Es que a Volvo la compró el grupo Geely y ahora es china. Vi el análisis de un eléctrico “barato” (30k

), el EX30, que llevaba al extremo el tema del control absoluto mediante la pantalla de marras y me pareció que la marca había olvidado definitivamente esa obsesión por la seguridad que la había hecho famosa.
En casa habíamos tenido un V40 (de los primeros), un V50, un C30 y un XC60, y yo estuve a punto de comprar el V40 (de los nuevos) en lugar del 118D. Todos eran unos cochazos: duros, fiables y cómodos.
Mi muyer siempre quiso Volvos porque tiene una obsesión con los accidentes de tráfico desde que los padres de su mejor amiga se mataron en la autopista y, años más tarde, yo salí indemne de un accidente muy aparatoso cuando un amigo perdió el control del coche, un Volvo 360, a 180 km/h. y ninguno de los que íbamos dentro tuvo lesiones graves.