¿ Por qué ahorrar es una estafa ?

Has respondido por responder no? Porque te ha sudado lo que he comentado.
Y tu ahorras o gastas basándote en lo que pasa a 7000 km en países que no tienen influencia mundial?

a ver si lo entiendes de una forma sencilla :

De lo que se trata es de hacer trabajar a la gente , es decir esclavizarla para que la enorme productividad de una población sometida , enriquezca a la élite mundial
España está siendo saqueada una vez tras otra, como lo está Japón, Alemania y tantos otros países gobernados por traidores.
Como ejemplo es como los países de sudamérica cuando España era la metrópoli y los gobernaban virreyes al servicio de sus jefes.

Si tú fueses una persona cabal , serías consciente de tus verdaderas necesidades , de lo que importa el tiempo de vida, de a lo qué dedicas tu tiempo, si disfrutas de ese milagro que es la vida

SI QUIERES SABER EL VALOR DE LA VIDA, SOLO RECUERDA QUE ES UN SUCESO BREVE
 
a ver si lo entiendes de una forma sencilla :

De lo que se trata es de hacer trabajar a la gente , es decir esclavizarla para que la enorme productividad de una población sometida , enriquezca a la élite mundial
España está siendo saqueada una vez tras otra, como lo está Japón, Alemania y tantos otros países gobernados por traidores.
Como ejemplo es como los países de sudamérica cuando España era la metrópoli y los gobernaban virreyes al servicio de sus jefes.

Si tú fueses una persona cabal , serías consciente de tus verdaderas necesidades , de lo que importa el tiempo de vida, de a lo qué dedicas tu tiempo, si disfrutas de ese milagro que es la vida

SI QUIERES SABER EL VALOR DE LA VIDA, SOLO RECUERDA QUE ES UN SUCESO BREVE
Por eso yo no trabajo, prefiero que otros remen
 
Llevo 15 años ahorrando, desde que empecé a trabajar. Realmente sin ningún objetivo, nada más que tener ese respaldo por lo que viniese. Tampoco me he privado de nada, pero todo con moderación y cabeza. Con casi 40 años, viendo que con 60 me podría dar un patatús, he decidido comprar una casa guapa. No la necesito realmente, tengo piso gratis sin hipotecas ni ataduras. Pero me la quiero comprar, quiero disfrutarla junto con mi mujer e hijo. Nunca he tenido sótano ni piscina y puedo permitírmelo. Además, cuando heredemos, ya nos cubrirá las futuras necesidades que tengamos.

No sé si me arrepentiré, el tiempo lo dirá...
 
Llevo 15 años ahorrando, desde que empecé a trabajar. Realmente sin ningún objetivo, nada más que tener ese respaldo por lo que viniese. Tampoco me he privado de nada, pero todo con moderación y cabeza. Con casi 40 años, viendo que con 60 me podría dar un patatús, he decidido comprar una casa guapa. No la necesito realmente, tengo piso gratis sin hipotecas ni ataduras. Pero me la quiero comprar, quiero disfrutarla junto con mi mujer e hijo. Nunca he tenido sótano ni piscina y puedo permitírmelo. Además, cuando heredemos, ya nos cubrirá las futuras necesidades que tengamos.

No sé si me arrepentiré, el tiempo lo dirá...

si has leído este hilo y no has reaccionado, alguien bailará sobre tu tumba y disfrutará lo que tu no has gastado.
 
si has leído este hilo y no has reaccionado, alguien bailará sobre tu tumba y disfrutará lo que tu no has gastado.

Jajaja, mi caso es muy especial. Estoy casado con la mujer más extraña del mundo. Su pasión, hobbie y meta en esta vida es su trabajo. No lo hace por el dinero, ni siquiera sabe exactamente lo que gana. Yo administro las cuentas de ambos en casa. No aprecia nada lo material, es un mechero de mujer.
Yo soy digamos quien provee lo material, hobbies, ocio, tiempo libre...es algo difícil de entender y explicar...

Cuando le planteo de comprar una casa sin necesidad de ello, apenas le da importancia, puedo adquirirla sin su aprobación. Y ahí viene el problema. No muestra interés, alegría o ilusión como haría cualquier mujer. Y claro, si algo saliera mal, yo sería el responsable.

En fin, te cuento esto para que veas que hay casos muy complejos, no es solo cuestión de gastar o ahorrar, existen situaciones más complejas. Y ahí estoy yo, no sé que cosa hacer jajaja...
 
Jajaja, mi caso es muy especial. Estoy casado con la mujer más extraña del mundo. Su pasión, hobbie y meta en esta vida es su trabajo. No lo hace por el dinero, ni siquiera sabe exactamente lo que gana. Yo administro las cuentas de ambos en casa. No aprecia nada lo material, es un mechero de mujer.
Yo soy digamos quien provee lo material, hobbies, ocio, tiempo libre...es algo difícil de entender y explicar...

Cuando le planteo de comprar una casa sin necesidad de ello, apenas le da importancia, puedo adquirirla sin su aprobación. Y ahí viene el problema. No muestra interés, alegría o ilusión como haría cualquier mujer. Y claro, si algo saliera mal, yo sería el responsable.

En fin, te cuento esto para que veas que hay casos muy complejos, no es solo cuestión de gastar o ahorrar, existen situaciones más complejas. Y ahí estoy yo, no sé que cosa hacer jajaja...

Mucha gente vive en una secta destructiva.

Imagina el trabajo de tu mujer sin sueldo , si la idea te inquieta como algo psicopático, es que lo es.

O al revés, imagina que a estos les pagan un buen sueldo por hacer el bobo.. Inmediatamente dejan de ser una secta

londonkirtan.jpg
 
el sistema nunca dejará que acumules riqueza y ahorros si eres parte de la masa productiva. El valor del dinero lo da precisamente su escasez . Si la población acumulase riqueza y tuviese asegurados los años futuros, simplemente dejaría de ser productiva, y el dinero sería como los bolívares o los dólares zimbaueses. Los estados hacen verdaderos esfuerzos de ingeniería social para empobrecer a sus ciudadanos. Es fácil de entender : Aunque ZARA de beneficios multimillonarios, Amancio Ortega no los va a repartir entre sus empleados y los que fabrican la ropa. Los sueldos serán siempre lo mínimo indispensable de supervivencia , un delicado equilibrio entre " que no se mueran de hambre, pero que no dejen de trabajar "

Depende de a que te dediques. Yo conozco a desarrolladores de software que ganan buena pasta, muchos de ellos si quieren ahorran unos años y pueden irse a un país mas barato a vivir.
 
El círculo del noventa y nueve:
En un país no muy lejano había un rey muy triste, el cual tenía un sirviente que se mostraba siempre pleno y feliz.

Todas las mañanas, cuando le llevaba el desayuno, el sirviente lo despertaba tarareando alegres canciones de juglares. Siempre había una sonrisa en su cara, y su actitud hacia la vida era serena y alegre.

Un día el rey lo mandó llamar y le preguntó:

-Paje, ¿cuál es el secreto?

-¿Qué secreto, Majestad?

-¿Cuál es el secreto de tu alegría?

-No hay ningún secreto, Alteza.

-No me mientas. He mandado cortar cabezas por ofensas menores que una mentira.

-Majestad, no tengo razones para estar triste. Su Alteza me honra permitiéndome atenderlo. Tengo a mi esposa y a mis hijos viviendo en la casa que la corte nos ha asignado, estamos vestidos y alimentados, y además Su Alteza me premia de vez en cuando con algunas monedas que nos permiten darnos pequeños gustos. ¿Cómo no estar feliz?

-Sino no me dices ya mismo el secreto, te haré decapitar -dijo el rey- Nadie puede ser feliz por esas razones que has dado.

El sirviente sonrió, hizo una reverencia y salió de la habitación.

El rey estaba furioso, no conseguía explicarse cómo el paje vivía feliz así, vistiendo ropa usada y alimentándose de las sobras de los cortesanos.

Cuando se calmó, llamó al más sabio de sus asesores y le preguntó:

-¿Por qué él es feliz?

-Majestad, lo que sucede es que él está por fuera del círculo.

-¿Fuera del círculo? ¿Y eso es lo que lo hace feliz?

-No, Majestad, eso es lo que no lo hace infeliz.

-A ver si entiendo: ¿estar en el círculo lo hace infeliz? ¿Y cómo salió de él?

-Es que nunca entró.

-¿Qué círculo es ese?

-El círculo del noventa y nueve.

-Verdaderamente no entiendo nada.

-La única manera para que entendiera sería mostrárselo con hechos. ¿Cómo? Haciendo entrar al paje en el círculo. Pero, Alteza, nadie puede obligar a nadie a entrar en el círculo. Aunque si le damos la oportunidad, posiblemente entrará por si mismo.

-¿Pero no se dará cuenta de que eso es su infelicidad?

-Si se dará cuenta, pero no lo podrá evitar.

-¿Dices que él se dará cuenta de la infelicidad que le causará entrar en ese ridículo círculo, y de todos modos lo hará?

-Tal cual, Majestad. Si usted está dispuesto a perder un excelente sirviente para entender la estructura del círculo, lo haremos. Esta noche pasaré a buscarlo. Debe tener preparada una bolsa de cuero con noventa y nueve monedas de oro.



Así fue. El sabio fue a buscar al rey y juntos se escurrieron hasta los patios del palacio y se ocultaron junto a la casa del paje. El sabio guardó en la bolsa un papel que decía: "Este tesoro es tuyo. Es el premio por ser un buen hombre. Disfrútalo y no le cuentes a nadie cómo lo encontraste".

Cuando el paje salió por la mañana, el sabio y el rey lo estaban espiando. El sirviente leyó la nota) agitó la bolsa y al escuchar el sonido metálico se estremeció. La apretó contra el pecho, miró hacia todos lados y cerró la puerta.

El rey y el sabio se acercaron a la ventana para ver la escena. El sirviente había tirado todo lo que había sobre la mesa, dejando sólo una vela, y había vaciado el contenido de la bolsa. Sus ojos no podían creer lo que veían: ¡una montaña de monedas de oro! El paje las tocaba, las amontonaba y las alumbraba con la vela. Las juntaba y desparramaba, jugaba con ellas... Así, empezó a hacer pilas de diez monedas. Una pila de diez, dos pilas de diez, tres, cuatro, cinco pilas de diez... hasta que formó la última pila: ¡nueve monedas! Su mirada recorrió la mesa primero, luego el suelo y finalmente la bolsa.

"No puede ser", pensó. Puso la última pila al lado de las otras y confirmó que era mas baja. "Me robaron -gritó-, me robaron, ¡malditos! "Una vez más buscó en la mesa, en el piso, en la bolsa, en sus ropas. Corrió los muebles, pero no encontró nada. Sobre la mesa como burlándose de él, una montañita resplandeciente le recordaba que había noventa y nueve monedas de oro. "Es mucho dinero -pensó- pero me falta una moneda. Noventa y nueve no es un número completo. Cien es un número completo, pero noventa y nueve.

El rey y su asesor miraban por la ventana. La cara del paje ya no era la misma, tenía el ceño fruncido y los rasgos tensos, los ojos se veían pequeños y la boca mostraba un horrible rictus. El sirviente guardó las monedas y, mirando para todos lados con el fin de cerciorarse de que nadie lo viera, escondió la bolsa entre la leña. Tomó papel y pluma y se sentó a hacer cálculos. ¿Cuánto tiempo tendría que ahorrar para comprar su moneda número cien? Hablaba solo en voz alta. Estaba dispuesto a trabajar duro hasta conseguirla; después, quizás no necesitaría trabajar más. Con cien monedas de oro un hombre puede dejar de trabajar. Con cien monedas de oro un hombre es rico. Con cien monedas de oro se puede vivir tranquilo. Si trabajaba y ahorraba, en once o doce años juntaría lo necesario. Hizo cuentas: sumando su salario y el de su esposa, reuniría el dinero en siete años. ¡Era demasiado tiempo! Pero, ¿para qué tanta ropa de invierno?, ¿para qué más de un par de zapatos? En cuatro años de sacrificios llegaría a su moneda cien.



El rey y el sabio Volvieron al palacio.



El paje había entrado en el círculo del noventa y nueve. Durante los meses siguientes, continuó con sus planes de ahorro. Una mañana entró a la alcoba real golpeando las puertas y refunfuñando.



-¿Qué te pasa? -le preguntó el rey de buen modo.

-Nada -contestó el otro.

-No hace mucho, reías y cantabas todo el tiempo.

-Hago mi trabajo, ¿no? ¿Qué querría Su Alteza, que fuera también su bufón y juglar?



No pasó mucho tiempo antes de que el rey despidiera al sirviente. No era agradable tener un paje que estuviera siempre de mal humor.


Reflexión:

Muchos de nosotros hemos entrado en el círculo del noventa y nueve alguna vez: sentimos que nos falta algo para estar completos, y pensamos que sólo entonces podremos disfrutar de lo que tenemos. Como siempre algo "falta" parece que la felicidad deberá esperar hasta que todo esté completo... y entramos en un círculo en el que nunca podemos gozar de la vida.

Muchas veces pensamos que la satisfacción y el bienestar llegarán "cuando tenga un buen sueldo" o "una buena casa", "cuando me case", "cuando tenga un hijo", "cuando me jubile y tenga tiempo", cuando consiga tal o cual meta.. sin embargo el bienestar y la plenitud ha de venir de dentro, no desde fuera, y estar presente a lo largo de todo el camino de nuestra vida. Nos generamos insatisfacción y sufrimiento si nos centramos en añorar lo que nos falta y dejamos de disfrutar de lo que si tenemos.

Esta es la trampa del círculo: no entendemos que con 99 podemos ser felices, podemos sentirnos plenos a lo largo del camino, si nos centramos en esa moneda que creemos que falta y dejamos de valorar lo que tenemos nunca estaremos "completos" siempre nos faltará algo.

No dejemos de disfrutar de lo que tenemos por añorar lo que creemos que nos falta.
 
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