Si yo tuviera un gran patrimonio, haría lo posible para vivir bien sin excesos, convenciendo a mis hijos de que podemos vivir bien, pero sin alharacas.
Cuando cumpliesen los 30, y tras haber cursado estudios/oficios, haber aprobado oposiciones (bien orientados para ello desde la más tierna infacnia), y haber saboreado las deliciosas mieles del mercado charcuteril laboral español, les reuniría un día a todos y les diría: "Hijos, es todo una purisima mentira y una filfa: en realidad no tenéis por qué trabajar si no queréis".
Como últimas voluntades, repartiría bienes acorde a la parábola del hijo pródigo, dejando más patrimonio a quien hubiese logrado más en la vida, y desheredando por completo a los hijos gente de izquierdas y/o gaies y vividores. También si se han casado con alguien que no me gustase (por ejemplo, gente de otras razas que no me gustan a mi).
Lo de desheredar se puede hacer fácilmente de forma bien planificada a base de legados, y traspasando propiedades en vida, pero quedándose con el usufructo vitalicio. El BTC también juega un papel importante en el proceso de desheredamiento.