Ayios
Madmaxista
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Esa es otra de las tonterías que has dicho. Mint siempre ha tenido un peso relativo similar y siempre ha utilizado los mismos reclamos para autopromocionarse: que es más sencillo, más familiar para alguien que venga de Windows, más cuidado estéticamente... para mí mentiras todo, pero no vamos a entrar a pormenorizar. El caso es que Mint siempre ha parasitado a Ubuntu, y mientras que Ubuntu con respecto a Debian clonan su repositorio y lo desarrollan de forma paralela utilizando sus propios servidores e infraestructuras, Mint sin embargo absorbe directamente de los repositorios de Ubuntu y es 100% Ubuntu salvo un puñado de pequeños programas que le ponen por encima. De hecho el desarrollo principal de Mint lo lleva una sola persona, algo que sería impensable en cualquier distribución que tuviese un mínimo de infraestructura propia, pero que es posible si lo único que hace es parasitar el trabajo de los demás.Pero si cuando paso esó Mint era residual, ¿qué dices?
En círculos de Linux, Mint es una fruta broma que encima pone en riesgo a sus usuarios porque de forma sistemática el sistema se niega a actualizar elementos como el Kernel, argumentando una absurda estabilidad, cuando los kernel que publica Ubuntu ya han sido probados y no se recuerda ninguna actualización que haya comprometido el sistema, más bien al contrario; no actualizarlo lo pone en peligro ante bugs y exploits conocidos.
Así que, si Mint es básicamente Ubuntu y utiliza sus mismos paquetes, ¿qué es lo que queda? ¿Cinnamon? ¿Un entorno de escritorio inmaduro que intenta copiar a Windows y utiliza muchísimos más recursos que Gnome y hasta KDE? Y encima se puede instalar Cinammon en el propio Ubuntu, así que ni eso. Digamos entonces que lo que diferencia a Mint de Ubuntu es que tiene un salvapantallas distinto y utiliza el tonalidad verde. Guau.