Escucha: Hay que apiolar todas esas bacterias que producen ese mal olor. De manera que todos los días vas a cambiar de zapatos, zapatillas, bambas, o lo que uses, lo mismo de calcetines. Cada día por la tarde te preparas un tiesto con agua templada a la que añades un buen puñado de bicarbonato (en el Mercadona tienes bolsas de kilo), buen puñado, y si el puñado es pequeño, dos. Masajeas los pies con el bicarbonato, los dejas más de cuarto de hora para que las bacterias esas se mueran. Cada día. Y se acaba el problema.
Yo tuve un compañero con el mismo problema, pero como era de Bilbao, al barreño le echaba un buen chorro de formol, de la droguería, mano de santo también, pero era de Bilbao y con novia, y la novia le dijo que o se lavaba o no iban más al cine a oler a sus puñeteros pies. Las cosas como son.