Hay un fragmento interesante de la Odisea en el que Menelao cuenta a Telémaco su desembarco forzoso (provocado por abstenerse del holocausto a los dioses) en la isla de Pharos, cerca de Egipto, cuando regresaba de Troya.
Tras quedarse sin provisiones, los compañeros de Menelao "vagaban por la isla, pescando con anzuelos doblados, porque el hambre les oprimía el vientre". Sin embargo, actuaban bajo la presión de las circunstancias ( ) y no hay ninguna razón para suponer que se dedicaran a pescar de buena gana.
Los compañeros de Odiseo actuaron del mismo modo cuando fueron confinados en la isla Trynakia debido a las condiciones meteorológicas:
"Pero cuando todas las provisiones se habían sacado del barco y consumido, y ahora debían vagar de un lado a otro en busca de caza, peces y pájaros, y todo lo que pudiera llegar a sus manos, pescando con anzuelos doblados, pues el hambre les oprimía el vientre".
Homero no menciona en absoluto el consumo de pescado en la Ilíada. El acto de pescar es tan vergonzoso como el de comerlo. Salvo las escenas antes dichas de Faro y Trynakia, la pesca aparece casi exclusivamente a modo de metáforas y siempre en el mismo contexto, cuando el poeta compara el acto de asestar un golpe mortal con la captura de peces mediante la caña o la red.
Piotr Berdowski
HEROES AND FISH IN HOMER
