Todos van a lo práctico, no es que los empresarios y los trabajadores tengan genes distintos.
Y no, a mi no me parece en absoluto una solución hacer tabla rasa. Aunque la ley y la presión social obligue, es justamente una situación en la que todos los que aportan pierden.
El empresario, porque pierde la posibilidad de mejorar la productividad y de tener más contentos a los buenos trabajadores. Y los buenos trabajadores, porque tienen la posibilidad de tener una flexibilidad que les da mayor calidad de vida.
Al final, nos hemos acostumbrado a que las condiciones sean regidas precisamente por aquellos cuya actitud es menos deseable, los malos empresarios y los malos trabajadores.
Efectivamente, el colectivismo siempre iguala por debajo.