Carta de un amigo sobre la sociedad rural popular tradicional: “Un modo de vivir, de pensar, de sentir, de ser” Hola, Félix Te envío estas palabras, no para deleites nostálgicos, pues añorar tanto el pasado puede conducirnos a pegarnos un tiro; tampoco para presumir de "otro mundo" que conocí...
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Hay que salirse del sistema, pero no para huir, sino para COMBATIRLO.
Hay que retornar, por ejemplo, al medio rural, pero para hacer la REVOLUCIÓN, no para HUIR.
Los urbanitas derechohabientes bienestarizados no son sólo víctimas, son corresponsables de que las ciudades se hayan convertido en lo que son, una trituradora de humanos. Por tanto, el medio rural hay que ir a hacer vida rural, no a hacer vida moderna, tecnológica, hedonista, etc. y menos aún vida dependiente del ESTADO y del CAPITALISMO y del TRABAJO ASALARIADO (los tres son vectores de tiranía, tanto por separado, como sobre todo juntos, que es como van siempre).
Al medio rural hay que ir a crear una sociedad parcialmente autosuficiente en todos los órdenes de la existencia, y para ello lo correcto es crear una
sociedad autogobernada en asambleas omnisoberanas, con derecho consuetudinario, bienes comunales, propiedad privada conseguida sin trabajo asalariado (o el menor posible) y pueblo en armas.
Esto sería el objetivo final, por tanto es un camino muy largo y duro, del que hay que dar (como en todo camino) el primer paso. Los caminos fáciles y CÓMODOS son precisamente los que nos han llevado a la situación dramática actual de las ciudades (y de la demografía).
Hay que decidir si queremos seguir bajo el paradigma de la COMODIDAD (sobre todo mental, la más nociva de todas) o bien cambiar al paradigma del ESFUERZO, la LIBERTAD y la CONVIVENCIA.
Al mundo rural hay que ir a convivir, no a aislarse. Por eso es mejor ir a un pueblo pequeño, todavía habitado, pero en vías de abandonarse por razones demográficas.
A los pueblos hay que ir con espíritu de SERVICIO. Hay que ir a los pueblos incluso para trabajar limpiando culos a los ancianos.... Hay que ir a los pueblos diciendo: aquí estoy, ¿qué hay que hacer? Y ser el primero en levantar la mano para decir, YO LO HAGO.
Una vez que demuestres, con hechos, tu espíritu de servicio, los lugareños estarán más dispuestos a escuchar tus propuestas. Propuestas que, a pesar de venir de un urbanita (en este caso urbanita más o menos consciente) serán escuchadas por los lugareños, los cuales, al ser en su mayoría ancianos, ya no tienen ganas ni fuerzas para hacer, pero sí para apoyar y formar a quien quiera hacer.
Pero al mismo tiempo, repito, tu deber es aprender de esos ancianos, todo lo que haga falta, que será mucho. Pero el futuro ya no lo pueden proyectar ellos.
En realidad lo que hay que hacer es lo lógico, lo normal, lo humano, lo que siempre se hizo hasta que el dúo ESTADO-CAPITAL y sus castas de expertos lo destruyó todo.... Lo que hay que hacer es la unión de ancianos y jóvenes, y no la separación y desconfianza entre ellos, promovida por el dúo ESTADO-CAPITAL.
Unión ancianos-jóvenes, hombres-mujeres, autóctonos-pagapensiones (hasta donde ello sea posible), etc. y todos unidos contra el dúo ESTADO-CAPITAL.
Si no se da esa UNIÓN DEL PUEBLO LLANO, todo irá a peor, según la agenda marcada por el dúo ESTADO-CAPITAL.