Creer a estas alturas de la vida en el Holocausto judío es como creer en cuentos de hadas. Y no me sorprende que mucha gente siga creyendo en esa farsa, pues hay una correlación entre el bajo intelecto y creer en el holocausto, por eso los principales defensores del holocausto son marxistas y liberales, el sector social con mayor deficiencia mental e ignorancia.
Es como cuando de niño te decían los católicos que en el pasado remoto hubo una inundación global y que un señor de larga barba metió a todas las parejas de animales en una barca gigante para que sobreviviesen al cataclismo, y que fue así como los animales y el hombre seguimos existiendo gracias a este hombre elegido por Dios. Pero alrededor de los 13 años de edad comienzo a cuestionar este relato, porque comienzo a analizar de manera analítica, lógica y racional los hechos descritos y me doy cuenta que lo que se cuenta no encaja en muchos aspectos. Por ejemplo: el tiempo descrito para construir la barca con los recursos mencionado no es suficiente, de hecho es técnicamente imposible tal hazaña. Meter una pareja de cada especie y raza animal del mundo en una barca es igualmente imposible, porque se tendría que viajar a cada región del globo, una tarea titánica incluso hoy día. Encima es imposible perpetuar especies animales con una sola pareja. De por sí ya es increíble que un dios se dirija a un hombre ordenando una hazaña imposible para castigar a la humanidad con un diluvio, cosa más fantasiosa no puede haber. Estas historias bíblicas son defendidas por gente ignorante con nula capacidad de raciocinio y por lo tanto con un bajo coeficiente intelectual, puesto que ya no vivimos en la edad media y tenemos conocimientos de biología y matemáticas suficientes para poder ver la falsedad de los relatos bíblicos. Por ende seguir creyendo en ellos es propio de deficientes mentales.
Lo mismo ocurre con el holocausto, un relato ficticio que no hay por dónde cogerlo. Primeramente porque llevar acabo un gaseamiento masivo de 6 millones de personas resulta imposible, pues no se tenían los recursos materiales necesarios ni el tiempo. En segundo, no era lógico gasear gente en una situación de guerra, los alemanes no eran petulantes. En tercero gasear judíos y otras minorías es demencial, eso no se le ocurre ni a un niño con síndrome de Down. Si quieres deshacerte de una población en particular utilizas medios más económicos y eficientes como fusilamientos masivos, como lo ha hecho el Estado Islámico o lo hicieron los turcos con los armenios. Incluso lo más económico sería matarlos a cuchillo, desangrarlos a nivel industrial. Pero deshacerse de sectores demográficos despreciados matando gente masivamente no era racional para los alemanes de la época, y no era compatible con la visión humana del nacionalsocialismo, el nacionalsocialismo es una forma de nacionalismo a través del etno-estado, es la búsqueda de la autarquía y la conservación de valores tradicionales así como la aplicación de un socialismo basado en el patrón trabajo, cualquier fanático nancy lo puede corroborar. Que alguien me diga qué shishi tiene que ver el eliminar a millones de personas con la defensa del etno-estado colectivista. Nada, que claro, habrá algunos que dirán "es que el holocausto fue planificado y aplicado de manera clandestina, el alemán de a pie no estaba enterao". Pues tampoco tenía sentido hacerlo clandestino, porque para empezar, la propia élite del NSDAP ¿para qué querría tener interés en eliminar a millones de personas? pudiendo provocar su salida del territorio por tantos otros medios? Aparte los holocaustistas caen en el mismo error que en los tiempos modernos: al creer que el presidente sirio Assad bombardeó con armas química a un hospital lleno de niños, Assad matando a su propio pueblo para darle una excusa a EEUU para invadirles. Esto simplemente absurdo. La élite alemana no provocaría el descontento público con un genocidio, esto cualquiera con dos dedos de frente lo entiende. Y por último, no existen evidencias de que el holocausto se haya llevado a cabo. Lo único que se toma como evidencia son narraciones de "testigos", igual que los secuestrados por alienígenas, fotografías fuera de contexto y museos en Polonia que son llamados "campos de la fin" porque sí.
En conclusión: los seguidores del holocausto son orates, gente con escaso intelecto y muy ignorantes, con la misma capacidad intelectual que un fanático católico que cree en el arca de Noé y su querida progenitora. Para cagarse en ellos.
Holocausto mis huevones, jojojo. Yo los llamaría Holocuentistas, del mismo nivelazo que los terraplanistas, testigos de Jeováh, reptilianistas, fiel a la religión del amores y cazadores de fantasmas.