Todo es finito igualmente. Hace falta cantidad ingente de recursos para construirlas y mantenerlas.
Llegaría un momento tras el subidón, que vendrían los problemas, la radiación, la falta de uranio, los accidentes, los grandes costes.... y la realidad se impondría de nuevo. A decrecer.
Y tampoco se podría dedicar la energía a hacer cualquier dispendio caprichoso que generara más perjuicios que beneficios.
Lanzarse al espacio a lo que sea tiene unos costes tremendos. Una cosa es lanzar satélites que sean útiles y otra cosa es pensar en lanzar naves que van a ir a años luz a traer recursos y gastarse más en el camino. El papel lo aguanta todo