Como ya se ha dicho mil veces: los aliados tenían en Europa no solo un enjambre de espías, sino que peinaban con su superioridad aérea toda la zona.
Y sin embargo, el "Holocausto", una operación enorme imposible de ocultar, no se utilizó como propaganda de guerra. Se esperaron al final de la misma para descubrirlo asombrados, una estructura de semejante magnitud.
Había que derrotar a Alemania definitivamente, destruir su jovenlandesal, aniquilar su espíritu. El Nacionalsocialismo, que se enfrentaba al sistema financiero de la época, debía ser desacreditado y demonizado. A pesar de estar enfrentado a fin con el comunismo, compartía con este la idea de la construcción de un ciudadano mejor, tutelado por el Estado. Eso iba en contra de todas las tesis capitalistas, que no desean ciudadanos, sino consumidores aislados, alienados y divididos. Productores esclavos.
Hoy Alemania tiene PIB para ser una potencia internacional, pero no lo es porque está capada espiritualmente. Y así va a seguir. Son el corazón de Europa y los anglosionistas no permitirán que Europa vuelva a pintar algo en el mundo. ¿Creen que las crisis de los refugiados o esos terroristas al volante de camiones son casuales? No lo son. El mundo está en guerra. Una guerra silenciosa que se libra de forma financiera, económica y terrorista.
Los anglosionistas dominan el mundo porque hace siglos que reconocieron el enorme valor de la propaganda. No basta con vencer: hay que convencer. No importa lo enorme, absurda y burda que sea la mentira oficial: la mayoría siempre la creerá, y la minoría que se haga preguntas, será tachada de conspiranóica y difamada.
Nadie recuerda ya la monstruosidad de Gladio. Hoy día la mayoría se traga la gigantesca estafa del 11S, una salvajada dentro de su propio territorio para abrir la puerta a todo tipo de leyes de control, y a una guerra infinita contra un enemigo que no existe (cuando existe ha sido creado y/o controlado). Lo de Libia, Ucrania y, sobre todo, Siria, es escandaloso, pero el borrego medio se traga lo que dicen radios y telediarios. Yo creo que ellos mismos deben asombrarse frente a la candidez del ciudadano medio. Es, literalmente, como engañar niños. No importa lo exagerado de la mentira: ellos se lo tragan todo.
Recuerden que identificar a quién no se puede criticar, es identificar al dueño del mundo. Hoy día hay cosas que no se pueden criticar, y otras no se pueden defender. Cada vez que se topen con algo así, desconfíen. Desconfíen mucho. Porque casi todo lo que les cuentan, y les han contado, es mentira.
buen argumento...
y que te parece este.... "como los alubio*s mataron a dios,,,, entonces se autoinmolaron, para que todos nos sintieramos culpables....
en realidad el holocausto si existio, pero fueron los mismos alubio*s los que hicieron los campos de concentracion y se torturaban ellos mismos....