Gatoo_
amagatos
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Es hora de volver a los controles físicos
El fallo de las puertas de un Tesla atrapa a cuatro amigos y los calcina en un incendio mortal
Los controles electrónicos y digitales son una lacra que, según los estudios, hace que los coches sean menos seguros. Esta última tragedia es sólo una prueba más de la necesidad de controles mecánicos
Foto: Imagen del Tesla calcinado en el que las víctimas quedaron atrapadas por la puertas. Sólo sobrevivió una después de un rescate in extremis. (CTV)
13/11/2024 - 20:50 Actualizado: 14/11/2024 - 13:34
Cuatro amigos murieron calcinados el pasado 24 de octubre tras quedar atrapados en un Tesla Model Y que se incendió al estrellarse contra una barrera de seguridad en el bulevar Lakeshore de Toronto, Canadá. Como la compañía describe en su página web, las puertas del Tesla Model Y se abren electrónicamente, con un botón que hay que pulsar para que un mecanismo eléctrico la abra. Los ocupantes no pudieron abrir las puertas porque los botones no funcionaban tras el impacto. La única superviviente, una mujer de unos 20 años, logró escapar gracias a la intervención de Rick Harper, un empleado de Correos de Canadá que pasaba por el lugar y que utilizó una barra metálica para romper la ventana del vehículo.
“No podía abrir las puertas”, afirmó Harper en la televisión canadiense. La joven salió del coche como pudo, de cabeza hacia el exterior, desesperada por escapar de las llamas. El denso humo impidió a Harper percatarse de que había más personas dentro del coche, y los otros cuatro ocupantes —Neelraj Gohil, de 25 años, su hermana Ketaba Gohil, de 29, Jay Sisodiya y Digvijay Patel— no sobrevivieron al accidente.
Este no es solo el último de una larga lista de incendios en vehículos Tesla —que lideran en este tipo de accidentes—, sino una trágica evidencia de los riesgos de depender exclusivamente de sistemas electrónicos para funciones cruciales en los vehículos. En los Tesla Model Y, la apertura de puertas depende de controles electrónicos, lo que complica una salida rápida en caso de emergencia, como describe la compañía en su página web:
Los Tesla Model Y carecen de apertura con palanca mecánica. Sólo se pueden abrir con un botón. En caso de fallo, como dice el manual de usuario, debes abrir un panel y tirar de un cable, algo imposible en situaciones de emergencia.
Estos coches tienen un mecanismo manual de emergencia, sí, pero éste requiere retirar un panel y tirar de un cable, una tarea imposible para ocupantes en pánico o desorientados en un accidente, sobre todo en el caso de un incendio eléctrico, que son extremadamente violentos y generan un humo muy denso y tóxico.
El complicado sistema auxiliar imposible de operar en una emergencia.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA, según su acrónimo en inglés) tiene abiertas múltiples investigaciones sobre el Tesla Model Y, abarcando problemas como la “activación inesperada de frenos” o la “aceleración no intencionada”. La compañía de Elon Musk tiene abiertas causas criminales y varios pleitos sobre publicidad falsa respecto a sus sistemas de conducción y seguridad. Tesla afirma que sus vehículos tienen un 'diseño orientado a la seguridad' e insiste en que son 'los más seguros del mundo'. Sin embargo, los datos reflejan una realidad diferente: según un informe del Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS), los Tesla tienen una mayor frecuencia de reclamaciones por incendios en comparación con otras marcas, incluidas los de combustión interna. La lista de incendios actualizada es escalofriante, tanto como la virulencia de este tipo de incendios.
Los controles electrónicos no son seguros
Hay múltiples estudios que demuestran que los controles electrónicos —como estos sistemas de apertura electrónica o las pantallas táctiles que sustituyen controles tradicionalmente mecánicos— son peligrosos para la conducción y provocan un mayor número de accidentes. A diferencia de los controles físicos, que el conductor puede operar de forma instintiva y sin desviar la vista de la carretera, las pantallas táctiles requieren atención visual constante. Esto no solo aumenta la distracción, sino que elimina la retroalimentación háptica que permite a los conductores operar ciertos controles sin tener que mirarlos, manteniendo la atención en la carretera.
Otra imagen del coche siniestrado. (CTV)
Tanto es así que el Programa Europeo de Evaluación de Automóviles Nuevos (Euro NCAP) penalizará con menores calificaciones de seguridad a los vehículos que releguen ciertas funciones esenciales a una pantalla a partir de 2026. Ningún coche que no cumpla con el mínimo de controles podrá obtener la máxima certificación de seguridad. Según el Euro NCAP, los vehículos deberán contar con controles físicos para funciones esenciales como los intermitentes, luces de emergencia, limpiaparabrisas, claxon, luces (incluyendo luces largas), volumen de la radio, climatización, selector de marchas, liberación del maletero y del guantera. Además, estos controles deben ser intuitivos y accesibles sin desviar la vista de la carretera, asegurando que el conductor pueda reaccionar de manera inmediata y segura.
Matthew Avery, director de desarrollo estratégico del Euro NCAP, advierte que “el uso excesivo de pantallas táctiles es un problema generalizado en la industria, con casi todos los fabricantes moviendo controles clave a pantallas centrales, obligando a los conductores a apartar la vista de la carretera y aumentando el riesgo de accidentes por distracción”.
Avery dice que “limitar el tiempo que los conductores desvían la vista de la carretera es fundamental para promover una conducción más segura". El uso de pantallas táctiles para funciones como ajustar la climatización o controlar el volumen de la radio representa un riesgo innecesario, remacha.
Un Tesla Model S Plaid que se puso a arder mientras su dueño lo conducía en Pensilvania. (Geragos & Geragos/Reuters)
Todo por el ahorro de costes
Un riesgo innecesario que nos han vendido como un avance por el interés económico: los fabricantes de automóviles han adoptado controles digitales y pantallas táctiles para reducir costes de producción drasticamente, disfrazándolo como una apuesta por el diseño minimalista y el factor futurista que no es tal. Las industrias de electrodomésticos y automóviles han reemplazado interruptores y botones giratorios por pantallas táctiles centrales para ahorrar dinero. Las pantallas táctiles eliminan la necesidad de múltiples piezas mecánicas, reduciendo tanto los costes de producción como de ensamblaje. Además, el mantenimiento es más sencillo, ya que las actualizaciones de software permiten modificar o añadir funciones sin intervención física en el vehículo.
Los fabricantes deben dejar ya de vendernos la burra de los controles digitales como una mejora y abandonar el argumento de un supuesto minimalismo y elegancia que no son tal. Está claro que priorizar la reducción de costes no puede ser la justificación para comprometer la seguridad del conductos y sus acompañantes. Deben volver a los controles físicos y garantizar la máxima seguridad de los ocupantes, permitiendo respuestas instintivas y rápidas en situaciones de emergencia. Algunas marcas, de hecho, ya lo están haciendo. Si Tesla siguiera la lógica y los estudios de seguridad, usando mecanismos manuales en vez de implementar botoncitos electrónicos, es probable que esas cuatro vidas se hubieran salvado.
El fallo de las puertas de un Tesla atrapa a cuatro amigos y los calcina en un incendio mortal
Los controles electrónicos y digitales son una lacra que, según los estudios, hace que los coches sean menos seguros. Esta última tragedia es sólo una prueba más de la necesidad de controles mecánicos
Foto: Imagen del Tesla calcinado en el que las víctimas quedaron atrapadas por la puertas. Sólo sobrevivió una después de un rescate in extremis. (CTV)
13/11/2024 - 20:50 Actualizado: 14/11/2024 - 13:34
Cuatro amigos murieron calcinados el pasado 24 de octubre tras quedar atrapados en un Tesla Model Y que se incendió al estrellarse contra una barrera de seguridad en el bulevar Lakeshore de Toronto, Canadá. Como la compañía describe en su página web, las puertas del Tesla Model Y se abren electrónicamente, con un botón que hay que pulsar para que un mecanismo eléctrico la abra. Los ocupantes no pudieron abrir las puertas porque los botones no funcionaban tras el impacto. La única superviviente, una mujer de unos 20 años, logró escapar gracias a la intervención de Rick Harper, un empleado de Correos de Canadá que pasaba por el lugar y que utilizó una barra metálica para romper la ventana del vehículo.
“No podía abrir las puertas”, afirmó Harper en la televisión canadiense. La joven salió del coche como pudo, de cabeza hacia el exterior, desesperada por escapar de las llamas. El denso humo impidió a Harper percatarse de que había más personas dentro del coche, y los otros cuatro ocupantes —Neelraj Gohil, de 25 años, su hermana Ketaba Gohil, de 29, Jay Sisodiya y Digvijay Patel— no sobrevivieron al accidente.
Este no es solo el último de una larga lista de incendios en vehículos Tesla —que lideran en este tipo de accidentes—, sino una trágica evidencia de los riesgos de depender exclusivamente de sistemas electrónicos para funciones cruciales en los vehículos. En los Tesla Model Y, la apertura de puertas depende de controles electrónicos, lo que complica una salida rápida en caso de emergencia, como describe la compañía en su página web:
Los Tesla Model Y carecen de apertura con palanca mecánica. Sólo se pueden abrir con un botón. En caso de fallo, como dice el manual de usuario, debes abrir un panel y tirar de un cable, algo imposible en situaciones de emergencia.
Estos coches tienen un mecanismo manual de emergencia, sí, pero éste requiere retirar un panel y tirar de un cable, una tarea imposible para ocupantes en pánico o desorientados en un accidente, sobre todo en el caso de un incendio eléctrico, que son extremadamente violentos y generan un humo muy denso y tóxico.
El complicado sistema auxiliar imposible de operar en una emergencia.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA, según su acrónimo en inglés) tiene abiertas múltiples investigaciones sobre el Tesla Model Y, abarcando problemas como la “activación inesperada de frenos” o la “aceleración no intencionada”. La compañía de Elon Musk tiene abiertas causas criminales y varios pleitos sobre publicidad falsa respecto a sus sistemas de conducción y seguridad. Tesla afirma que sus vehículos tienen un 'diseño orientado a la seguridad' e insiste en que son 'los más seguros del mundo'. Sin embargo, los datos reflejan una realidad diferente: según un informe del Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS), los Tesla tienen una mayor frecuencia de reclamaciones por incendios en comparación con otras marcas, incluidas los de combustión interna. La lista de incendios actualizada es escalofriante, tanto como la virulencia de este tipo de incendios.
Los controles electrónicos no son seguros
Hay múltiples estudios que demuestran que los controles electrónicos —como estos sistemas de apertura electrónica o las pantallas táctiles que sustituyen controles tradicionalmente mecánicos— son peligrosos para la conducción y provocan un mayor número de accidentes. A diferencia de los controles físicos, que el conductor puede operar de forma instintiva y sin desviar la vista de la carretera, las pantallas táctiles requieren atención visual constante. Esto no solo aumenta la distracción, sino que elimina la retroalimentación háptica que permite a los conductores operar ciertos controles sin tener que mirarlos, manteniendo la atención en la carretera.
Otra imagen del coche siniestrado. (CTV)
Tanto es así que el Programa Europeo de Evaluación de Automóviles Nuevos (Euro NCAP) penalizará con menores calificaciones de seguridad a los vehículos que releguen ciertas funciones esenciales a una pantalla a partir de 2026. Ningún coche que no cumpla con el mínimo de controles podrá obtener la máxima certificación de seguridad. Según el Euro NCAP, los vehículos deberán contar con controles físicos para funciones esenciales como los intermitentes, luces de emergencia, limpiaparabrisas, claxon, luces (incluyendo luces largas), volumen de la radio, climatización, selector de marchas, liberación del maletero y del guantera. Además, estos controles deben ser intuitivos y accesibles sin desviar la vista de la carretera, asegurando que el conductor pueda reaccionar de manera inmediata y segura.
Matthew Avery, director de desarrollo estratégico del Euro NCAP, advierte que “el uso excesivo de pantallas táctiles es un problema generalizado en la industria, con casi todos los fabricantes moviendo controles clave a pantallas centrales, obligando a los conductores a apartar la vista de la carretera y aumentando el riesgo de accidentes por distracción”.
Avery dice que “limitar el tiempo que los conductores desvían la vista de la carretera es fundamental para promover una conducción más segura". El uso de pantallas táctiles para funciones como ajustar la climatización o controlar el volumen de la radio representa un riesgo innecesario, remacha.
Un Tesla Model S Plaid que se puso a arder mientras su dueño lo conducía en Pensilvania. (Geragos & Geragos/Reuters)
Todo por el ahorro de costes
Un riesgo innecesario que nos han vendido como un avance por el interés económico: los fabricantes de automóviles han adoptado controles digitales y pantallas táctiles para reducir costes de producción drasticamente, disfrazándolo como una apuesta por el diseño minimalista y el factor futurista que no es tal. Las industrias de electrodomésticos y automóviles han reemplazado interruptores y botones giratorios por pantallas táctiles centrales para ahorrar dinero. Las pantallas táctiles eliminan la necesidad de múltiples piezas mecánicas, reduciendo tanto los costes de producción como de ensamblaje. Además, el mantenimiento es más sencillo, ya que las actualizaciones de software permiten modificar o añadir funciones sin intervención física en el vehículo.
Los fabricantes deben dejar ya de vendernos la burra de los controles digitales como una mejora y abandonar el argumento de un supuesto minimalismo y elegancia que no son tal. Está claro que priorizar la reducción de costes no puede ser la justificación para comprometer la seguridad del conductos y sus acompañantes. Deben volver a los controles físicos y garantizar la máxima seguridad de los ocupantes, permitiendo respuestas instintivas y rápidas en situaciones de emergencia. Algunas marcas, de hecho, ya lo están haciendo. Si Tesla siguiera la lógica y los estudios de seguridad, usando mecanismos manuales en vez de implementar botoncitos electrónicos, es probable que esas cuatro vidas se hubieran salvado.