El mundo árabe está muchísimo menos industrializado que Occidente. Quizás Turquía sea lo más industrializado, y es, de hecho, el país más secularizado de todos.
El capitalismo y el modo de producción industrial imponen sus propias reglas y rutinas. Por ejemplo, en las sociedades agrarias tradicionales, el catolicismo, más allá de los domingos, tenía un cojón de días de precepto donde el trabajo estaba prohibido y se dedicaba a la oración y al ayuno. Con el paso a una sociedad industrial, los días de precepto se redujeron muchísimo porque no era eficiente tener a tus obreros más de 30 días al año sin currar.
Lo mismo con la vida familiar. En las sociedades tradicionales y en los pequeños talleres, toda la producción se hacía en casa, con tu familia, respetando los ciclos de amanecer-atardecer y en un ambiente más o menos amable (pues es tu familia).
Todo eso se acaba con la gran fábrica y el modelo ultracapitalizado del industrialismo. Ahora hay que currar en un ambiente masificado (no familiar), con jornadas laborales que no respetan los ciclos solares y en un ambiente duro.
Obviamente la propiedad privada y la iniciativa empresarial tiene sus virtudes, al satisfacer necesidades. Pero el Estado juega un rol primordial, y debe garantizar la competencia, la cohesión y la justicia social. Y ésto no significar ser comunista.