Ahí va mi caso.
El año pasado estuve con reducción de jornada desde el encierro hasta finales de año. Aunque en principio fue debido al el bichito, para poder cuidar dignamente de mi hijo menor, la situación se alargó debido a problemas de salud de mi pareja con el embarazo que no terminaron hasta final de año cuando nació la criatura.
A partir del 1 de noviembre, cuando mis padres volvieron a la ciudad (llevaban en el pueblo desde el encierro), y al poder recurrir a ellos para poder cuidar del niño, comuniqué a mi empresa que podía volver a trabajar a jornada completa.
2 semanas después, sin haber recibido respuesta, me llaman para una reunión el dueño de la empresa y el responsable de recursos humanos, y la conversación comienza acusándome de delincuente, estafador, jeta, querer arruinar a la empresa, etc., sin mediar explicación.
Tras unos momentos tensos, conseguí que me explicaran las razones de la sarta de insultos: según ellos, si volvía a trabajar a jornada completa era únicamente para cobrar la prestación de paternidad al 100%, por lo que la SS iba a considerarlo fraude y multarme a mi y a la empresa. Literalmente, si "había tenido el morro de estar casi todo el año trabajando "a medias", no me podían permitir reincorporarme solo para unos días por aumentar mi prestación".
Lo que yo no sabía en aquel momento, y ahora si, es que por una reducción de jornada por cuidado de un menor, la prestación es del 100% (y las cotizaciones a todos los efectos), así que no hay posibilidad de fraude alguno. Y no lo sabía tampoco cuando la SS social me pagó el primer mes acorde a mi reducción de jornada.
Después de enterarme de mis derechos (por casualidad, gracias a dios) y de reclamar, en la SS, muy amables, atendieron a mi situación y me comunicaron que al figurar el motivo de la reducción por el bichito y no por cuidado de un mejor, se les había pasado por alto. Ahora me han pagado los atrasos y el resto de la prestación acorde a mi jornada completa, por lo que económicamente estoy satisfecho.
Pero no me olvido de los insultos en mi fruta cara, a sabiendas de la delicada situación que me tocó vivir durante todo el año (un embarazo muy complicado, además del rollo el bichito), y sobre todo, de que me "obligaron" a escribir un email en el que dejara claro que en ningún momento pretendía recuperar mi jornada completa antes del parto, y que todo había sido un error.
¿Habría opción de denunciar a la empresa por la falsa acusación y de insultos que no se sostienen de ninguna forma (jorobar, en la asesoría cuando formularon la reducción de jornada sabían de sobras que el motivo era cuidar de mi hijo y deberían haberme informado a mi y a la empresa sin problemas que la prestación es del 100%), por no haberme permitido recuperar mi jornada normal cuando lo solicité (en la SS me han dicho que no se imaginan en qué situación un trabajador a jornada completa normal con reducción de jornada por circunstancias excepcionales podría cometer fraude de este tipo), y por haberme coaccionado para escribir el correo desdiciéndome a mí mismo? ¿Se podría insinuar que la empresa simplemente se negó a permitirme recuperar mi jornada normal para ahorrarse costes? ¿Tendría sentido denunciar?
Lógicamente, me apetece muchísimo ver a mi jefe con la cabeza separada de su cuerpo y las tripas fuera después de habérselas metido en la boca para asfixiarle hacíendole tragar su propia cosa, pero no se si el castigo para este energúmeno y su empresa que podrían imponerle merecería el sacrificio de tener que, obviamente, largarme de aquí con una mano delante y otra detrás y 2 churumbeles que alimentar.
Gracias.