Impresiones tras mi experiencia con gato:
-Muchas de las cosas que dicen son mentira, al menos con el mío. Por ejemplo existe el mito de que son muy indepenientes y pasan de todo, pero el mío es lo contrario. Se le nota que necesita atención constante, bien sea para jugar con él o simplemente para estar a tu lado. Conmigo especialmente, hasta me da cosa quedarme por ahí sin volver a casa porque lo echo de menos y me consta que él también.
Hay veces en las que parece estar profundamente dormido a mi lado, me voy a hacer cosas a otra parte de la casa y el cabrón aparece como teletransportado sin verlo venir.
-También se alegra al verme llegar. No se acerca al nivel de locura de mi bóxer, pero es que eso es inigualable porque están loquísimos esos perros... jajajaja
-Son muuuy divertidos. Está extendida también la falsa creencia de que son para gente poco activa y sosa, pero veo que es lo contrario, porque el macho cabríoazo es una mofa constante y una bomba de energía.
Me he estallado a reir tirado en el suelo de jugar con él al "pilla pilla". Te provoca para que lo persigas, huye cuando entras al trapo, te lanza algún zarpazo entre coleguillas (con las uñas p'adentro) si te acercas en exceso, se esconde y te sorprende cuando pasas cerca... Cuando entiendes su "humor" y su juego, es muy divertido.
Hay veces que me cabreo porque se pone pesado cuando estoy haciendo otras cosas, pero luego recuerdo que sólo es un bebé que quiere jugar.
Son tan jodidamente capaces, que hasta siendo un bebé te olvidas de su condición de animalito dependiente. Flipé cuando ví cómo iba al arenero totalmente autónomo a hacer sus cosas... lo deja todo limpito y enterrado y ya sale con total elegancia y corrección. jojojo
Espero que siga con este carácter tan juguetón y molón. Es verdad que a veces se pone muy pesado y no me deja descansar o atender a otras cosas, pero entiendo que es un cachorro y no me lo tomo mal para nada. Tiene muy buen fondo y es muy cariñoso (cuando le apetece jajaja).