Nos encontramos en un universo dual, que no es el original. Dualidad significa ilusión de separación, y en consecuencia un universo de opuestos, como espejos enfrentados. Yin y Yang. Y quiere decir que si existe una cosa, existe también su contraria. Vida y fin. Día y noche. Luz y oscuridad. Bien y mal. Amor y repruebo. Placer y dolor. Etcétera, etcétera, etcétera...
Y esto implica que también existe un adversario, un oponente. El depredador sin conciencia, como una máquina. El reptiliano, que es el orate.
Ellos siempre argumentarán que para que exista "algo" en vez de "nada" tiene que haber dualidad y separación entre las formas. Pero es una falacia. Tenemos el ejemplo del sueño lúcido, donde el soñador está despierto y no está separado de su propio sueño. Donde consciente e inconsciente no se encuentran divididos. Y así es el universo original, como un sueño lúcido.
No os dejéis engañar por estos hechiceros. Ellos saben que somos como proyectores, porque somos consciencia original creadora, y tratan de manipularnos y confundirnos a través del intelecto y del inconsciente mediante mensajes subliminales para que generemos lo que quieren. Y así es como se consideran a sí mismos arquitectos.