¿Como España ha llegado a esta distopía comunista?

Lo pongo en Historia porque quiero que analicemos los precedentes de lo que estamos viviendo actualmente. Lo que estoy viendo estos días confirma mis peores presagios: España es un país profundamente comunista, el capitalismo y el trabajo duro están MUY MAL VISTOS por gran parte de la sociedad, compuesta por borregos que balan en pos de lo que dice el orate de turno al frente del gobierno.

¿Como se ha llegado a esta situación irreversible a todas luces (España está argentinizada ya)? ¿Empezó todo con la pesoe de Felipe González y su adoctrinamiento masivo en las aulas en los valores socialdemócratas? ¿ZP? ¿La constitución española del 78 es una constitución que, en vez de decir lo que NO debe hacer el poder como hace la constitución yanqui, lo que hace es habilitar al poder para conculcar numerosas libertades (hasta tal punto que propiedad privada es un usufructo en la práctica)? ¿Es la herencia política afrancesada la que ha llevado a España a este círculo vicioso estatista donde los individuos actúan cada vez mas como un rebaño, pidiendo mas intervención gubernamental en sus vidas?
La justicia en España solo persigue al Vulgo, la ley de protección de datos se hizo para protege a los políticos.
Si sumas esas dos cosas ya sabes lo que hay, entre bomberos no se pisan la manguera
 
Lo pongo en Historia porque quiero que analicemos los precedentes de lo que estamos viviendo actualmente. Lo que estoy viendo estos días confirma mis peores presagios: España es un país profundamente comunista, el capitalismo y el trabajo duro están MUY MAL VISTOS por gran parte de la sociedad, compuesta por borregos que balan en pos de lo que dice el orate de turno al frente del gobierno.

¿Como se ha llegado a esta situación irreversible a todas luces (España está argentinizada ya)? ¿Empezó todo con la pesoe de Felipe González y su adoctrinamiento masivo en las aulas en los valores socialdemócratas? ¿ZP? ¿La constitución española del 78 es una constitución que, en vez de decir lo que NO debe hacer el poder como hace la constitución yanqui, lo que hace es habilitar al poder para conculcar numerosas libertades (hasta tal punto que propiedad privada es un usufructo en la práctica)? ¿Es la herencia política afrancesada la que ha llevado a España a este círculo vicioso estatista donde los individuos actúan cada vez mas como un rebaño, pidiendo mas intervención gubernamental en sus vidas?
Gonzalez comunista??? Jajajjajaja que estultoico!!!
 
@Gerión , analicemos y comentemos este artículo, donde este economista toca el supuesto dilema de industrialismo vs. servicios en España. Este discurso es bastante oficial entre los expertos y por eso debemos triturarlo con argumentos.

Para mi su analísis "globalista" falla desde el momento que no tiene en cuenta el componente político de la cadena de valor económica: En España podríamos comprar productos fabricados aqui a precios más caros que en China por "eficacía nacional" y no por "eficacia económica". El paro estructural producto de la desindustrialización y el bajo valor añadido del Turismo también le cuesta dinero al Estado. Con industria y bajando el paro la gente podría pagar productos fabricados aquí y no tendría que comprarlos en Aliexpress/Amazon.

Este tipo es consciente de que se necesitan economías de escala, pero no se le ocurre pensar que esa escala se podría montar dentro de un espacio panhispánico. Como buen globalista, solo visualiza Europa como unidad económica, y claro, las cuentas no cuadran, porque Europa no es una unidad de escala, sino una suma de piezas nacionales con intereses contradictorios.

"La estrategia de reindustrialización en España es un despilfarro de recursos"
 
Última edición:
@Gerión , analicemos y comentemos este artículo, donde este economista toca el supuesto dilema de industrialismo vs. servicios en España. Este discurso es bastante oficial entre los expertos y por eso debemos triturarlo con argumentos.

Para mi su analísis "globalista" falla desde el momento que no tiene en cuenta el componente político de la cadena de valor económica: En España podríamos comprar productos fabricados aqui a precios más caros que en China por "eficacía nacional" y no por "eficacia económica". El paro estructural producto de la desindustrialización y el bajo valor añadido del Turismo también le cuesta dinero al Estado. Con industria y bajando el paro la gente podría pagar productos fabricados aquí y no tendría que comprarlos en Aliexpress/Amazon.

Este tipo es consciente de que se necesitan economías de escala, pero no se le ocurre pensar que esa escala se podría montar dentro de un espacio panhispánico. Como buen globalista, solo visualiza Europa como unidad económica, y claro, las cuentas no cuadran, porque Europa no es una unidad de escala, sino una suma de piezas nacionales con intereses contradictorios.

"La estrategia de reindustrialización en España es un despilfarro de recursos"

El sometimiento del mundo hispano no solamente afecta a lo cultural e histórico, sino que como es lógico se extiende a las bases materiales y la esfera de lo económico es otro campo de batalla.

El entrevistado, como muchos otros, está enfermo de lo que podríamos llamar "lascasianismo económico" -por Las Casas- una querencia de tipo colonialista, imperialista y neoliberal en el peor sentido que le daba la vieja izquierda, y genocida -ante las evidentes consecuencias biofísicas al perder el sustento económico y material-, por dejar a los salvajes, es decir, nosotros, los hispanos, en su estado de preindustrialización. No les conquistes, no les industrialices, simplemente pon un par de fuertes o factorías en la costa y permite que la sola palabra de Cristo se extienda mágicamente entre los nativos, lo cual es una forma de reducir la religión a psicomagia. Aquí en vez de la palabra tenemos a los productos del Norte, que mágicamente se extienden a través de las cadenas comerciales -el distribuidor comercial como misionero-, y también por misteriosos procesos de psicomagia económica, los nativos se "iluminan" de Verdad y know-how económico. La dura realidad es que en estas condiciones lo único que les queda es emigrar a la metrópoli colonial, consumando el destrozo a través de la desaparición de los mismos habitantes.

Por su biografía y cómo les suelen vender en la presentación se ve que forman parte de esa ultraderecha apátrida que contamina no sólo el mundo de la jetset económica sino también la moderna "República de las Letras", gentes que tan pronto están aquí como allí, los saqueadores nómadas de Marcelo Gullo, hunos que van de China a Europa, profesores que se mueven entre Dinamarca, España y EEUU. Pero es que todo es mentira, de espíritus libres, nada de nada, esta gente sirve a una realidad muy concreta, muy material y muy precisa que es el poder económico encarnado en la industria del Norte. Desde la Verdad -y no desde la mentira, como ellos- sólo podemos defender la realidad sedentaria que es de donde descansa y surge la acumulación cultural, material, familiar... todo.

El mismo esquema imperial hispano es el de replicar la civilización sedentaria, España se mueve para hacer nuevas Españas en el sitio (la Nueva España). Incluso los emigrantes hispanos de hoy se van para no volver, mezclarse y construir en el sitio. Hagamos que no se vayan y construyamos aquí. Frente al lascasianismo mentiroso, racista y excluyente defendamos el "cortesianismo" verdadero e incluyente que en lo industrial no es otra que llenar de industrias locales a las Naciones hispanas. Las catedrales que hemos de levantar hoy son los parques industriales.

Como no puede ser de otra forma se envuelven en la retórica antifranquista y europeísta porque se encuentran cómodos y la izquierda posmoderna -en realidad, ultraderecha neoliberal, devolvámosle el discurso desde la izquierda, echémosles de ese pedestal- les arropa. Son agermanados, "Villacañas de lo económico" que niegan la realidad panhispana, españoles que desplazan maliciosamente el centro de su pensamiento y pretenden mantener la "concepción peduncular" según la cual nuestra Península es un pedúnculo o excrecencia del Norte industrial, en vez de mantener la postura natural y realista, según el cual nuestra Nación y su Mundo hispano afín es centro de nuestro interés, una más capaz de federarse entre sus iguales, que son el resto de Naciones hispanas, y donde por simple tamaño territorial, el centro económico acaba cayendo en la mayor región templada del Mundo Hispánico, la cuenca del Plata entre Argentina y Brasil, verdadero Heartland hispánico por industrializar, con tibios intentos desde el Mercosur y que debería aumentar hasta niveles de población e industria similares a las cuencas del río Amarillo y el Yangtsé.

Completémoslo con una importante ramificación hacia México -como así quería Jorge Abelardo-, y otra hacia nuestra España, que así encontrarían su lugar, y tomarían las veces de baluartes, fronteras, katejones, portaaviones de tierra, "Japones" o "Coreas" frente a las "Chinas" del Norte, haciendo paralelismos con la geometría del imperio norteamericano, y que deben estar convenientemente industrializadas igual que ese Japón, esa Corea y esa RFA yankee lo han estado. Recordemos, porque también encontramos esta variante, que un latinoamericanismo renegando de la Península es antihispano y antilatinoamericano, y por tanto es parte del pensamiento del Norte que pretende reducir la esfera hispana y hacerle abandonar su principal baluarte -su portaaviones industrial- en Europa.

La economía de escala sólo se puede entender leyendo y siguiendo las fallas culturales. Un trabajador español sólo necesita 12 horas, las que dura un vuelo, para incorporarse al mercado argentino o mexicano y viceversa, frente a los más de 12 años de aprendizaje lingüístico y cultural que le lleva por Dinamarca, Finlandia o Estonia, lo cual evidencia que lo que está realmente ocurriendo es una tras*formación interior, una conversión, de una plataforma imperial a otra.

El planteamiento mentiroso se firma con un presentismo o actualismo radical según el cual sólo lo actual y la situación del presente nos puede dar guías para nuestros actos, ergo si estamos desindustrializados y fragmentados, así es como debe ser. Esto niega por completo las bases hispánicas -hay Más Allá, Plus Ultra-, y lo único que podemos hacer es rechazarlo.
 
Última edición:
Lo pongo en Historia porque quiero que analicemos los precedentes de lo que estamos viviendo actualmente. Lo que estoy viendo estos días confirma mis peores presagios: España es un país profundamente comunista, el capitalismo y el trabajo duro están MUY MAL VISTOS por gran parte de la sociedad, compuesta por borregos que balan en pos de lo que dice el orate de turno al frente del gobierno.

¿Como se ha llegado a esta situación irreversible a todas luces (España está argentinizada ya)? ¿Empezó todo con la pesoe de Felipe González y su adoctrinamiento masivo en las aulas en los valores socialdemócratas? ¿ZP? ¿La constitución española del 78 es una constitución que, en vez de decir lo que NO debe hacer el poder como hace la constitución yanqui, lo que hace es habilitar al poder para conculcar numerosas libertades (hasta tal punto que propiedad privada es un usufructo en la práctica)? ¿Es la herencia política afrancesada la que ha llevado a España a este círculo vicioso estatista donde los individuos actúan cada vez mas como un rebaño, pidiendo mas intervención gubernamental en sus vidas?
Pues ha llegado por el liberalismo (y su engendro y cómplice, el marxismo) que gobierna el mundo desde hace más de 200 años, y cada vez con más éxito.

"La intención y resultado de la doctrina, el verdadero fin del liberalismo no es, pues, ni la libertad política, ni la libertad de contratación, ni la liberación de las guerras, ni la libertad del poseer y del comerciar, ni la libertad de jovenlandesal, de conciencia y de religión. El fin del liberalismo es la Riqueza. Esas ansias de libertad son, pues, sólo el medio para lograr la riqueza. De ahí que la libertad, una vez proclamada como aparente fin, vaya unida a la pugna por el poder, o a la fuerza, para lograr primero, y asegurar después, la plácida posesión libre de la riqueza. He aquí su paradoja. Vino el liberalismo contra el absolutismo político, religioso, jurídico y económico, o mercantilismo; mas sus frutos son otros absolutismos: el monopolio económico y la oligo o monocracia política y social.”
Román Perpiñá, La crisis de la economía liberal. Del ethos económico al de seguridad.

“El liberalismo es término de contienda. Y esta discusión parece siempre que va a provocar su triunfo, incluso de modo que podría calificarse de espectacular. Sin embargo, de las mismas fuentes doctrinales del liberalismo (…) desde los fisiócratas a los francmasones, surgen los argumentos que hoy en día provocan el auge de la socialización.”
El libertino y el nacimiento del capitalismo, Juan Velarde.
 
Pues ha llegado por el liberalismo (y su engendro y cómplice, el marxismo) que gobierna el mundo desde hace más de 200 años, y cada vez con más éxito.

"La intención y resultado de la doctrina, el verdadero fin del liberalismo no es, pues, ni la libertad política, ni la libertad de contratación, ni la liberación de las guerras, ni la libertad del poseer y del comerciar, ni la libertad de jovenlandesal, de conciencia y de religión. El fin del liberalismo es la Riqueza. Esas ansias de libertad son, pues, sólo el medio para lograr la riqueza. De ahí que la libertad, una vez proclamada como aparente fin, vaya unida a la pugna por el poder, o a la fuerza, para lograr primero, y asegurar después, la plácida posesión libre de la riqueza. He aquí su paradoja. Vino el liberalismo contra el absolutismo político, religioso, jurídico y económico, o mercantilismo; mas sus frutos son otros absolutismos: el monopolio económico y la oligo o monocracia política y social.”
Román Perpiñá, La crisis de la economía liberal. Del ethos económico al de seguridad.

“El liberalismo es término de contienda. Y esta discusión parece siempre que va a provocar su triunfo, incluso de modo que podría calificarse de espectacular. Sin embargo, de las mismas fuentes doctrinales del liberalismo (…) desde los fisiócratas a los francmasones, surgen los argumentos que hoy en día provocan el auge de la socialización.”
El libertino y el nacimiento del capitalismo, Juan Velarde.

¿Que tienen de liberales los espadones del siglo XIX? ¿Una persona a sueldo de los intereses del estado que utiliza el monopolio de la fuerza es Liberal?

Lo siento, pero en España se asocia liberalismo al jacobonismo napoleónico masón francés, y el liberalismo no es eso.
 
Pues no, el sitio adecuado para este post seria Temas Calientes

No por que pensar que estamos viviendo en una distopia comunista no sea un delirio, que lo es, si no porque precisamente quien haya leido algo de historia comprende que identificar Estado con Comunismo, este simplismo procedente de una ideologia economica muy concreta, es un sin sentido de dimensiones siderales
 
¿Que tienen de liberales los espadones del siglo XIX? ¿Una persona a sueldo de los intereses del estado que utiliza el monopolio de la fuerza es Liberal?

Lo siento, pero en España se asocia liberalismo al jacobonismo napoleónico masón francés, y el liberalismo no es eso.
Los espadonesy no espadones del XIX lo tienen todo de liberales. De hecho trabajaban para Inglaterra, donde se refugiaban vía Gibraltar, como Mendizábal, el del saqueo y ruina de la Desamortización.

El primer espadón, Riego, liberal, fue un traidor que trabajó para Inglaterra, con su levantamiento impidió el envío de fuerzas a América contra los insurgentes.

El general Riego se sublevó para no luchar en América, dice un historiador

El catedrático de Sevilla Manuel Moreno pretende desmitificar al militar asturiano, "ascendido a capitán general sin méritos"
07.10.2013 | 01:52
Manuel Moreno Alonso.

Manuel Moreno Alonso.
Sevilla / Oviedo,
Agencias / M. L. S.


El catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla, Manuel Moreno Alonso, ha desmitificado al general asturiano Rafael del Riego, el militar español más popular del XIX, explicando su sublevación liberal de 1820 con su oposición a marchar a América para defender las colonias de los movimientos insurgentes. Según Moreno Alonso, Riego fue "un joven oficial, escasamente conocido, con el grado de capitán que, poco después de ser ascendido inmerecidamente a comandante, es promovido, después del triunfo de su pronunciamiento, a capitán general", y fue convertido "en un mito de la lucha por la libertad y en símbolo del progreso y la democracia" y en "un mito asumido por las generaciones posteriores con un fervor y militancia incomparables".

Las consecuencias del pronunciamiento de Riego fueron "el triunfo del movimiento de independencia en América" y "fue el único pronunciamiento de los que se produjeron hasta entonces, desde la restauración hasta el absolutismo en 1814, que gozó de popularidad entre los soldados, porque los libraba del embarque para América", extremo que ya señalaron historiadores como José Luis Comellas.

Riego "triunfó no por el impulso arrollador de las ideas constitucionales, sino por el temor a embarcarse para América", según el historiador, quien cita a Antonio Alcalá Galiano, coetáneo de Riego: "La gran da repelúsncia a embarcarse predispuso los ánimos de gente ruda en quienes no podía haber opiniones políticas a favor del levantamiento" del general. Moreno Alonso cita "una carta del propio Riego a su hermano Miguel, escrita la Nochebuena de 1819 -una semana antes de su pronunciamiento en Las Cabezas de San Juan (Sevilla)- en la que da cuenta de su estado de zozobra ante la inminencia de su embarque para América". El profesor cita a historiadores como Alberto Gil Novales, biógrafo de Riego, y a Melchor Fernández Almagro, quien sostuvo que "Riego alimentó el descontento de sus soldados al decirles no sólo que iban a ser alejados de su patria en buques podridos, sino que alegó que lo iban a hacer para llevar una guerra injusta al nuevo mundo".

El marqués de las Amarillas, designado ministro de la Guerra tras la sublevación de Riego, escribió que el resultado del "escandaloso levantamiento" no fue otro que "la pérdida final de los continentes norteamericanos sujetos a España". José Álvarez Junco, recordó Moreno, llegó a afirmar que "Riego fue convertido en un héroe patrio por los liberales cuando desde el punto de vista de la razón del Estado, era reo de alta traición".

Moreno Alonso señaló que "cabe preguntarse qué hubiera ocurrido, por ejemplo, en Inglaterra, con un ejército expedicionario, reunido para asegurar sus posesiones en América o en Asia, que se hubiera rebelado contra el Gobierno". "La historiografía no ha destacado tampoco, críticamente, que con el triunfo del pronunciamiento de Riego se consolidó la tradición del golpismo militar", aseguró el historiador, que destacó que al respecto que "de los 35 pronunciamientos militares que hubo en España en el XIX, todos menos cinco, tuvieron un carácter exaltado, radical o republicano.

Citar Responder
 
¿Que tienen de liberales los espadones del siglo XIX? ¿Una persona a sueldo de los intereses del estado que utiliza el monopolio de la fuerza es Liberal?

Lo siento, pero en España se asocia liberalismo al jacobonismo napoleónico masón francés, y el liberalismo no es eso.
Y Mendizábal, con sus robos, o el espadón Espartero bombardeando Barcelona, siguen la senda liberal inglesa (y norteamericana) cuyo fin es "el monopolio económico y la oligo o monocracia política y social.”

El Imperio británico fue exclusivamente depredador; es decir, liberal, empezando por depredar a sus propios naturales:

Bertrand Russell, en Libertad y organización 1814-1914 (1934) dice:

“La rectitud de Inglaterra sobre el comercio de esclavos es una curiosidad psicológica, puesto que los mismos hombres que hicieron más por su abolición se opusieron abiertamente a todos los esfuerzos hechos para mitigar los horrores del industrialismo inglés (…) Para los niños ingleses no tuvieron piedad; para los neցros estuvieron llenos de compasión.”

Afirma Russell que estos horrores, los que respecta a los niños, no son muy conocidos debido a su carácter vergonzoso y, por eso, pasó mucho tiempo sin publicarse nada al respecto. Luego cita una de las primeras publicaciones sobre este asunto, la de los Hammonds en The Town Labourer:

Los niños “entraban a las cinco o las seis de la mañana y salían lo más temprano a las siete o las ocho de la tarde, incluso los sábados. Todo este tiempo estaban encerrados a una temperatura que variaba de 75º a 85º (…) La borra atascaba sus pulmones (…) los eméticos era cosa corriente (…) Catorce o quince horas durante seis días a la semana eran las horas regulares (…) Trabajar de tres de la mañana a diez de la noche no era raro (…) Era físicamente imposible resistir este sistema de trabajo si no se imponía por medio del terror. Los inspectores que informaban ante la Junta de Sadler afirmaban que su método era brutal. Pero les decían que obligaban a trabajar lo estipulado o los destituían, y en estas circunstancias la piedad era un lujo que no podía permitirse un hombre de familia (…) En algunas fábricas casi no pasaba una hora sin que sonara el látigo y los quejidos de dolor.”

Y añade Russell:

“Pero esta agonía de los niños hubiese sido imposible si sus padres no hubieran estado en una situación desesperada. Las horas de trabajo de los adultos eran increíblemente largas; los salarios, bajos, y las condiciones de sus viviendas, abominables. Los trabajadores industriales, muchos de los cuales habían vivido, hasta hacía muy poco, en el campo, tuvieron que apiñarse en ciudades nuevas, mal construidas, insanas y llenas de humo. Algunos vivían en sótanos. Y el cólera y el tifus eran endémicos.”

En el siglo XVIII y principios del XIX, eran los propios campos de las Islas Británicas, que hasta entonces habían sido utilizados por los pobres con cierta comodidad, los que se cercaban para redistribuirlos por decretos del Parlamento: “Había varios instrumentos para que el rico expoliase al pobre. Los más importantes fueron los cercados y la Ley de los Pobres”.

La Ley de los Pobres de 1834 completaba, a cargo del Estado, “un salario bajo si era insuficiente para proporcionarle una alimentación sencilla al trabajador pobre y a su familia (…) El resultado natural fue que los patronos pagaron salarios bajos para que parte de los gastos de trabajo empleado por ellos la pagase la asignación del pobre”. Por otra parte, “las autoridades negaron la ayuda de la Ley de los Pobres a los padres que no querían enviar a sus hijos a las fábricas”.
 
Última edición:

El liberalismo se cargó los gremios y creó fábricas; los campesinos se convirtieron en obreros y fueron desangrados salvajemente.

En el estado de explotación en que se encontraba el pueblo, las leyes de instrucción pública eran papel mojado.

Esto empieza a cambiar con el "reaccionario" Bismarck, en los años 80 del s. XIX, con la implantación en Alemania de los Seguros Sociales -en consecuencia al enorme desarrollo industrial que se produjo tras la unificación en Alemania (cosa que no habían hecho los liberales ingleses a pesar de su potente industralización)- que se extenderá al resto de Europa.

Y en España con Franco, en paralelo a la industrialización del país.
 
En cuanto al conocimiento universalizado, si bien no alcanza a todos, es creación de la Iglesia Católica, El catolicismo es una religión exotérica que condena el esoterismo, lo cual hizo que por primera vez, en la Edad Media, se difundiera el conocimiento públicamente y se instituyeran las universidades.

La Iglesia Católica y la creación de la Universidad, por THOMAS E. WOODS, JR.

El conocimiento sustancial de los tiempos medievales que se produjo en el siglo XX debería haber sepultado esa caricatura acondroplásica (de la Iglesia) de una vez por todas, pero aquí tenemos otro caso de conocimiento especializado que no ha sido orientado para llegar al público en general.

Fue, después de todo, en la Edad Media que la Universidad comenzó a existir. La universidad, que se desarrolló y maduró en la Europa católica, fue un fenómeno novedoso de la historia europea. Nada como ella había existido en las antiguas Grecia o Roma. La institución que reconocemos hoy, con sus facultades, cursos de estudio, exámenes y grados; así como con la distinción común entre alumno y graduado, nos viene directamente del mundo medieval. Y no sorprende que la Iglesia haya hecho mucho para promover el sistema de la naciente universidad ya que, de acuerdo al historiador Lowrie Daly, "era la única institución en Europa que mostró un interés consistente en la preservación y el cultivo del conocimiento".

Los orígenes precisos de la primera de las universidades están perdidos en la oscuridad, aunque la imagen se hace cada vez más clara si nos remontamos al siglo trece. No podemos dar fechas exactas para la aparición de las universidades en París y Boloña, Oxenford y Cambridge, ya que evolucionaron en un periodo de tiempo: el primer inicio se dio como escuelas en las catedrales y el último como reuniones informales de maestros y alumnos; pero podemos decir con seguridad que el proceso ocurrió durante la segunda mitad del siglo trece.

Para identificar una escuela medieval particular como universidad, debemos buscar ciertas características. Por un lado, una universidad tenía un corazón de textos obligatorios, con los que los profesores enseñaban y con los que generaban sus propios aportes. Una universidad también estaba caracterizada por los programas bien definidos que duraban una cierta cantidad de años, así como el otorgamiento de grados. Esta concesión de un grado, dado que permitía que quien lo recibiera fuera considerado "maestro" (master), hizo que se admitiera a nuevas personas en el gremio docente. Pese a que las universidades con frecuencia lucharon con autoridades externas en pos de un gobierno propio, por lo general lo lograron. También buscaron y recibieron el reconocimiento legal como una corporación.

El papado jugó un rol central, sino exclusivo, en el establecimiento y el aliento de las universidades. Naturalmente, la concesión de un documento a una universidad era un indicador de este rol papal. Unas 81 universidades se establecieron por el tiempo de la Reforma. De estas, 33 tenían un documento papal, 15 un decreto real o imperial, 20 tenían ambos y 13 no tenían ninguno. Además, la perspectiva aceptada era que una universidad no podía conceder grados sin la aprobación del Papa, el rey o el emperador. El Papa Inocencio IV oficialmente concedió este privilegio a la Universidad de Oxford, por ejemplo, en 1524. (De hecho) el Papa y el emperador (en teoría) tenían la autoridad sobre toda la cristiandad y por esta razón era a ellos a quien una universidad solicitaba autorización para poder conceder los grados. Ya con la aprobación de una o de las dos figuras universales, los grados de la universidad serían reconocidos en toda la cristiandad. De otro lado, los grados conferidos solo con la aprobación de los monarcas nacionales eran considerados válidos solo en el reino en el que habían sido otorgados.

En algunos casos, incluyendo en particular las universidades de Boloiña, Oxford y París, quien recibía el grado de maestro podía enseñar en cualquier lugar del mundo (ius ubique docendi). Es el documento del Papa Gregorio IX sobre la Universidad de Toulouse en 1233 en el que vemos por primera vez esa fórmula y, por eso, este documento se convirtió en un modelo para el futuro. La idea era que esos maestros pudieran unirse libremente a otras facultades en Europa occidental, aunque en la práctica cada institución prefería examinar a los candidatos por sí misma antes de admitirlos. Sin embargo, este privilegio conferido por los papas sin duda jugó un papel importante en el fomento de la difusión de conocimientos y en la difusión de la idea de una comunidad académica internacional.

Y no sorprende que la Iglesia haya hecho mucho para promover el sistema de la naciente universidad ya que, de acuerdo al historiador Lowrie Daly, era la única institución en Europa que mostró un interés consistente en la preservación y el cultivo del conocimiento".

El rol papal no se confinó a estos asuntos sino que se extendió a muchos otros también. Una mirada a la historia de la universidad medieval revela que el conflicto entre la universidad y el pueblo o el gobierno del área no eran algo infrecuente. Los hombres de los pueblos eran con frecuencia ambivalentes en su postura hacia los estudiantes universitarios: por un lado, la existencia de la universidad era buena para los mercaderes y para la actividad económica en general ya que los alumnos llevaban dinero para gastar; pero por otro lado, los alumnos universitarios, entonces como ahora, podían ser irresponsables y revoltosos. Como lo dice un comentarista moderno, los habitantes de los pueblos donde había universidades medievales amaban el dinero pero odiaban a los alumnos. Como resultado, los alumnos y sus maestros se quejaban con frecuencia del trato que recibían.

En esa atmósfera, la Iglesia dio una protección especial a los alumnos universitarios al ofrecerles lo que se conoce como el beneficio del clero. Los clérigos en la Europa medieval disfrutaban de un estatus legal especial según el cual, primeramente, era un crimen muy grave atentar contra ellos; y en segundo lugar, tenían el derecho de presentar sus casos legales ante un tribunal eclesiástico antes que en uno secular. Los alumnos universitarios, por ser verdaderos o potenciales candidatos al clero, también tenían estos privilegios. Algunos gobernantes seculares decidieron también establecer protecciones similares: como cuando en el 1200, Felipe Augusto de Francia otorgó y confirmó esos privilegios a los alumnos de la Universidad de París, permitiéndoles llevar sus casos ante lo que sería una corte más empática con ellos en vez de aquellas existentes en la ciudad.

Los papas intervinieron en nombre de la universidad en numerosas ocasiones, como cuando el Papa Honorio III (1216-27) se puso del lado de los maestros en Boloña en 1220 contra una serie de infracciones a sus libertades. Cuando el canciller de París insistió en un juramento de lealtad ante él, el Papa Inocencio III (1198-1216) intervino. Luego, cuando el Obispo de París y el canciller de la universidad quisieron eliminar la autonomía institucional de la casa de estudios, fue el Papa Gregorio IX, quien en 1231 emitió la bula Parens Scientiarum en nombre de los maestros parisinos. En este documento el Papa efectivamente otorgaba a la Universidad de París el derecho del autogobierno, confiriéndole la potestad de hacer sus propias reglas sobre sus cursos y estudios. El Papa también le otorgó a la universidad una jurisdicción papal separada, emancipando a la institución de las interferencias de lo que había sido una autoridad diocesana prepotente. "Con este documento –escribe un experto– la universidad logra la mayoría de edad y aparece en la historia legal como una corporación intelectual completamente formada para el avance y la capacitación de los maestros". El papado, escribe otro, "debe ser considerado una fuerza importante en el modelado de la autonomía de los docentes de París (es decir, el cuerpo organizado de maestros en París)".

En el mismo documento, el Papa también otorgó un privilegio conocido como cessatio: el derecho de la universidad a suspender sus clases para ir a la huelga general solo porque incluyó casos como el del "rechazo al derecho de establecer precios para alojamientos o el caso de una lesión o mutilación de un alumno para la cual no se hubiese llegado a una satisfacción adecuada en el plazo de 15 días o en el caso de el encarcelamiento injusto de un alumno". Al apoyar a las universidades en su derecho a suspender sus clases y al establecer las razones que constituirían una justificación adecuada para hacerlo, el Papa hizo una importante contribución al cultivo de un ambiente amable y estable que llevara a la erudición y el aprendizaje.

En estas grandes instituciones los alumnos no solo estudiaban muchas de las disciplinas de las llamadas artes liberales, sino también la ley civil y canónica, la filosofía natural, la medicina y la teología.

Se hizo común para las universidades llevar sus problemas ante el Papa en Roma. En varias ocasiones, el Papa incluso intervino para forzar a las autoridades de una universidad para que pagasen los salarios de sus profesores, tal fue el caso de los Papas Bonifacio VIII, Clemente V, Clemente VI y Gregorio IX. No sorprende, entonces, que un historiador haya declarado que "el más grande y más consistente protector (de las universidades) fue el Papa de Roma. Fue él quien otorgó, aumentó y protegió el estatus privilegiado en un mundo que tenía con frecuencia jurisdicciones conflictivas".

En estas grandes instituciones los alumnos no solo estudiaban muchas de las disciplinas de las llamadas artes liberales, sino también la ley civil y canónica, la filosofía natural, la medicina y la teología. Mientras las universidades tomaban forma en el siglo 12, fueron las felices beneficiarias de los frutos de los que algunos expertos han llamado el renacimiento del siglo 12, entre los que destacan la traducción masiva de muchas de las grandes obras del mundo antiguo que había estado perdido para los académicos de occidente por muchos siglos, incluyendo la geometría de Euclides, la lógica, la metafísica, la filosofía natural, la ética de Aristóteles, y el trabajo médico de Galeno. Los estudios sobre leyes comenzaron a florecer también, particularmente en Boloña, en donde se redescubrió el Digest, el principal componente del cuerpo jurídico (Corpus Juris Civilis) del emperador Justiniano del siglo VI: un compendio de la ley romana, admirado desde sus orígenes hasta la actualidad.

La distinción entre la educación de los alumnos y los graduados se hizo en las primeras universidades más o menos como es hoy en día. Y, como hoy en día, algunos lugares eran especialmente conocidos por la distinción académica en algunas áreas: así Boloña fue reconocida por el estudio de las leyes y París fue reconocida por la teología y las artes.

El alumno o el artista (es decir, el alumno de artes liberales) asistía a clases, tomaba parte de disputas ocasionales y asistía a disputas formales de otros. Sus maestros o los masters–como eran conocidos– típicamente explicaban un texto importante, con frecuencia tomado de la antigüedad clásica. Había un fuerte énfasis en Aristóteles. Junto con los comentarios de estos textos antiguos, los profesores gradualmente comenzaron a incluir una serie de cuestionamientos para ser resueltos a través de la argumentación lógica. Con el paso del tiempo, estos asuntos desplazaron esencialmente a los comentarios. Aquí está el origen de la pregunta por el método del argumento escolástico, del tipo encontrado en la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino.

Tales preguntas también se hacían en lo que se conoce como la disputa ordinaria. El maestro asignaba a los alumnos que argumentaran con otro alumno en la posición contraria de la disputa. Cuando cesaba su interacción, era entonces el turno del master para "determinar" o resolver el asunto. Para lograr el grado de bachiller de artes, se esperaba que el alumno determinara un asunto por sí mismo para satisfacción de la facultad. (Antes de se permitiera hacer eso, sin embargo, el alumno debía probar que poseía la preparación adecuada y era capaz de someterse a una evaluación). Este tipo de énfasis en cuanto al argumento o en cuanto a dirigir un caso para cada lado del asunto o la capacidad de resolver una disputa usando las herramientas racionales parece sonar como algo opuesto a la vida intelectual que la mayoría de gente asocia con el hombre medieval. Pero así fue cómo operaba el proceso de otorgamiento de grados. (Yo mismo me he deleitado traviesamente al imaginar a los pobres señores Knight y Lomas tratando de defender su sinsentido anti-católico ante una audiencia de verdaderos expertos).

Una vez que el alumno era capaz de determinar algo, entonces se le confería el grado de Bachiller en Artes. El proceso tomaba típicamente entre cuatro y cinco años. En ese punto, el alumno simplemente declaraba que su educación estaba completa, como muchos bachilleres hacen hoy, y buscaba un trabajo remunerado (incluso como profesor, tal vez en alguna escuela de menor rango en Europa) o decidía seguir sus estudios y tratar de tener el grado de graduado. El llamado grado de maestro, que lograba ese título al completar sus estudios, le permitía luego enseñar en el sistema universitario.

Para comenzar estudios más avanzados y llegar a ser un profesor calificado, o simplemente para buscar puestos deseables en el servicio civil o eclesiástico, el futuro master tenía que demostrar su competencia dentro del canon de las obras importantes de la civilización occidental. Esto era antes de solicitar su licenciatura para enseñar, que era conferida entre los grados de bachiller y master. Podemos tener una idea del avanzado bagaje del alumno de parte de un historiador moderno opinando sobre textos con los que esperaba se familiarizaron los alumnos.

Según el historiador de la ciencia Edward Grant, la creación de la universidad, el compromiso con la razón y la discusión racional y el espíritu de investigación que caracterizó la vida medieval intelectual fue "un don de la Edad Media latina para el mundo moderno… pese a que este don podría nunca ser reconocido.

Luego de su bachillerato y antes de solicitar su licencia para enseñar, los alumnos debían "haber escuchado e París o en alguna otra universidad" las siguientes obras aristotélicas: Physics, On Generation and Corruption, On the Heavens, (Física, Sobre la generación y la corrupción) y, principalmente la Parva Naturalia; y los tratados de Aristóteles Sobre el sentido y la sensación, Sobre caminar y dormir, sobre la memoria y el recuerdo, sobre la extensión y la brevedad de la vida. También debía haber escuchado (o tener planes para escuchar) On the Metaphysics(Sobre Metafísica) y debía haber tomado clases sobre los libros de matemática. [Historiador Hastings]. Rashdall, cuando habla del currículo de Oxford, da la siguiente lista de obras, para ser leídas por el bachiller entre el periodo de su determinación y su incepción (maestría): libros sobre las artes liberales: en gramática Prisciano; en retórica, la Retórica de Aristóteles Rhetoric (tres periodos), o los tópicos de Boecio (bk. iv.), La Nova Rhetorica o la Metamorphoses de Ovidio o las Poetria Virgilii; en lógica la De Interpretatione de Aristóteles o los tópicos de Boecio (periodos del 1 al 3) o el análisis previo de Tópicos (de Aristóteles); en aritmética y en música, Boecio; en geometría, Euclides, Alhaceno o Vitelio, Perspectiva; en astronomía, Theorica Planetarum (dos periodos) o sobre Ptolomeo, Almagesta. En filosofía natural las obras adicionales eran: La Física o Sobre el Cielo (tres periodos) o On the Properties of the Elements (Sobre las propiedades de los elementos) o Los Meteorics o Sobre plantas y vegetales o On the Soul o On Animals (Sobre el alma o sobre los animales) o cualquiera de la Parva naturalia; en filosofía jovenlandesal, la Ética o Economía o Política de Aristóteles por tres periodos y en metafísica: La Metaphysics de dos o tres periodos si el candidato no se había determinado aún.

El proceso de adquirir una licenciatura generalmente consistía en otra demostración del conocimiento y un compromiso con ciertos principios de la vida universitaria. Una vez que este proceso estaba completo, la licenciatura era conferida oficialmente. En Santa Genoveva, la persona que obtenía la licenciatura se arrodillaba frente al vicecanciller, que decía:

Yo, por la autoridad investida en mí por los apóstoles Pedro y Pablo, te otorgo la licenciatura para dar clases, investigar, disputar y determinar el ejercicio de otros actos magisteriales en la facultad de artes de París y en todo lugar, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

La extensión precisa del tiempo que típicamente pasaba entre la recepción de la licenciatura y la recepción del grado de master (que aparentemente requería un mayor conocimiento de libros) es difícil de determinar, pero un estimado razonable está entre seis meses y tres años. Se consideraba que un candidato, que tal vez ya había leído todos los libros requeridos, recibía ambas distinciones el mismo día.

La universidad y la vida intelectual que promovió, jugó un rol indispensable en la civilización occidental. Christopher Dawson observa que desde los días de las primeras universidades, "los altos estudios fueron dominados por la técnica de la discusión lógica: la quaestio y la disputa pública que tan extensamente determinaron la forma de la filosofía medieval, incluso en sus más grandes representantes. "Nada –dice Robert de Sorbonne– se conoce perfectamente si es no ha sido masticado por los dientes de la disputa y la tendencia de colocar toda pregunta, desde la más obvia hasta la más compleja, a este proceso de masticado no solo alentando la disposición del ingenio y la exactitud del pensamiento, sino y sobre todo ese espíritu de crítica y de la duda metódica a la que la cultura y la ciencia occidentales le deben tanto".

Según el historiador de la ciencia Edward Grant, la creación de la universidad, el compromiso con la razón y la discusión racional y el espíritu de investigación que caracterizó la vida medieval intelectual fueron "un don de la Edad Media latina para el mundo moderno… pese a que este don podría nunca ser reconocido. Tal vez siempre se quedará con el estatus que ha tenido en los últimos cuatro siglos: ser el secreto mejor guardado de la civilización occidental".
 
Volver