Nietzsche, otro iluminado que despreciaba, ni más ni menos que toda la historia occidental, incluyendo el Imperio Romano y el Imperio español al completo, sólo por volver a los valores tribales de la antigua Grecia.
Exactamente igual que nuestros batasunis quieren volver a la caverna matriarcal vascongada, o los alemanes del nazismo a los bosques de los germanos.
Siempre es lo mismo, negación de la grandeza, exaltación de lo pequeño, de lo terrenal, de lo seguro. España fue todo lo contrario, un salto en el vacío (¿salto de fe?) hacia lo desconocido, el Plus Ultra, y la comunión de todas las "tribus" (naciones) en un imperio universal, sin necesidad de negar o abandonar la naturaleza de cada una (que sí niega, por ejemplo, el progresismo actual, que no concibe una grandeza en común sin el mestizaje y la dilución del todo, cultural y no cultural).