Los proyectiles de plomo desnudo no se pueden usar en armas semiautomáticas y automáticas porque dejan mucho residuo y dan problemas, y de hecho no existen. Lo que hay es hollowpoint, que es la típica bala de plmo enfundada con camisa en aleación de cobre pero con un hueco en el centro que provoca su expansión. Hay otras de cobre macizo con puntas pretaladradas que se abren y se fragmentan tambien: muy dañinas pero más caras, y lo último que ha salido son balas macicas de cobre con una forma concreta que provoca cavitación en tejidos blandos: dicen que son también muy destructivas, y también caras. En distancias cortas, que son las que usualmente implican la utilización de una pistola, el .45 acp es el rey que tumba de un disparo, porque se diseñó para eso. Si le añadimos además las nuevas puntas que han ido desarrollándose, eso es demoledor. Es justo el calibre ideal para detener a locos armados con cuchillos y machetes, y es que lo pensaron específicamente con ese propósito.