por unos parámetros aerodinámicos. Por lo que se refiere a los carros y vehículos acorazados... el que los alemanes sean la delicia del modelista (y los friquis de los tanques son lo peor :
: ) es un síntoma de la debilidad industrial de Alemania, que tenían que echar mano de todo lo que tuviera orugas para ponerle un cañón anticarro., mientras que los americanos o rusos hacían Sherman y T-34 como churros. Los blindados soviéticos no tienen tanta variedad porque básicamente son todo adaptaciones del chasis de dos tanques, el T-34 y el KV. Pero no sólo es la variedad, los británicos son un serio competidor, lo que pasa es que los carros alemanes de los últimos años eran prodigios de la técnica y se ganaron una merecida aura de terror porque solían ser mejor que casi cualquier cosa de los Aliados, por lo que son más atractivos y pintados de colores más bonitos, mientras que los carros británicos fueron un compendio de chapuzas, trastos y abortos mecánicos. Los Sherman y T-34 eran el
non plus ultra en su momento, pero se quedaron rezagados, y la cuestión era elegir cantidad o calidad. Como le gustaba decir a Zhukov, la cantidad es una calidad en sí mismo.
Lo que pasa es que los alemanes a parte de ser los primeros en experimentar con uniformes de camuflaje, por necesidad se vieron obligados conforme avanzaba la guerra a desarrollar el camuflaje para sus vehículos y aviones, el gris panzer de comienzos de la guerra era tan soso como el verde oliva americano o el verde pardo soviético, pero a estos últimos, ¿qué más les daba si no necesitaban ocultarse? El ejemplo más extremo de esto es el de los aviones americanos, que iban sin pintar, con el aluminio al aire, para ahorrar pintura, horas de trabajo, peso, y porque tenían una superioridad tan abrumadora que hacía innecesario ocultarse.