No veo yo que ninguna de las batallas en que intervinieron los ingleses fuese determinante.
La Batalla de Inglaterra está mitificada. Si Alemania hubiese conseguido vencer a la Unión Soviética, seguramente habría dispuesto de tiempo y recursos suficientes como para levantar una Kriegsmarine y una Luftwaffe suficientemente poderosas como para doblegar no una sino tres veces a Inglaterra, hasta que ésta hubiese acudido a llorar a los Estados Unidos. Pero éstos, sin una base territorial, poco habrían podido hacer.
El Alamein es otro mito. Bien que supuso el principio del final para el Afrika Korps, pero Alemania jamás se tomó completamente en serio su aventura del sur muy sur. De haberlo hecho, de haberse volcado en Egipto, Montgomery y sus batallas de desgaste serían hoy una nota a pie de página.
Midway supuso un punto de inflexión en el Pacífico pero, al igual que Gettysburg lo fue en la Guerra Civil, no tenía el carácter de batalla definitiva. Marcó el punto máximo de expansión japonés y el inicio de su imparable decadencia, pero ésta era inevitable desde antes de declararse la propia guerra. Estados Unidos tenía una potencia insuperable mientras que Japón había alcanzado los límites de su fuerza. Tarde o temprano habría habido un Midway. Más determinantes fueron batallas como la del Golfo de Leyte, en que la flota japonesa sí dio su canto del cisne. Mal hizo Japón en declarar la guerra a tan poderoso enemigo, pero éste hizo todo lo posible para que así fuese y el enfrentamiento había de ser inevitable.
La Guerra en mayúsculas fue, para Alemania, el frente ruso. Y allí el Gettysburg particular fue Kursk: momento en que los rusos tomaron una iniciativa que ya después no perdieron y que, con algún que otro despiste que no podía ya influir en el curso de la guerra, les condujo a cabalgadas apocalípticas como la Operacion Bagration. Stalingrado fue una batalla mítica por sus efectos sobre la jovenlandesal bélica: pero las bajas alemanas fueron mucho menos graves de lo que parecería haberse esperado, y el poder bélico alemán se resintió pero no tanto como para no poder recuperarse. Tras Kursk las fuerzas acorazadas alemanas comenzaron el camino hacia la ruina definitiva.
Por lo demás, la entrada en la guerra de los Estados Unidos marcó claramente un antes y un después. No era lo mismo ayudar con material a la Unión Soviética que poner su Ejército en Europa. Y, aunque en el frente del Este se hizo el mayor esfuerzo, sobra decir que Stalin estaba bastante agobiado por la tardanza de sus aliados en mover ficha. Para ingleses y franceses la entrada en guerra de EE.UU. fue el premio rellenito de la lotería, porque por si solos no habrían podido expulsar a Alemania de suelo europeo así hubiese pasado un siglo.
No opino sobre la guerra en el mar porque no creo que fuese demasiado relevante. El uso de los submarinos puede verse como un gran logro técnico o como una manifestación de debilidad de la Kriegsmarine, forzada a suplir con imaginación sus graves carencias. El desarrollo de las medidas contrasubmarinas por parte de los aliados puso fin a un tipo de guerra en que se infligieron graves daños a los mercantes aliados pero que, en el fondo, no iba a influir decisivamente en lo que ocurría en otros frentes bélicos.