La caza y recolección representó la primera adaptación exitosa de la humanidad, abarcando al menos el 90% de la existencia del ser humano.
La especie humana, desde su existencia hace 300.000 años hasta hace diez mil años, sobrevivía mediante la caza y la recolección. Aproximadamente una treintena de individuos, unidos por el parentesco, cazaban rumiantes y recolectaban frutos y semillas silvestres.
Durante esos 300.000 años, la característica principal fue el aumento del volumen del cerebro, es decir, la capacidad de almacenar y tras*mitir información fue crucial para la supervivencia. Sobrevivían los humanos con mayor capacidad cerebral, quienes organizaban grupos para cazar, informaban sobre posibles peligros y diseñaban estrategias ofensivas o defensivas. Esta capacidad de comprensión y comunicación ha perdurado hasta la organización actual de la sociedad y economía.
Hasta hace diez mil años, el hombre era exclusivamente cazador-recolector. Aún en nuestro tiempo, existen sociedades que hasta hace poco practicaron o siguen practicando la caza y las actividades derivadas como medio básico de subsistencia. No es por tanto, una actividad exclusivamente "prehistórica", sino que ha tenido una proyección, aunque cada vez más limitada, en el mundo moderno y contemporáneo.
Al margen de estos HECHOS históricos y prehistóricos, recuerdo que años a me preguntaba cuando me comía un filete si habría sido capaz de apiolar al ternero si lo hubiera criado yo mismo. Un día la respuesta me vino cual epifanía:
si mi familia y yo tenemos hambre, SÍ, sin ninguna duda.
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