ATARAXIO
Madmaxista
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Para entender los procesos digestivos hay que imaginarse siempre a nuestros ancestros, no solo durante decenas de miles de años sino centenares. Como era su dieta y qué bebían. Somos descendientes de supervivientes !
Todo el mundo sabe o debería saber, que no se debe beber agua del mar porque colapsa el organismo .
Las células de nuestro organismo están recubiertas por una membrana semipermeable que deja pasar el agua, pero no otras sustancias como el sodio y el cloro. Si la concentración de sal fuera de la célula es mayor que la que hay dentro, el agua sale de la célula para corregir el desequilibrio. Esta manera de igualar la concentración de sustancias a cada lado de una membrana es lo que se conoce como ósmosis.
Por eso, cuando bebemos agua de mar, la ósmosis hace que las células compensen el exceso de sal expulsando mucha agua.
Para evitar esta situación, el organismo intenta eliminar el exceso de sal de los fluidos a través de la orina. Sin embargo, los riñones solo son capaces de producir orina menos salada que el agua de mar. Por eso, para eliminar la sal suficiente como para no causar daño a las células, es necesario orinar mucha más agua de la que se ingirió. Y por eso el agua salada no quita la sed, sino todo lo contrario: conduce a la deshidratación.
La orina, antes fue sangre !!!
por lo tanto introducir demasiada sal en la sangre desequilibra todo el sistema.
Los cuerpos somos ecosistemas andantes que mantienen la misma salinidad y temperatura del mar donde nació la vida.
De hecho en un momento de nuestra vida hemos sido una bacteria en los testículos de nuestro padre, antes de fundirnos con el óvulo de nuestra progenitora y desarrollar todo el proceso evolutivo en ese pequeño mar que es el útero.
A diferencia de nuestros antepasados que ponían bemoles como los ornitorrincos, o los marsupiales que fue el paso posterior en el que el embrión sale para desarrollarse en una bolsa externa, nosotros, los mamíferos placentados eclosionamos el huevo dentro del cuerpo.
Nuestras antepasadas las babosas marinas, inventaron el cortejo y el amor. Son hermafroditas y luchan durante el acto sensual para clavar un aguijón calcáreo con el que inyectar una droja . Quien gana se convierte en macho y sigue buscando víctimas, quien pierde queda drojada y se convierte en hembra. Queda fecundada y no le queda más remedio que engendrar los bemoles.
Luego nuestros antepasados los peces a través de una lucha simulada, activan las drojas endógenas sin necesidad de inyectarlas . Lo que inventaron fue el orgasmo simultáneo para que el agua no se llevase el leche.
Todos nuestros antepasados siguen ahí vivos. No hace falta recurrir a los fósiles. Siguen las primeras bacterias, las babosas, los peces, los anfibios, los reptiles... las musarañas y los monos ... ahí están.