--De nada sirve un carro que ha de ser tras*portado en vías ferroviarias hasta 10km del frente envuelto en algodones, justo cuando estas son machacadas por la aviación enemiga día sí, y día también.
Los tanques sufren bastante en las marchas, sobre todo si son largas, tanto los Tiger como todos los demás, todos los combatientes usaban el ferrocarril siempre que podían, aparte de por el desgaste del material, porque el consumo de combustible se reduce muchísimo.
Aparte, los carros no están concebidos (salvo raras excepciones) para moverse por carreteras asfaltadas, sino para hacerlo campo a través. Incluso los modelos BT rusos de entreguerras, predecesores de los T34, que habían sido concebidos especialmente para desplazarse por carretera, debían hacerlo mediante un sistema especial de tracción que permitía que el carro se moviera sin sus orugas, precisamente porque las orugas se destrozan en marchas sobre piso duro.
Por otra parte, el Tiger es un carro pesado, su misión no es la misma del T34, lo suyo es ser la punta de lanza en un ataque para romper el frente o enfrentarse a la punta de lanza enemiga, es un elemento de choque no de explotación. Sus virtudes deben ser el tener una gran capacidad defensiva (blindaje grueso) y una gran potencia de fuego, estar preparado para dar y recibir. Para explotar la ruptura ya están otros carros más ligeros y más rápidos.
Es decir que en el triángulo potencia de fuego-protección-movilidad, en el caso del tiger son prioritarios los 2 primeros.
--El tigre fue en conjunto una cagada monumental. La mayoría no tenían la fortuna de entrar en combate en el momento y lugar idóneos, y muchos terminaban inutilizados tórpemente en las cunetas por sus propias tripulaciones y recibiendo vacíos una ducha de fuego enemigo.
¿? Casi nadie en una guerra tiene la fortuna de entrar en combate en el momento y lugar idóneos, la guerra es muy fruta y los planes nunca salen como se espera, el arte operacional de la guerra es una especie de gestión efectiva del caos. Sobre todo si no llevas la iniciativa casi nunca, como era el caso de los alemanes desde el 42, te toca combatir donde y cuando los otros quieren.
Lo de que acababan inutilizados en las cunetas, pasa siempre en cualquier combatiente durante las retiradas, retirarse suele suponer una pérdida de material importante, por eso es un arte en sí mismo hacerlo de manera organizada. Por ejemplo la inmensa mayoría de los carros, cañones y vehículos alemanes perdidos en Normandía, no fueron en los combates de los meses de junio, julio y mitad de agosto, sino en los últimos días de agosto y septiembre, durante la retirada.
Si el enemigo te viene pisando los talones, cualquier avería, atasco, extravío, falta de combustible... significa que tu vehículo se queda inutilizado en la cuneta.
De eso hay muchos ejemplos en todos los países, las largas columnas del vencedor sobrepasando vehículos enemigos tirados en la cuneta, no dirías que el T34 o KV1 son una cagada de tanque porque en el 41 se los veía por grupos atascados en el barro y tirados por las cunetas durante las retiradas soviéticas, retirarse, sobre todo con prisa suele ser chungo, para todos.
--Su leyenda proviene de la propaganda nancy del momento, los grandes pero cortos sustos que dió a sus adversarios, y como no, de su engrandecimiento por parte de Hollywood como camino a la glorificación de los heróicos e ingeniosos chicos del tío Sam que siempre se lo cargan en las películas, ya sea con bazokas, calcetines, o a pedos.
Sí, de la propaganda y también de su efectividad, los enemigos lo temían, entre aliados occidentales y soviéticos se dio una cosa que se llamaba "tigerfobia", una extraña enfermedad que convertía cualquier vehículo alemán de orugas en un Tiger y cualquier cañón en un 88. De esa manera se magnificaban los éxitos y se justificaban las derrotas: "hemos tenido que enfrentarnos a docenas de tigers"
Si hacemos caso de los informes aliados, los alemanes tenían miles de tigers por todas partes, cuando se fabricaron menos de 2000 de todas las versiones.
En Kursk, por ejemplo se emplearon unos 100 tiger en el sector sur y 45 en el norte, perdiéndose en total poco más de una docena. (bastantes más dañados). Nada que ver con las declaraciones soviéticas sobre cientos de tigers en llamas. Pero claro siempre es mejor justificar unas exageradas pérdidas propias magnificando el material y las pérdidas del enemigo, sobre todo si tu jefe se llama Stalin.
En Normandía fueron unos 150-180 en total, tres batallones y un puñado en la Pz Lehr, los americanos no los vieron hasta las fases finales de la campaña (sí, el soldado Ryan y sus paracas en concreto no se toparon tigers prácticamente nunca, con suerte en las Ardenas). Sin embargo el peligro de que esos carros nazis fuesen tigers, hacía que los aliados se tomasen las cosas con mucha cautela, eso es un valor añadido, intangible pero real.
Según las estadísticas el ratio de destrucción de carros enemigos respecto a tigers en combate era de 12 a 1 y el ratio de pérdidas en todas las circunstancias, abandono, auto-destrucción, etc. de 5 a 1, aún considerándolas exageradas y dividiendo por 2, no creo que a ningún tanquista aliado le hiciese mucha gracia tener a un Tiger enfrente. La mitificación pudo iniciarla la propaganda nancy, pero fueron los aliados los que la elevaron al rango legendario.